Capitulo 15 ☆

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|Jannette|

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|Jannette|

Han pasado semanas desde que rebele mí verdadera naturaleza, todos habían quedado anonadados con la infinidad de cosas que podía hacer. Y aún más Stiles, el cual se desmayaba de la impresión cada vez que hacía alguna demostración.

Luego de la noche que enfrentamos al Kanima ninguno a preguntado sobre mí relación con Gerard. Puedo verlo en sus ojos, la curioso los está matando, pero aún asi ninguno lo ha hecho ni mucho menos me han juzgado por mí actos hacia el hombre, cosa que agradezco.

La noche había llegado y con ella un llamado a mí puerta. Se me hizo bastante raro ya que la gente no suele hacer visitas por la madrugada y menos durante una tormenta.

Tac. Tac. Tac.

Había dudado en si abrir o no la puerta pues la visita era demasiado insistente con sus toques. Despacito algo de valentía y una lámpara que escondí detrás de mí espalda, abrí la puerta.

Un hombre con capucha negra intento dar un paso a lo que yo levanté mí lámpara amenazando con lanzarla.

-¡Jane!,¡Jane!,¡Alto loca!- gritó el.

Baje la lámpara de inmediato y arranque la capucha de la cabeza ajena.

-¿¡Isaac!?,¡Me asustaste!- grité aliviada.

-¿Porque tienes una lámpara?. Espera, ¿Ibas a golpearme con eso?- Señalo la lámpara escandalizado.

-Ay ya. No hagas drama.- le reste importancia y devolví la lámpara a su lugar.-¿Que haces aquí?,¿Y por qué estas tan mojado?.

El rubio escurría agua mientras caminaba literalmente.

-Lo siento, es que caminé por la lluvia hasta aquí.

-¿Caminaste?, ¿Por qué?, ¿No deberías estar durmiendo?.

-Es que...- se calló un momento.- ¡Ya no aguanto vivir en esa estación de tren!, ¡Ahí hace mucho frío y hay muchas cucarachas!.

Suspire y maldije para mis adentros a Hale por no haber buscado un lugar mejor. ¿Acaso no se tomó el tiempo para conocer a Isaac? El pobre le tiene terror a las cucarachas.

-Ven - dije mientras lo adentraba más en la casa.- ¿Estás bien?.

El asíntio.

Tomé un par de toallas y se las entregué.

-¿Por qué no te quitas esa ropa?, está muy mojada, la pondré en la secadora. Aun mejor ¿Quieres tomar un baño caliente mientras la seco?.- a el rubio pareció encantarle la idea a pesar de ser las dos de la madrugada. No tardó mucho en aceptar.

Una vez dentro de la ducha, con su permiso, tomé la ropa y la sequé. Cuando el rubio salió del agua volvió a utilizar sus prendas ya secas.

Se sentó el el sillón y me mostró una pequeña bolsa de lona muy mojada.

𝑺𝑶𝑴𝑬𝑶𝑵𝑬 𝑭𝑶𝑹 𝑯𝑬𝑹 | 𝑇𝑒𝑒𝑛𝑤𝑜𝑙𝑓.  PAUSADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora