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El beso.

El apretón su teléfono contra su mano mientras tomaba valor, después de un rato lo soltó.

---¿Harás algo está tarde? ---preguntó impaciente mientras esperaba su respuesta.

---No, ¿Por qué?

---¿Te gustaría asistir al partido? ---dijo después de dudarlo por un segundo.

---Me parece bien, claro que me gustaría ir ---respondió, el dio un suspiro más tranquilo.

---¿Está bien que pase por ti a las 5:30? ---preguntó tumbandose en su cama.

---A las 5:30 te espero.

Luego cortó la llamada dando un largo suspiro, le había puesto contento el que aceptara.

Lirio se hayaba recostada en una silla que daba vista al patio, su puerta se abrió de golpe dándole un susto. Alicia era quien estaba al otro lado, al verla se levantó enseguida.

---No quiero que salgas, quédate aquí ---la señaló desafiante---Yo no regresaré hasta mañana.

---¿A donde irás? ---preguntó incrédula, sabía que no le había pedido permiso a su madre porque no estaba.

---No te importa ---sin más se dio la vuelta perdiéndose entre las escaleras.

Pablo salió de la habitación de al lado adormilado, pareciera que había dormido dos días seguidos.

---Lirio, ¿Que tal? ---preguntó acercándose a ella con una sonrisa.

---¿Saldrán juntos? ---preguntó ella sin responder a su pregunta, Pablo entendió a lo que refería y negó.

---Nos encontraremos en el partido, ella dijo que tenía cosas que hacer antes ---explico dándole una ligera mirada sin borrar su sonrisa---¿Tú irás? Podríamos irnos juntos si quieres.

---Si iré, pero Pedri me dijo que vendrá por mi ---respondió, sus palabras le habían afectado un poco pero no quería que ella se diera cuenta.

---¿Quieres hacer algo mientras tú mamá regresa? Me ha pedido que no te deje sola.

---¿Sabes cocinar? ---ella preguntó aguantandose una carcajada al ver como la cara le cambio por completo al chico.

---No pero lo podría intentar..

Lirio asintió tomándolo de los hombros para que caminara junto a ella hasta la cocina, al estar ahí se quedó parada en su sitio ya que no sabía dónde estaban las cosas de cocina.

Pablo noto lo desubicada que estaba por lo que le decidió ayudar, el conocía bastante bien la casa.

---Conoces mejor la casa que yo ---admitio dándole un choque de hombros amistoso.

El solo la miró ayudándole a calentar la comida que Lara les había preparado antes de irse con su madre, la compañía de la rubia le hacía bien.

---¿Hace cuánto estás con Alicia? ---preguntó sin darle mucha importancia, solo quería aligerar el ambiente.

---Hace seis meses ---respondió poniéndole un poco de sal al sartén.

LIRIO ―PABLO GAVI, PEDRI GONZÁLEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora