Una Humeante Bañera

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Wei Wuxian y Lan Wangji caminaron lento hasta el Jingshi, apenas entraron Lan Wangji cerró la puerta tras ellos y asaltó los labios de su pareja, succionando con urgencia, atrapó su cara entre sus manos desde su mandíbula, cómo si sostuviera un tazón de ambrosía y él estuviera muriendo de hambre. Wei Wuxian hacia esfuerzo por respirar pues el mayor no le daba tregua. Por fin Lan Wangji le dejó la boca libre, para atacar su cuello con profundas succiones y firmes mordidas, a Wei Wuxian le dolían un poco pero también le gustaban.

—No... No debemos...— murmuró temblando

—Si— contestó el jade

Un lastimero gemido salió de Wei Wuxian cuando su pareja mordió su hombro y apretó su pecho sobre su ropa. Unos pasos se escucharon en la entrada y Wei Wuxian aprovechó eso para separarse.

—¡La bañera!— gritó yendo rápido a la puerta

—Que esperen— dijo el de blanco tirando de su brazo

—No,no,no,no,no... El agua se enfria, un baño caliente es justo lo que necesitas—

Antes que el mayor pudiera detenerlo Wei Wuxian deslizó la puerta y dos discipulos entraron con una bañera de madera, otros más con cubos de agua caliente.  La llenaron cubo tras cubo, mientras que Wei Wuxian daba indicaciones y Lan Wangji esperaba impaciente con mueca de desagrado. Una vez que terminaron, tres discípulos se quedaron inmóviles junto a la humeante bañera. Wei Wuxian estaba en silencio, esperando que los discípulos se movieran, hasta que Lan Wangji dijo

—Fuera—

Los chicos se quedaron sorprendidos

—HanGuangJun, el médico nos ordenó que te ayudaramos a tomar el baño—

El jade miró en la dirección de ellos sin decir palabra, esos ojos dorados les advirtieron su terrible destino si no se marchaban, más veloces que un trueno salieron del jingshi.

—Lan Zhan, fuiste malo— Wei Wuxian se rió

—Mnh, puedo ser malo a veces— dijo acercándose al loto

Sus caras se encontraron muy cerca, casi respiraban el aliento ajeno y Wei Wuxian se contenía con todas sus fuerzas, después del duro camino que habían tenido desde que el jade fue torturado por Wen Chao hasta su lucha contra la muerte en el salón de enfermos, no quería más angustia, pero le estaba costando mantener la distancia, quería saltarle encima y follarlo cómo si no hubiera mañana. Hizo uso de su gran temple y se sobrepuso a sus deseos, tragó saliva y muy firmemente ordenó

—Metete a la bañera, sin excusas—

El jade arqueó una ceja mientras veia a Wei Wuxian separarse de él, arrugó los labios y se quitó la única túnica que estaba usando. Su musculoso cuerpo quedó expuesto, glúteos firmes de acero, espalda ancha en dónde las sombras ondeaba por los relieves de su musculatura y piernas largas bien trabajadas, el loto miró de reojo, sintió como su cuerpo se calentaba y en su mente dijo "Oh Dioses, misericordia". El más alto entró en la bañera con los ojos puestos en el menor que estaba ya sonrojado. El de negro aclaró la garganta y dijo

—Bien... Saldré ahora, debo ir a... Necesito aire...— y se apresuró hacia la puerta

—Debes ayudarme— pidió el mayor

El loto se congeló en la puerta

—...¿No puedes hacerlo solo?—

—No puedo—

"Autocontrol Wei Wuxian, tu puedes hacer esto sin abrir las piernas" se dijo a si mismo.

Se acercó al mayor evadiendo la mirada dorada y profunda que no lo abandonaba, tomó el paño del borde de la bañera y lo sumergió en el agua caliente, aún con la mirada clavada en el piso restregó suavemente la espalda y hombros de hombre en la bañera.

No soy un manga cortadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora