アビ; Abril tiene diecisiete años y vive con sus padres y sus gatitas Oreo y Kuro, además de tener un hermano mayor que vive en Alemania. Comparte la clase junto con varios amigos con los que pasa gran parte de sus días. En ese colegio viven muchas ex...
A ti que estás leyendo esto, ¿te pasa lo mismo que a mí?
Ah, perdón. Cierto que hablar sin presentarse es de mala educación. Disculpen. Pero es que cuando entro en confianza con alguien, hablo hasta por los codos. Creo que es normal. Agradezcan que les tengo confianza a pesar de que prácticamente no los conozco, jaja.
Volviendo a lo que estaba diciendo anteriormente, tengo un enorme dilema, y no, no es ese que les vivo diciendo a mis amigas, que hay un chico en la clase que me encanta, pero si me acerco a él, me es imposible disimular mi cara de tomate, pero a ver... ¡es muy lindooooo! Piel blanca, ojos castaños, (y tiene pestañas largas, algo que en un chico no es muy común de ver, o al menos así pasa con los de mi clase), cabello castaño y rizado, y una sonrisa preciosa. Se llama Teppei Kisugi, y es el dueño de mi corazón, aunque él no se haya dado cuenta.
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¡Ay, me volvió a pasar! Me fui por las ramas. Sorry. Vayan acostumbrándose, yo soy así.
Les comentaba que además del dilema de decirle a Teppei que me gusta, tengo uno que creo que es más importante, y es el de decidir qué carajo voy a estudiar el siguiente año, cuando me gradúe del bachillerato. Es que les voy a ser sincera: por mí, estudiaría cualquier cosa que me haga una escritora reconocida, el problema (el enorme problema), es que muy pocos tienen el privilegio de vivir de la escritura, por eso mis padres me insisten en que estudie algo que me dé dinero, el tema es que a mí no me llama la atención nada, y por eso les pregunté al inicio si a ustedes les pasaba lo mismo que a mí, que les cuesta decidir qué estudiar en el futuro. La verdad es que pensar en el futuro es muy estresante, no quiero cumplir los dieciocho, ni los veinte ni los cuarenta, nooooo. Y pensar que de chiquitos queríamos ser grandes para poder cumplir nuestros sueños de ser cantantes, policías, actores de Hollywood, artistas, todo lo que nuestra mente creativa e inocente imaginara, sin embargo, el verdadero sueño que todos los adultos quieren cumplir es el de ser felices, con lo que sea, y creo que eso solamente lo logran los niños, lo digo porque los adultos se viven quejando del trabajo, de las cuentas, del marido, de todo, mientras tanto los niños viviendo la vida sin preocuparse por otra cosa que no sea llegar a casa a tiempo luego de un largo día de escuela para ver nuestras caricaturas favoritas.
Suspiro. Qué genial que era ser chiquita. Hasta los doce años la vida era más fácil, jaja.
Es que si bien yo he disfrutado mucho la etapa de la adolescencia, donde nos volvemos un poco más independientes, la verdad es que sí me pegaron fuerte los típicos cambios que implican ser adolescente, y, por ejemplo, a mí me gusta cocinar, con Kamiko, mi mejor amiga, pero extraño cuando la que tenía que cocinar era mamá (que lo sigue haciendo, aunque yo ayudo bastante, pero bueno, creo que se entiende).
En fin, mejor dejo de hablar de los estudios y de querer volver a la infancia, y me enfoco en mi persona. Soy una persona de estatura promedio, tengo el cabello castaño oscuro, rizado y corto por los hombros. No me gusta llevar el cabello largo, porque con los rulos que tengo, cuesta mucho cepillar, por eso me lo dejo corto, para que no me cueste tanto desenredar cuando me doy una ducha, aunque de chiquita lo llegué a tener largo por la cadera, qué épocas, jaja, nunca más vuelvo a dejarme crecer el cabello, lo más largo que me dejo crecer el cabello es hasta la espalda, pero cuando lo empiezo a notar así, voy derechito a la peluquería, me rebajo el cabello y me cortan hasta los hombros, y así vuelvo a ser la de siempre, ok no jaja. Dejando de lado mi cabello, tengo los ojos del mismo color que mi cabello, o sea, castaño oscuro. Cuando era pequeña, recuerdo que quería tener los ojos azules, como algunas compañeras que eran muy lindas, creo que todos tuvimos una época en la que queríamos tener ojos claros, por suerte a mí se me pasó esa fase, y logré amar mi color de ojos, además resaltan mucho debido a que tengo la piel muy pálida, y eso es algo que me encanta. Tengo las cejas muy cerca de mis ojos, y tremenda frente, jaja. Amo ser frentona, y también amo el hecho de que a pesar de que como mucho chocolate, muy pocas veces me salen granos. Mi rostro casi siempre está libre de esas asquerosidades, mi madre siempre me dice que tengo un "cutis hermoso", y eso me hace sentir aun más hermosa. Mientras muchos compañeros de clase sufren por los granos, yo estoy re joya, jaja, aunque a veces me han salido granos en la punta de la nariz (puta madre, ¡justo ahí! Parecía una bruja fea, qué asco). Por suerte estoy bien de cuerpo, no soy ni muy flaca ni muy rellenita, estoy bien, digámosle así, lo que sí estoy un poco culona, o tal vez eso dependa del pantalón que use, y tengo pechos de tamaño normal (aunque Ukume me los vive tocando, esta pervertida que ama a los hombres).
Sobre mi familia, tengo a mis dos padres, Yuki, mi madre, y Kazushige, mi padre. Mi madre es profesora de inglés en un colegio, y hasta dicta clases particulares en casa, y mi padre trabaja en la construcción. También tengo a mi hermano Kansai, que actualmente vive en Alemania, es mucho mayor que yo, me lleva quince años de edad. Y tengo dos gatitas, Oreo, que es blanca y negra, y Kuro, que es un poco más chica que Oreo, es casi toda negra, sacando sus patitas, su pecho y una manchita en la pancita. También tengo a mi abuela Tamie, la única abuela que tengo en vida, y es mi abuela paterna, y seguramente tenga muchos primos y tíos, los cuales no conozco o directamente no tenemos trato con ellos. Para mí, mi familia son mis padres, hermano, abuela y gatitas, que son como mis hijas.
Hablando de mis hobbies, amo dibujar, pintar (aunque no soy muy buena que digamos, jaja), hacer artesanías, leer, y el principal: escribir. Todo el tiempo escribo cuentos cortos, y espero publicarlos algún día, y que tengan mucho apoyo. Una vez, creo que fue en tercero de primaria, escribía cuentos de lo que sea que se me ocurriera, y se los leía a la clase (hoy en día los leo y me dan terrible cringe. ¡Tenía ocho años!). Espero algún día poder ser escritora, aunque sea subir dos o tres libros, no me quejaría, aunque debería pensar en algo que me dé ingresos, y en mis tiempos libres me dedicaré a escribir mis cuentos y novelas futuras.
Ahora que me acabo de dar cuenta, otra cosa que debería pensar es en conseguir empleo este verano. Nunca he tenido un trabajo, ni siquiera los más simples como repartir periódicos, pasear perros o cuidar niños (el hermanito de Kamiko no cuenta), pero espero poder comenzar con mi primera experiencia laboral este verano, antes de empezar la universidad o lo que sea que vaya a hacer. La que tiene experiencia laboral de sobra es mi amiga Uxue, esa chica sí que le sabe a la chamba, Dios mío. Trabaja desde los doce años, pero obviamente sus primeros trabajos no fueron tradicionales, porque no se permiten los empleos a menores de quince años. A partir de esa edad comenzó a trabajar en lugares como jugueterías, librerías, cosas sencillas. Ahora trabaja en una tienda que vende fundas para celulares y ese tipo de cosas, lo hace por cuatro horas, de lunes a viernes, después de la escuela, y los sábados de mañana trabaja limpiando la casa del tío, que le paga bastante bien, aunque dice que este verano quiere trabajar en otra cosa, como una heladería o algo así. Mi abuela me vive diciendo que Uxue no debería trabajar tanto para la edad que viene y que debería vivir su etapa como se debe, luego vendrán los años de trabajar, pero ella dice que tiene que ayudar a su mamá a mantener la casa, también quiere irse a Estados Unidos el siguiente año, por ende tienen que ahorrar dinero, aunque en parte estoy de acuerdo con mi abuela. Yo voy a tratar de conseguir trabajo en Starbucks o cualquier heladería, es que amo los frappés, smoothies o milkshakes. Sería mi sueño hecho realidad, pero sé que no se trabaja donde quieres, no es tan fácil, solo espero que no me toque limpiar los pisos, ¡me muero! Sería mi primer trabajo, y quiero que sea de algo que realmente me guste, o al menos que no sea algo feo.
Uh, perdón nuevamente. Sigo sin presentarme.
Me llamo Abril. Abril Horie. Pero me suelen decir Abi o Abril-sempai (así me llama mi amiga Ukume casi siempre), no tengo un apodo distinto a mi nombre, pero espero algún día tener uno. Y bueno, esta soy yo.
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ACLARACIÓN: Si estás leyendo esta historia y te encuentras con comentarios viejos y que no tienen nada que ver con el capítulo que estás leyendo, es porque esta historia está siendo reescrita para que quede en su mejor versión. ♡
