𝗟𝗜𝗜𝗜

438 61 3
                                    

This is 🍋 (algo así, están advertidos)

Por la mañana, lo primero que vió Jake al estirarse y abrir sus ojitos, fue a un Sunghoon ya vestido, pero acostado a su lado, usando el celular.

─ Buenos días, lindo. ─ coqueteó el rubio, haciendo que Jake se ruborizara y sonriera, hasta que vió el celular y lo reconoció, arrebatándolo de las manos de su novio. ─ ¡Jakeeeey, vamos! Hace como una semana que no uso un celular, ¿Sabes la abstinencia que tengo?

Ignorando sus palabras, el chico mudo dejó su celular sobre la mesa de luz, se quitó las sábanas de encima para levantarse, pero, para extrañeza del otro, las volvió a colocar sobre su cuerpo, metiéndose de nuevo en la cama.

Sunghoon frunció el ceño, pero no quiso preguntar nada.

En cambio, fue él quien se levantó, acomodando un poco su ropa, calzando unas pantuflas, dispuesto a ir abajo.

─ ¿Vienes a desayunar? ─ le preguntó, a unos pasos de la puerta.

Notó que Jake estaba muy ruborizado, al punto que parecía un tomatito, el chico negó.

Sunghoon notó que estaba incómodo o nervioso, por algo.

Y además, si él no lo obligaba a desayunar, la señora Shim lo haría, así que Jake nunca se negaría sin alguna razón importante.

Sunghoon se acercó a la cama de nuevo, sentándose junto a él.

─ ¿Que tienes, bebé? ─ preguntó, dejó unos cuantos besos en el rostro de Jake, aunque el chico volvió a negar, dando a entender que no quería decir nada al respecto. ─ Anda, dime. ─ Sunghoon acarició sus mejillas, sus miradas se encontraron. ─ Sé que te pasa algo, puedes decirme.

Jake suspiró, le hizo una seña para que se levantara, Sunghoon lo hizo y lo vió levantar las sábanas de nuevo, y le tomó un momento notar que era lo que le incomodaba tanto a su novio.

Sunghoon rió un poco.

─ Es sólo una erección matutina, Jakey, dijo, con una sonrisa. ─ Es normal, no tienes que avergonzarte. ─ Sunghoon volvió a sentarse a su lado. ─ Anda, ve al baño, desquitate, y te espero abajo con el desayuno.

Jake negó, haciendo un mohín.

─ ¿No? ─ Sunghoon frunció un poco el ceño. ─ ¿No qué?

El mudo suspiró, tomó su celular y escribió en la allí de notas.

Se irá sólo. Tengo que esperar un rato”.

Sunghoon leyó varias veces las palabras, una parte de él no podía creerlo.

─ Jake, tú... ¿No te tocas? ─ preguntó, de la forma más sutil.

Jake era especial, único y como quieran decirle, pero seguía siendo un adolescente de dieciséis (casi diecisiete) años, ¿Qué persona de su edad no se tocaba?

Para su sorpresa, el otro negó, y Sunghoon permaneció unos segundos en silencio, hasta que pudo creerlo, para entonces, Jake volvía a tener una expresión avergonzada en el rostro.

El mudo apartó la vista de Sunghoon, mirando hacia un lado, tomó las sábanas como para volver a esconder aquello, y el rubio se arrepintió un poco por su actitud.

─ No, no... ─ detuvo la mano del otro, tomándola, haciendo que Jake lo mirara de nuevo. ─ No es algo que deba ponerte incómodo, es normal, ¿Lo sabes?

Jake asintió, claro que lo sabía, él no era ningún idiota como para no saberlo.

Sunghoon abrió la boca para decir algo, pero pareció arrepentirse, en cambio, se levantó para cerrar la puerta del cuarto y al regresar a la cama, estaba completamente ruborizado.

𝗟𝗢𝗩𝗘 𝗠𝗘, 𝗠𝗨𝗧𝗘 » 𝘀𝘂𝗻𝗴𝗷𝗮𝗸𝗲 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora