Capítulo 7.

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Narra Kinko

Antes de Borderlands.

Hoy tenía algo muy importante que hacer. Hoy era el día que oficialmente podría hacerme cargo legal de mi hermanitos, mis padres estaban enfermos de una manera por lo que yo al ser el hijo mayor había aplicado para poder adoptar legalmente a mis hermanos. 

Me desperté con una increíble energía y positividad, me duché, me vestí, guardé todas las copias de los papeles correspondientes y me preparé para salir a Shibuya y tomar su estación hasta Saitama. 

Me coloqué mis auriculares y fui en bicicleta hasta Shibuya, al llegar noté que como siempre había mucha gente caminando por todas partes, cuando intenté cruzar la calle un grupo de tipos comenzó a dar vueltas, uno estaba en los hombros del otro y el tercero estaba grabándolo todo. 

Ellos hicieron que casi me chocara con alguien que se enojó muchísimo, pero logré alejarme y ese molesto encuentro no evitó que siguiera sintiéndome feliz por lo que estaba a punto de suceder.

Antes de entrar a la estación de Shibuya noté unos hermosos fuegos artificiales, me distraje unos segundos pero cuando finalmente entré a la estación mi  cabeza dolió punzantemente un segundo y al ver a mi alrededor estaba todo completamente vacío. 

No podía creerlo ¿Dónde estaban todos? Corrí por todas partes intentando encontrar una sola persona, con una sola me bastaba, pero no había nadie, no había luz, no había agua, no había ninguna persona conmigo.

En el inicio no pude con esa información, no podía aceptar que de la nada ya no podría estar con mis hermanos, que ya no podría ver a mis padres, simplemente no podía aceptarlo. 

Luego llegó la noche y mientras caminaba un edificio se iluminó por lo que sin pensarlo corrí hacía allá.

Actualmente. 25 días en Borderlands.

-¿Consiguieron la carta? -preguntó uno de los chicos de la playa cuando llegamos junto a ellos.

-Por supuesto que lo hicimos -dijo Chishiya con un tono condescendiente- 5 de diamantes -dijo sosteniendo la carta frente a ellos y guardándola  de nuevo.

Volvimos a la playa, aún tenía el asqueroso sabor del pastel en mi boca por lo que primero que hice fue casi asaltar uno de los bares de la playa con la esperanza de sacarme el sabor de la boca.

-Cuidado no queremos que sufras un coma etílico -dijo Chishiya sacándome la botella de la mano.

-Tu no probaste ese pastel -me quejé- Kuina me entiende

-Si lo hago -dijo Kuina- pero aún así no creo que sería lo mejor que te emborraches -dijo quitándome el vaso con alcohol de la mano- aún no te cambiaste y si el Sombrerero o los militares te ven así  te meterás en problemas 

-Es verdad -dije, aún no sentía los efectos del alcohol aunque eso pudo ser porque a penas había comenzado a beber.

Comencé a caminar hasta mi cuarto y ambos Chishiya y Kuina también fueron a los suyos para cambiarse también. Mientras me cambiaba la ropa por mi traje de baño no pude parar de pensar en como estuve tan cerca de la muerte recientemente, estaba siendo molesto por muchas razones, quizás debería simplemente confesarme y nada más. 

Cuando estaba listo bajé a la piscina donde ya estaban Kuina y Chishiya, viéndolos ahí me hizo sentir nervioso pero aún así caminé hacía ellos, quienes al verme hicieron espacio en la tumbona donde ambos estaban sentados.

-No entiendo porque les gusta tanto estar aquí -dijo Chishiya confundido- todo el mundo está a dos pasos de tener una orgía y por lo que sé ninguno de los dos está muy interesado en eso

Cuando lo dijo así me puse muy nervioso, intenté apartar mi vista pero pude notar como Chishiya veía a un punto fijo, y cuando noté lo que veía era exactamente lo que había dicho, lo que me avergonzó mucho. 

-Quizás me equivoqué -dijo Chishiya viendo como yo estaba viendo a todas esas personas sonrojado.

-Por favor sé decente -dijo Kuina para golpear ligeramente mi brazo.

-No es mi culpa -chillé avergonzado- Chishiya hizo que viera

-No me eches la culpa -dijo Chishiya- yo di un ejemplo de como me estoy ahogando con todo esto

-Deberíamos hacer otra cosa -dijo Kuina estando de acuerdo con Chishiya a cierto punto.

-Tengo unos planes perfectos -dije para caminar nuevamente a uno de los bares de la playa y comenzar a beber

-Por favor -escuché a Chishiya y cuando voltee él estaba con Kuina viéndome.

Ambos se veían aún más hermosos y atractivos de lo normal, creo que el alcohol estaba haciendo efecto.

-No quiero andar de niñera con él -dijo Chishiya viéndo a Kuina.

-Creo que merece beber, ha tenido unos días muy difíciles ¿No crees? -dijo Kuina- pero yo tampoco lo cuidaré 

-Ustedes son tan simpáticos -dije sarcástico para seguir bebiendo.

Una parte de mi esperaba que el alcohol me diera la valentía que necesitaba mientras que la otra temía que terminara ventilando cosas muy personales en un momento completamente incorrecto.

-Heyyyy -dije para abrazar a ambos por los hombros, lo que fue un poquito confuso por la diferencia de altura y porque ya me estaba afectando el alcohol- mis queridos compañeros ¿Por qué no vamos a la azotea? 

-Si prometes no tirarte -dijo Chishiya para sacar una de sus manos de sus bolsillos y ponerla en mi espalda.

Me sonrojé bastante por eso pero no sé si se notaba tanto por lo rojo que ya estaba por el alcohol.

-Cuidado -dijo Kuina para imitar la acción de Chishiya.

Ambos me ayudaron a caminar ya que parecía estaba más afectado por el alcohol de lo que creía. Tardamos un poco más de lo normal en llegar pero al hacerlo nos recostamos boca arriba justo como lo habíamos hecho esta mañana, y al igual en esta mañana, uno de los tres tenía algo que contar.

-¿Puedo decirles algo gracioso? -dije medio borracho mientras veía al cielo.

-Adelante -dijo Chishiya- no sabes como amo tus chistes -dijo sarcástico.

-La cosa es que yo -justo en el momento que iba a hablar un recuerdo de todo un día flasheo en mis ojos en cuestión de un segundo [[lo del inicio]]- la cosa es que yo -dije con un todo de voz débil y que llamó la atención de ambos- yo iba a adoptar a mis hermanos, por fin podríamos estar juntos desde hace mucho tiempo y de la nada todo desaparece, estoy aquí y no sé si ellos están vivos, si yo estoy vivo o si siquiera los volveré a ver

Sin evitarlo terminé rompiendo en llanto recostado en el suelo, lo que hizo sur Kuina se acercara más a mí, eso era dentro de todo normal pero me sorprendió mucho que cuando Kuina me abrazó, sentí un intento de abrazo por parte de Chishiya.

Ya no sabía que hacer, no estaba seguro que confesarme era lo correcto en este momento.

LOVE [Alice In Borderland x Male!Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora