Ciento ochenta y uno

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El bosque en Yeoju cada vez parecía más oscuro, incluso cuando el amanecer estaba acercándose; había más de cien vampiros reunidos en los territorios de los Yoon, todos con hambre de pelea, dispuestos a morir en una batalla que no muchos comprendían su propósito. Jeonghan sabía perfectamente ese propósito, sabía que Seohyun no estaba muy interesada en asesinar al vampiro nacido al saber de qué clan podría ser, pero si lo lograba, sería una victoria más que se llevaría al bolsillo; lo que realmente le interesaba a la castaña era separarlo de Joshua, e incluso asesinarlos a ambos.

Jeonghan siempre fue consciente del enfermizo amor que Seohyun sentía por él, sabía que tenía algunas similitudes con las de su difunto esposo, muchas veces también lo había llamado por el nombre de aquella persona cuando tenían sexo; nunca le dio explicaciones de por qué se había encaprichado con él, pero el rubio no las necesitaba, no después de haber leído muchos de los registros que Seohyun tenía en una habitación privada. En cuanto se enteró de muchas cosas sólo quiso huir de ahí y vivir tranquilamente, comenzó a hartarse de la sed de venganza que siempre nubló a Seohyun por lo de su difunto marido y eso provocó que Jeonghan cada vez se alejara más de ella, hasta que finalmente se fue del clan.

Seohyun nunca permitiría que alguien la abandonara, prefería mil veces matar a cualquiera que la traicionara, que dejarlo huir con vida, pero el enfermo amor que tenía por el pelilargo la llevó a dejar que Jeonghan se marchara, lo observándolo escabullirse en una soleada mañana, cuando se suponía que todos descansaban lejos del molestoso sol; su segundo al mando ordenó que lo capturaran, que lo torturaran y que lo castigaran antes de matarlo, para que pagara por su traición, pero Seohyun declinó la orden, diciendo que tenía otros planes más favorecedores.

Con los años continuó buscándolo, de vez en cuando se encontraban y Jeonghan la pasaba muy mal pensando que iba a asesinarlo, o que le insistiría con la idea de regresar a ella, y aunque muchas veces ocurrió lo último, lograba escapar intacto junto a su nuevo clan. Sin embargo las cosas cambiaron cuando conoció a Joshua y lo convirtió en un vampiro, al principio todo fue tranquilo pues Seohyun estaba muy ocupada en otros asuntos como para recordar que estaba persiguiendo el amor de alguien que no la quería; pero en cuanto el encuentro ocurrió y la castaña notó ese genuino amor que Jeonghan sentía por Joshua, hirvió de celos.

Les tendió muchas trampas en las que casi morían los dos, y aunque jamás confirmaron que había sido ella la que los estaba persiguiendo, Jeonghan estaba seguro de que la mala suerte que estaban teniendo se debía a ella. Fue hasta que Joshua desapareció por un mes del clan, que Jeonghan conoció el dolor y la angustia como un vampiro; no era capaz de contactarlo, ni de llegar hasta su mente como ya habían conseguido hacerlo, pues Seohyun lo había secuestrado y encerrado en una habitación mágica que restringía el uso de cualquier don o poder. Estaba desesperado y por más que Chan y el resto del clan -que en ese entonces era conformado por otros- tratase de calmarlo, no funcionaba.

Con un buen presentimiento y la ira consumiéndolo, llegó a los terrenos de Seohyun, los cuales no fueron fácil de localizar, pues se había trasladado con todo su clan a un nuevo territorio; ahí la enfrentó, le dijo muchas que antes no había sido capaz de decirle y peleó con ella hasta casi la muerte con tal de que le devolviera al amor de su vida. Seohyun reconoció que Jeonghan se había vuelto más fuerte, y que esa fuerza se debía al amor que le tenía a Joshua, un amor que jamás le tuvo a ella; se sintió derrotada y dolida por las cosas que Jeonghan le había dicho, dejó ir a Joshua y prometió que no volvería a molestarlos, con la única condición de que Jeonghan la amara una última vez y que Joshua estuviese presente para ver el amor que él le tenía a ella,

Jeonghan se negó, era una absurda petición que no estaba dispuesto a cumplir, pero Joshua le pidió que lo hiciera, no quería seguir pasando por desastres provocados por ella; así que luego de hacer un pacto de sangre para que cumpliera su palabra, se revolcó con ella teniendo en la mente a Joshua, quien le estaba transmitiendo imágenes de ellos dos juntos para que no la pasaran tan mal los dos. Fue así como Seohyun terminó dejándolos ir, satisfecha por la forma en cómo Jeonghan la había amado, y no volvió a molestarlos, tal como el pacto de sangre le prohibía.

Hidden [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora