ADVERTENCIA ANTES DE LEER:
En este capítulo se hace mención de un abuso sexual. (No es una narración explicita pero con actitudes y menciones se da a entender que sucedió).
Disfruten el capítulo <3
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Aemond jamás imagino que el paseo que había decidido dar a lomos de Vhagar hubiera terminado de forma tan repentina por culpa de su propia dragona y un chico de cabellos de color chocolate.
Podía escuchar su respiración acelerada y entrecortada, ver su pecho subir y bajar de forma irregular mientras el pánico inundaba aquellos ojos cafés. Estaba arrodillado frente a él con una de sus manos aferrándose a su camisa mientras la otra se enterraba en la arena de la bahía.
De reojo observo a Vhagar, quien los veía con cautela. Atenta a cualquier movimiento que pudiera dañar a su jinete. Lista para defenderlo.
Puso sus manos sobre el cuerpo del castaño sin saber qué hacer. – Valyx. – Llamó, intentando hacerlo reaccionar. – Valyx tienes que calmarte. Tienes que relajarte, todo está bien.
El chico parecía sumido en un trance, su mano había comenzado a arañar su propio pecho con desespero, como si intentará arrancar algo.
Asustado, el más alto tomo su mano para evitar que continuara dañándose, ocasionando que comenzará a forcejear con él.
– No, no suéltame. – Le escucho decir con la voz ahogada, su otra mano peleaba por liberar a la cautiva. Sus pulmones luchaban por un poco de aire que les era negado a pesar de que su nariz se esforzaba por conseguirlo.
Sin saber qué hacer, Aemond termino por inmovilizar ambas manos tomándolas con fuerza entre las suyas. – Tranquilízate Valyx, todo va a estar bien. – Menciono intentando calmarlo.
Sin embargo, el miedo tan solo aumento en el chico frente a él. – No, no. Suéltame, por favor. – Menciono mientras se retorcía queriendo soltarme. – No quiero, por favor no de nuevo.
– Necesito que te tranquilices. – Dijo sin entender que estaba pasando.
– Otra vez no por favor. – Le escucho susurrar. – ¡Suéltame! ¡Me duele siempre que me obligas! ¡Déjame en paz! – Grito con desesperación. – ¡No me toques!
Aquello pareció ser la última cosa coherente que salió de su boca.
Pronto la bahía se llenó de gritos y sollozos desgarradores mientras el castaño luchaba por soltarse del agarre del príncipe, quien lo veía con sorpresa e incredulidad. De aquellos ojos cafés bajaban gruesas lagrimas que se perdían en la ropa y la arena.
La gente los ignoraba, poco interesadas en entrar a un territorio donde un dragón yaciera.
Por inercia, Aemond terminó por soltarlo sin entender que estaba pasando y observo con horror como el cuerpo de chico caía en un golpe seco de lado en la arena y sus brazos atraían sus rodillas a su pecho como si intentará protegerse de algo o alguien.
El chico intento colocar su mano en su hombro, queriendo reconfortarlo de alguna manera, sin embargo, el gesto fue rechazado casi de inmediato con un golpe que alejo su mano. – ¡NO ME TOQUES!
Vhagar rugió con molestia ante el gesto, ocasionando que el llanto del castaño aumentará y sus manos cubrieran sus orejas con fuerza.
– ¡No Vhagar! – Grito. – Dohaerās Vhagar. – Una sensación de deja vu le invadió. – Lykirī.
La dragona pareció escucharlo pues dejo de gruñirle al castaño. – Sōvēs Vhagar.
El rubio pudo captar la confusión en los ojos de su dragona, pero sin cuestionarlo, elevo el vuelo, alejándose de la bahía.
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Ghost memories
FanfictionAu: Después de que Rhaenyra enviara a sus hijos con mensajes para sus aliados, Dragonstone es atacada por el bando de los verdes, masacrando por completo al bando de los negros. Se cree que después de la muerte de Lucerys a manos de Aemond, todos lo...