Tan cerca y tan lejos.

41. Errores.

Quizás cuando cometes un error que sabes que es un error deja de ser un error tan grande o es uno gigantesco. Debo estar explicándome muy mal. Lo voy a ejemplificar; contigo yo siempre supe que estaba cometiendo un error, sin embargo jamás deje de cometer errores contigo, tampoco es que ahora que no estés haya dejado de cometerlos. Creo incluso que los de ahora son peores. Ahora me dedico a discutir contigo, a gritarte miles de cosas con una sola mirada, todas mentira y verdad a la vez, pero sobretodo me dedico a echarte de menos. A echar de menos la sensación de tus labios en mi cuello, tus manos en mi cintura y tu apoyo incondicional. Aunque pensándolo bien no era tan incondicional.
Cierto es que te quise como he querido a pocos, cierto es que soy mas ingenua e inocente de lo que parezco, pero tampoco soy tonta y tengo demasiado peso sobre mis hombros, he visto demasiado, he pasado por demasiado para dejar que alguien como tu me deje por los suelos, hecha añicos, ¿por qué que iba quedar de mí si te dejaba seguir jugando con los retazos de mi corazón? No quedaría ni polvo que barrer.
Supongo que debo decir que lo siento, también cometo errores, de eso va esto. De haberla cagado demasiado demasiadas veces. No me arrepiento de nada. Volvería ha hacerlo todo, siempre que fuese contigo. Ojalá las cosas hubiesen sido diferentes, ojalá hubiésemos sido diferentes el uno con el otro. A mí me tocaba haber sido más valiente, algo que me he dado cuenta que no soy, ya he pasado por demasiado para serlo.
Nos vemos en otra vida.
J.