2. Dos meses

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Podría decirse que Seonghwa y Yeosang se saltaron muuuuchos pasos mientras salían.

Pero tenían una justificación; se llevaban conociendo y "saliendo" según Yeosang desde hace 4 años, aumentando el hecho de que ya no querían perder más tiempo.

Pero esta justificación terminaba siendo inválida luego de lo que acababa de pasar. Al menos era lo que pensaba un Seonghwa mareado y jadeante acostado en su cama junto a un Yeosang en un estado mucho peor.

Sus respiraciones empezaban a volver a la normalidad lentamente y sin prisas, podría decirse que tenían todo el tiempo del mundo; mientras estaba acostado en el colchón podía ver los cuadernos y libros perfectamente ordenados junto con calculadoras en sus respectivos lugares. Sin duda terminaron sus tareas y su propósito original al traer a Yeosang a su hogar.

Los tonos claros era lo que más decoraba la habitación del pelinegro para identificar la suciedad con mayor rapidez, pero ahora su cama tamaño King size con sábanas blancas estaba manchada con fluidos corporales.

Todos los muebles en la habitación fueron testigos de lo que dos personas hicieron en la cama.

¿Se saltaron muchas etapas? Si.

¿No debieron hacer eso? Probablemente no.

¿Estaban arrepentidos? Eso era un rotundo no.



—¿Y... Qué tal?—preguntó Seonghwa aún tratando de recuperar el aliento.

La vista del rubio seguía en el techo aún viendo estrellas y sin terminar de analizar lo que acababa de pasar; solamente alcanzó a decir una palabra —Wow...

Seonghwa tampoco contestó y solo se acurrucó más cerca del rubio, envolvió sus brazos alrededor de la cintura aún descubierta.

Los fuertes brazos de Yeosang jalaron una sábana para cubrir sus siluetas desnudas y sudorosas.

Cuando el más alto recuperó la consciencia removió el condón que traía puesto y lo arrojó a un lugar desconocido.

Las manos que estaban en su cintura subieron hacia los hombros del rubio, en algún momento se encargaron de acariciar los duros músculos de Yeosang y quedó encantado.

Su parte favorita del cuerpo de Yeosang eran esos brazos que tenían la suficiente fuerza como para cargarlo como princesa.

Le encantaba acariciarlos y eso era algo que Yeosang sabía muy bien; siempre que tenía la oportunidad de mostrarle sus brazotes lo hacía, a veces simplemente utilizando playeras sin mangas o sacando a relucir sus músculos enfrente de Seonghwa.

En la mayoría de veces el pelinegro tenía que aguantar las ganas de apretarlos y besarlos por pura adoración, por primera vez no había aguantado y terminó por hacerle el amor a Yeosang.

( ꨄ︎ )


Incluso siendo solamente amigos, Seonghwa y Yeosang tenían una rutina específica los días viernes.

Salían más temprano que otros días y aprovecharían a ir a comer en cualquier restaurante, caminarían todo el trayecto hasta el gimnasio para bajar la comida y estarían haciendo ejercicio de 4 a 6 de la tarde. Luego tomarían una ducha juntos en los baños del gimnasio.

El chófer de Yeosang vendría a buscarlos y dejaría a Seonghwa en su hogar para luego llevar al rubio hasta su propia residencia.

Hay un pequeño problema [Seongsang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora