T‐12

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Pov. Jennie

Como regla general, la gente siempre duda en comentar sobre mi apariencia, ya sea porque tienen miedo de sonar como un gilipollas insensible o porque creen que me ofenderé si están reconociendo algo que no tengo la capacidad de juzgar.

Para el último grupo, no podrían estar más equivocados.

Todo lo que uso es intencional.

Todo lo que compro es estratégico.

No puedo colocar la ropa en la parte superior de mi Lista Importante (o incluso en el medio)

Pero está ahí, como todos los demás.

Aparte de Rosé y mi madre, dudo que alguien se dé cuenta de que mi ropa del día a día solo consiste en colores negros, grises, blancos y verde caqui.

La única ropa de color que tengo son algunos vestidos selectos, que puedo usar sin preocuparme por los tonos que chocan.

¿Cómo sé que el rojo contrasta con el amarillo o que el verde caqui complementa mi tez?

Porque escucho, presto atención y soy lo suficientemente inteligente como para preguntarle a Rosé si me veo bien antes de salir de casa.

Como esta noche.

Aunque no me importa lo que piensen, sigo siendo consciente de que estoy en la puerta de una fiesta frecuentada por modelos.

Sin duda, la gente de Lisa ya se ha formado opiniones poco halagadoras sobre la chica ciega, que se gana la vida con su amiga.

¿Pero quién sabe?

Tal vez un atuendo bien diseñado elegido por mi mejor amiga, pueda cambiar eso.

-Me debes mucho, Ruby Jane.

-Es hermoso ¿No?-le pregunto a Rosé, mientras me lleva a la puerta principal.

Sin ver, sé que estamos paradas en el umbral de una casa grande.

Pasamos por la puerta principal hace al menos dos minutos, lo que significa que el terreno debe ser enorme.

Ella se burla.

-La Mansión Playgirl es hermosa. Esto es espectacular. Ni siquiera podemos escuchar música, así de grande es la casa.

-¿Así de grande? Maldita sea, Lisa debería pagarme-se ríe débilmente de mi broma, aunque su alegría habitual parece estar disminuyendo bajo el peso de su inquietud.

Rosé pasó la mayor parte del día preparándose para esta noche.

Afirmó que le faltaba un nuevo vestido de fiesta y nuevas uñas, pestañas y extensiones de cabello, pero yo sabía que la invitación para asistir a la fiesta de una modelo inspiró el cambio de imagen.

Ojalá pudiera verla para poder decirle lo bonita que es, sin todas esas cosas.

-¿Estás segura de que Lisa dijo que me trajeras?-pregunta por tercera vez.

Aprieto su mano.

-Lo prometo. Creo que necesitan una virgen para sacrificar esta noche-como una aguja golpeando un globo, la broma tiene a Rosé exhalando un suspiro de risa.

-Deben haber descubierto que mi mejor amiga, es una puta promiscua después de extender la invitación.

-No hables así.

Desafortunadamente, el fuerte resoplido de Rosé se sincroniza perfectamente con la apertura de la puerta principal.

Instintivamente giro mi cabeza hacia el sonido, momento en el que las uñas de Rosé se clavan en mi mano.

¿Puedo tocarte?/Jenlisa(G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora