Eres Terca

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No te rindas.

Si vas a volver a brillar...

Vas a sanar esas heridas, vas a superar a ese imbécil.

Algún día dejara de doler así el pecho y todo será solo un mal momento.

Te levantarás y verás que ya no abran voces, ya no duele, ya no lo extrañas, ya no sientes nada.

¡Pero acuérdate que no se olvida!

Que solo deja de importar.

Y Para eso necesitas tiempo,
tiempo para sanar y para volver a encontrarte,
necesitas juntar las partes qué te faltan qué te rompieron,
qué se perdieron en su mirada,
necesitas llenarte de poesía,
aprender a tener tiempo para ti,
aprender amarte a ti,
a disfrutar cada pequeño logró como si fuera el más grande de tu vida.

Así que no te rindas.

Lo diste todo y de eso deberías estar más que orgullosa.

Aunque nada saliera como esperabas,
aunque eso qué pensaste que nunca terminaría de pronto se acabó,
aunque te tardes un poquito en volver a brillar y bailar y reír y cantar.

Yo sé que ahorita no encuentras ni por dónde empezar...

Qué las palabras de aliento no sirven, qué los futuros y las promesas se te fueron a la mierda y que una vez más elegiste mal...

Pero tranqui.

Lo intentaste y ese corazón tan valiente como de pollito estará bien.

Te lo prometo.

Pero por favor, no te rindas, porque a veces qué te rompan en mil pedazos es solo el destino diciéndote que no era ahí, pequeña terca... Porque merecías más.

Aveces lo sabemos pero
duele aceptarlo

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