Capítulo 27. Propuesta

8 1 0
                                    

Julieta
La boda de Luna fue hace un par de días, envié muchísimos videos  y fotos a Ethan de la ceremonia y los votos y la fiesta, él no pudo acompañarnos, pero se sintió feliz y respondió con mucha emoción cada que recibía una imagen o un video.

Yeong decidió que nos quedaríamos aquí unos días más, su familia se fue al otro día de la fiesta, después del almuerzo y agradezco a Dios que lo hayan hecho, no podía más con la tensión que se respiraba a nuestro alrededor. La amenaza del mayor de los Moon fue latente hasta en el aire, aunada a la malís modos y malas caras de la nuera "Moon" que incomodaba y ponían tenso a todo el mundo, mejor que se hayan ido, así nadie los ve con desagrado y ellos a nadie menosprecian.

Moon HaNi, cree que sus millones y los de su familia me impresionan «ilusa», nada más lejano de la realidad, tengo el suficiente dinero como para que SanTae, ni sus hijos, o los hermanos que decida darle, no pasen privaciones en su vida sin trabajar, no tengo que casarme con ningún hombre por la fuerza para ganarme un nombre o el respeto del mundo porque me basta y sobra mi nombre, quizá debería decirle a Luna que le recomiende se informe de quien soy antes de retarme con la mirada y con su desprecio como lo hizo durante toda la fiesta. Disculpo su ignorancia, estoy segura que habrá oportunidad de hacerle ver lo insignificante que es a mi lado. Ni como empresaria, ni como mujer, mucho menos como estratega o delincuente me lleva ventaja en nada.

El cuñado fue otra jodida espina en el dedo gordo del pie, sentí sus miradas morbosos e insinuantes todo el tiempo que me tuvo en la mira y de ese también tengo que cuidarme, algo me dice que si bien su esposa es una víbora con faldas, como la llama HeRi, y yo concuerdo, sabe que lo es y no lo esconde, en cambio el hermano es de esos alicantes que mencionan en las historias de mi pueblo, donde la víbora chupa del pecho de la madre y al bebé le da su cola para que se entretenga, hipnotizando a la mamá, cada que desea alimentarse hasta hacer que el bebé muera famelico, escabulléndose el animal entre el más mínimo agujero y dejando con incógnitas e interrogantes a todos los familiares de cómo sucedió y por ende acusando a la madre de ser mala, así me imagino a ese hombre, siendo un demonio disfrazado de buena persona.

No es feo, ningún Moon lo es, el señor con sus años sigue siendo atractivo y sigue poseyendo un aire seductor, aún sin proponérselo, no me imagino cómo fue en sus años de juventud. El hijo mayor hace que se me ericen los cabellitos de la nuca. Pude notar que no toleran a Gerardo y mucho menos a su familia, espero que use él sé de cuanta, no es tonto y creo que lo sabe, si les da por su lado, es porque no quiere que HeRi pierda la buena imagen que tiene de su hermano mayor aunque este no se lo merezca.

Así que sí, estamos más tranquilos desde que los Moon se fueron. Cuando regrese a Corea me prepararé con todo lo que tenga para enfrentarlos y no dejarme vencer, mucho menos de la tal HaNi, como que me dejó de llamar Julieta Calista Garza o Moon Aimeé si me dejo, podrán tirarme pero jamás van a verme en el suelo.

Los Téllez también se han ido de Sonoma, no han dejado el territorio estadounidense, sin embargo, decidieron seguir con sus vacaciones en Los Ángeles y  nos dejaron solos aquí.

El desayuno está en la mesa del desayunador y destapo los platos al escuchar la puerta del baño abrirse, la estancia se llena del olor de los huevos revueltos y la fruta picada y del vapor que emana de la ducha que acaba de tomar mi marido, mezclando el aroma de su gel de baño con la de los alimentos haciendo una mezcla que me eriza los vellos del cuerpo.

Santy continúa durmiendo, InHa está merodeando los alrededores, al estar perdido en sus sueños su custodiado le di un rato para que ella descansara y pudiera conocer las cercanías del lugar y para que apreciara lo hermoso que es.

Yeong gotea agua de sus cabellos, caminando directo hacia mí, son de un negro tan profundo, que en ocasiones cuando el sol se refracta en ellos se ven incluso azulados, como ahora, que me deja idiotizada siguiendo con la mirada la trayectoria de las gotas resbalando por su abdomen, una toalla lo cubre de la cintura hasta las rodillas, paso mi lengua por mis labios sin darme cuanta, hasta que el ríe frente a mi.

Nos volvemos a ver.[Ver 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora