CAPÍTULO 7...
~LUCERO~
Habíamos llegado super tarde, o sea directo a dormir. Por suerte estaba la casa de mi padre. Ahí nos quedamos. Para mi mala suerte. Como ya es costumbre, esa noche. Tampoco pude dormir. Normalmente bajé a la cocina donde estaba Carlos quien tampoco podía dormir.
—Insomnio? —camino por un vaso de agua y el se rié sentado en una de las sillas frente a la isla—
—Cambio de horario más bien —tomo asiento frente a él y bebo del agua— Por suerte Lucerito si cayó como piedra
—Si. —veo por encima del hombro de Carlos algo sorprendida un portarretratos— No puedo creer lo que estoy viendo
Carlos voltea y yo voy hacia allí. Es una foto de mi papá abrazando a mi mamá por detrás. No tengo recuerdos de ellos, nunca los vi juntos, ni tratándose bien y esta foto era más que una sorpresa para mi.
—Es Roberto con mi mamá —le eneseño a Carlos— Podría jurar que esto podría ser un montaje —Carlos se ríe— Tu fuiste testigo no se llevaban nada bien. —suspiro mirando el rostro de mi mamá en la foto— La extraño
—Ya lo sé. Era todo para tu hermano y para ti
—Es que la vida es más cabrona, te das cuenta? Me quita todo lo que en realidad amo
—Ya no pienses en eso. Vente siéntate aquí conmigo
Nos recostamos en el sofá hablando y no me di cuenta de cuando quedé dormida
~~~
Cuando al siguiente día salimos con la niña a dar unas vueltas por la plaza llegó un momento en el que se me soltó de la mano y por estar entretenida no me doy cuenta hasta un tiempo después
—Lucero!!! —miro a todas las direcciones y no la encuentro— Nena!!! Ay Dios —corro hasta Carlos— Se me perdió!!!
—Qué? Quién? —me pongo nerviosa y el agarra mis brazos— Respira y dime
—La niña —el se asusta— Carlos mi hija!!! Ay no, soy un desastre!!!
—Escucha, toma aire y comenzamos a buscarla.
Justo cuando más mal me estaba poniendo siento como me tocan la esplada unas manitas y cuando volteé a ella no pude hacer más que abrazarla y cargarla. En unos minutos nació ese horrible miedo de perderla para siempre.
Me habla de un señor bueno que la ayudo pero cuando volteo y veo, no puedo creer lo que mis ojos están viendo justo ahora. Esto debe ser un sueño. Esto no es real
—Lu..Lucero —dice asombrado—
—Como sabes el nombre de mi mami? —ay no diosito ahora ya lo sabe—
—Ah, eh, me lo dijiste cuando me hablabas de ella
La niña pone cara de duda
—Carlos. Llévate a la niña al auto —llamo a Carlos que estaba a unos metros de mi—
—Mami, él no hizo nada malo —Carlos se queda helado al verlo pero reacciona y la carga— No lo regañes
—Ya lleva a la niña adentro —se van y volteo a Manuel quien me veía como tonto—
—Lucero, preciosa —cierro mis ojos y doy un paso atrás al ver sus intensiones de tocarme— Te extrañé
—No digas nada más, si?
—Tenemos que hablar. Tengo que explicarte que...
—No quiero que me expliques nada. —trato de aguantar las lágrimas que sé que están bien cerca— Suficiente tiempo hubo, ahora ya es demasiado tarde
—Es necesario no sabes que pasó
Volteo para irme y 8el toma mi mano. Ambos nos quedamos paralizados con ese toque
—Dónde está la Lucero que conocí?
—Mírame aquí.—digo segura— Pero con más experiencia. Cambié interiormente para mi bien. Y exterior solo es un color de cabello —digo con ironía—
—Lucero yo te amo
Esas palabras me estaban calando hasta lo más profundo como el no tiene idea
—Y yo te quiero completame lejos de mi vida
—Esa princesa. —veo sus ojos cristalizados— Es mi hija verdad?
—No —doy mi espalda y me voy lo más rápido posible, cuando volteo Manuel se va en compañía de otro hombre
Subo al coche con las lágrimas casi al salirse y la niña me mira con miedo
—Mama perdóname no fué mi intención —dice bajito y yo rompo en llanto— Mami porfavor perdón —miro al techo del vehículo en marcha, seco mis lágrimas y la abrazo—
—Tu no hiciste nada Lucerito. No hiciste nada malo.
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Me encierro en el cuarto llorando de la rabia, rasgando las sábanas, mordiendo las almohadas para no gritar, este dolor de verlo me despertó todo el sufrimiento que llevo atorado en el pecho desde hace 4 años atras.
<Te odio Mijares te odio>
Grito golpeándo el colchón y arrastrándo todas las sábanas hasta el suelo y acostándome justo ahí llorando más.
<Porqué ahora!!!! Ahora que la niña me estaba sanando lo que tu me dañaste!!!>
Tocan la puerta
<Déjenme sola!!!>
Grito llorando sin importarme quien era. Ahora no quería saber de nada. De nadie. Pero tengo que contarle a alguien!!!
—Itati!!! Perdóname seguro estás dormida pero... —sollozo— No puedo más!!! —lloro al teléfono—
—Pero que pasó Lucerito? Le pasó algo a la pequeña?
—Manuel, Itatí, Manuel!!
—Lucero por el amor de Dios yo sé que ese hombre te tiene mal, que estás sufriendo diario y que yo te dije que cada que estés mal me hablaras pero comprende que no son los mismos horarios y yo tambien estoy mal
—No Itatí no entiendes!!! —el llanto no me dejaba continuar— Lo vi Itatí... lo tuve en enfrente
Se hizo un silencio matador para mi
—Cómo? Está ahí? —afirmo llorando— Dios santo no!!! Y la niña?
—Ya lo conoce!!! No sabe que es su papá y él lo sospecha aunque le dije que no y... Itatí me quiero morir
—Lucero a ver no!!! Relájate. Yo sé que esto es lo peor pero... carajo no sé ni que decirte!!! —se queja—
—Déjalo así, solo quería decírtelo. Descansa
Cuelgo y coloco el teléfono en la cama. Y voy al baño. No paré de llorar estoy mal. No pensé que esto fuese a ocurrirme así de la nada. Como voy a avanzar ahora que justo esto me está pasando?
Quiero morirme no me interesa lo que suceda, no quiero verle más. No quiero tenerlo cerca. No quiero que me encuentre y sepa más de Lucero Mijares.
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No sé cómo llegué a este punto en ni vida, el de andar con miedo a que algo vean. A que algo descubran. Y es que todo esto es por esa pequeña. Si algo le pasa por mi culpa no me lo voy a perdonar.
No tengo idea de cuánto tiempo a pasado, no me he levantado de la cama. La puerta la han tocado muchísimas veces, toques fuertes, toques suaves, podría distinguirlos pero no tenía las fuerzas suficientes para ver a alguien y hablarle de como me siento
—Lucero!!!! —grita Carlos y yo golpeo el colchón— Abre la maldita puerta carajo no has comido nada. Llevas casi un día completo encerrada ahí
No hago nada, no respondo. No tengo fuerzas para siquiera decirle que se largue
—Lucero por dios!!! Si no abres, tumbo la puerta —lentamente camino y abro la puerta— Maldición!!!
Dice viéndome, puedo jurar que mi aspecto físico está peor de como me siento ahora mismo. Carlos me jala a su pecho y me abraza con fuerza, yo no lo hago. No lo abrazo. Nada más me quedo estática sintiendo mis lágrimas brotar
—Linda así no puedes seguir
—No me importa nada
—Pero tu tienes una niña. Y a mi
Lo observo separándome de él. Carlos tenía el ceño fruncido ya que lo estaba mirando de otra manera. Y es que el enojo, la rabia, la impotencia no sé que más, se estaban apoderando de mi y agarro su nuca besando sus labios
No era un beso normal, era desesperado, era con hambre, Carlos intentaba zafarse, más no lo iba a hacer. De eso podría estar seguro. La furia que tenía dentro era más fuerte que cualquier otra cosa y era raro. Pero mientras lo estaba haciéndo, mis lágrimas no dejaban de caer y un nudo en mi garganta estaba acabando conmigo
🖤Capítulo #7🖤
