Habia pasado casi un mes desde que Jimin y su madre habian llegado de París, Jeon no lo habia llamado ni una sola vez, y aun que lo negara, al pelirosa le intrigaba el por que, y es por eso que en este momento Jimin caminaba hacia la oficina de Namjoon, quería hablar con el sobre algunos prospectos de venta, el era el encargado de recibirlos y derivados a los asesores, aún que en realidad todo era un pretexto para ir al edificio de la constructora y saber algo de Jungkook.
Al llegar el pelirosa tocó la puerta recibiendo un "pase"
-- Buenos días Nam-.- saludo jimin sonriendo.
-- Hola jimin, justo te iba a llamar-.- mencionó el moreno.
-- ¿A si? Pues aquí estoy-.- sonrió
-- Tengo un prospecto perfecto para ti, es un hombre extranjero, esta buscando algo no muy grande ya que viene solo ¿Tienes disponible la tarde?-.- el moreno preguntó.
-- Si claro, tu dime hora y lugar y ahí estaré-.- dijo el pelirosa entusiasmado.
-- Me pondré de acuerdo con el y te mando toda la información información ¿Te parece?
-- Ok, entonces me voy, estaré al pendiente, gracia Nam.-.- dicho esto el pelirosa salió de la oficina del moreno.
Camino de regreso y antes de entrar al ascensor pensó en "pasar a saludar a su amigo Jin" lo cual era solo un pretexto.
Camino hacia donde este estaba, el pelimorado estaba sentado detrás de su escritorio muy concentrado en su computadora.
-- Hola jinnie-.- saludo el pelirosa
-- Mimi, que sorpresa ¿Que te trae por aquí?-.- preguntó Jin.
-- Solo pasaba a saludarte ¿Como haz estado?-.- hablaba mientras su mirada estaba fija en la puerta de la oficina de Jeon.
-- Horrible Mimi, ya no aguanto a mi jefe, estos últimos días a estado de un humor insoportable-.- el pelimorado hablaba con frustración-.- ¿Y que tal tu?
En realidad jimin no le había prestado atención.
-- he.. Yo pues bien.
-- Te pasa algo ?-.- preguntó Jin
-- No para nada-.- dijo negando con sus manos
Se enfrascaron en una platica amena, tenían días sin verse, poco tiempo después escucharon la puerta de la oficina abrirse.
Jimin giro su rostro decidido a sonreirle al pelinegro, más quien salió de la oficina no era Jeon, si no una hermosa castaña, un sentimiento amargo se instalo en el pecho de Jimin.
La castaña pasó de largo sin siquiera voltear a verlos.
-- ¿Y esa quien es?-.- preguntó jimin.
-- ¿No lo sabes?-.- el pelimorado hablo sorprendido.
-- Jinnie, si lo supiera no te hubiera preguntado-.- el pelirosa rodó los ojos.
-- Es la prometida del señor Jeon-.- Jimin se quedó en shock, movió un poco su cabeza para salir del trance y miró a Jin con los ojos muy abiertos
-- ¿QUEEEE?-.- Exclamó el pelirosa sorprendido.
-- Así como lo escuchas Mimi, hace un poco más de dos semanas que anunciaron su compromiso-.- jini sintió su sangre hervir y sin pensarlo caminó furioso a la oficina de Jeon.
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Esto sucede en simultaneo con la llegada de jimin al edificio.
POV JK
-- ¿Y que piensas hacer jungkook?-.- pregunto la castaña.
-- Aun no lo se, no hay manera de comprobar que el abogado altero el contenido del testamento de mi padre-.- el pelinegro se sentía frustrado, nada estaba saliendo como el pensaba.
-- tenemos que hacer algo, yo no me quiero casar, tal vez este mal que sea yo quien lo diga pero.. -.- la castaña guardo silencio.
-- ¿Pero que Daeyun? Habla de una vez-.- dijo jeon con frustración
-- Estoy segura que mi padre tiene algo que ver, el siempre quiso unir nuestras empresas y como sabe que tu jamás permitirías que tu tía se quede con lo que tu padre trabajo, lo aceptarías-.- la castaña estaba realmente apenada.
-- ¿Y como piensas averiguar eso? tu padre es bastante astuto, no te será nada fácil.
Daeyun y Jungkook habían conversado días después de la lectura del testamento, ella solo era un peón en este juego al igual que su tía, la estaban obligando a casarse.
Ella estuvo en internada casi toda su vida y solo la habían traido de vuelta para que se comprometiera con un hombre al que no amaba, la castaña quería disfrutar de su juventud y claramente el matrimonio no estaba en sus planes
-- Tu dejamelo a mi-.- le guiña un ojo y se pone de pie -.- Yo te voy a librar de esto-.- le sonrió y camino hacia la puerta para irse.
-- Daeyun-.- jeon la llamo.
-- Mmm-.- se giró para ver al pelinegro.
-- Gracias-.- dijo sincero.
-- No lo hago por ti querido-.- le sonrio-.- no quiero pasar la vida con un amargado como tu-.- soltó una pequeña carcajada y Jeon la siguió.
La castaña salió de la oficina son voltear a ningun lado, tenía que mantener su papel ante los demás, aún que en realidad era una buena persona.
Jeon se quedó recostado en su silla moviéndose de un lado a otro, a su mente llegó la imagen del pequeño pelirosa y sonrió.
-- Te extraño niño, pero mientras esté metido en esto, no podre verte.-.- pensó.
A jeon definitivamente le gustaba el pelirosa aun que no lo aceptará, pero éste le hacía sentir cosas que jamás había sentido, le gustaba verlo sonreír y que sus ojos desaparecieran al hacerlo.
Sonrió como colegial enamorado y se acomodó en su silla, estaba dispuesto a ponerse a trabajar cuando escucho la puerta abrirse, frunció el ceño y giró su rostro para ver quien se atrevió a entrar sin antes llamar.
Un pelirosa con cara de pocos amigos entró furioso a su oficina, aún que jeon ni cuenta se dio, lo había extrañado demasiado, se levantó dispuesto a envolverlo en sus brazos y llenarse de su aroma.
Camino hacia su encuentro más nunca espero que este lo recibiera con una fuerte bofetada.
Jeon se quedo estático, no entendía nada.
-- ¿Cuándo tenías pensado decírmelo? -.- espetó furioso.
Jeon que todavía estaba procesando lo sucedido tocando su mejilla adolorida, pensaba en que no podía decirle nada pues si el abogado sabía que tenía a alguien más, la empresa pasaría en automático a las manos de su tía.
Apretó los puños con frustración y se recompuso, algo dentro de él le molestaba ver al pelirosa en ese estado, a jeon nunca le habían importado los sentimientos de los demás, pero ver el rostro de decepción de jimin removía algo en el.
