Aquel oji miel se despertó en una habitación desconocida. Su vista estaba nublada y su cabeza daba mil vueltas. No entendía dónde estaba. Miró a su alrededor pero no había nada. Unos seis minutos parecieron horas para Alex. Hasta que finalmente vio entrar por la puerta de ese cuarto a alguien. Era Noah, aunque tardó en distinguirlo. Sus párpados le pesaban mucho y su vista seguía cansada, apenas mantenía sus ojos abiertos.
— Oh, veo que estás despierto. —Se detuvo en su lugar. Lo miró con su clásica sonrisa de oreja a oreja que encantaba a todos.
— Qu...¿Qué sucede? ¿Por qué estoy aquí? ¡¿Qué me hiciste?!
— Hey, cálmate —dijo mientras se acercaba al chico con pasos lentos pero firmes —. No te hice nada, solo te iba a poner este paño mojado en la frente —mencionó sosteniendo dicho objeto entre sus manos.
"¿Por qué haría algo cómo eso?", pensaba Alex. Él no estaba enfermo. Solo estaba muy confundido, y con cada segundo que pasaba solo empeoraba.
Se acercó lo más que pudo a la pared al ver que Noah se sentaba en la cama.
— No te haré daño. Escucha, ayer te desmayaste antes de irte, ¿recuerdas? —No hubo respuesta por parte del mayor, así que Noah supuso que no recordaba nada de la noche anterior. — Se había hecho muy tarde luego de terminar lo que estábamos haciendo en el proyecto, entonces te invité a comer algo antes de que te fueras. Dijiste que no podías, que tenías que volver lo antes posible. —Noah percibió cómo el chico se empezaba a sentir más cómodo. —Mientras guardabas tus cosas, te noté mal, raro. Intenté ayudarte, pero ya era tarde cuando te ví desmayado en el piso. Supuse que fue por no comer en tanto tiempo así que te dejé descansar. —Alex no notó nada raro, no tenía por qué desconfiar de su historia. Aunque algo le molestaba.
— Entiendo... Gracias por cuidarme.
— No fue nada. ¿Quieres quedarte para hacer algo? —Un silencio se hizo presente en la habitación.
— No creo poder. Mi ami... Mi compañera de cuarto se preocupará mucho por mí si no vuelvo. Gracias de todas formas.
— Lo entiendo.
Alex se fue a cambiar con su ropa nuevamente, pues Noah ya lo había hecho. Eso le pareció raro, "¿Por qué me cambiarías de ropa?" pensó. Mientras se desvestía buscó razones, y se aferró a que solo era para darle más comodidad al chico a la hora de descansar. Pero quedó atónito al ver las marcas en el cuerpo. Estaban por todos lados, sobre todo en la zona del pecho. Parecían moretones, pero no le dolían como tales. Intentó cubrirlos lo mejor que pudo. Quizás eran golpes que le quedaron cuando se desmayó la noche anterior, pero, ¿en esas zonas?
Se fue lo antes posible de esa casa. Aún se sentía mal, sumando el hecho de lo confundido que estaba por esa situación, pero intentó no carcomerse la cabeza y solo concentrarse en su música por el resto del viaje.
Llegó a casa y fue recibido tal cual pensaba. Los gritos de Rossie se escucharon en todo el edificio. Por lo menos él sabía que solo era por lo preocupada que estaba, pero eso solo lo hacía sentir peor.
— ¡¿Dónde diablos estabas, Alexander?! ¡Te fuiste toda la noche y no me dijiste nada! ¿Sabes lo preocupada que estaba?
— Lo siento, realmente lo siento. Pero...pasó algo.
— ...¿Qué sucedió? —Alex pudo ver en el rostro de su amiga la preocupación. No podía ponerla peor siendo que todo había sido su culpa.
— Ayer, luego de terminar lo que teníamos que hacer del proyecto con Noah fuimos a un bar cercano para beber algo. Al parecer me excedí un poco e hizo que perdiera el conocimiento. Me llevó a su casa ya que no recordaba nuestra dirección. Eso es todo...
— Te gritaría de tantas formas, pero se que estás mal. Es mejor que descanses, mañana podemos hablar.
Alex asintió con una sonrisa y se dirigió a su cuarto. Cerró la puerta detrás de él y se quedó allí, sin avanzar ni un paso. Todo le daba vueltas. Su trabajo de ayer. Lo que le dijo Noah. El haberle mentido a su amiga. Nada estaba bien y no entendía por qué. Se dejó caer mientras agarraba su cabeza tratando de recordar todo lo que pasó y llegar a una conclusión clara. O al menos creíble para él. Cerró sus ojos estando aún en el suelo, pero se sorprendió en cuanto una imagen escalofriante se hizo presente. Dos ojos mirándolo fijamente, y una sonrisa siniestra que lo único que le hacía sentir era miedo.
ESTÁS LEYENDO
Obsessive Love
Mystery / ThrillerUn chico salva a su compañero de unos abusivos. ¿Que podría salir mal? [FINALIZADA]