San Valentín

116 2 13
                                    

Sunblast y Penny. Cuando primero conocí a Saúl (a quien llamamos Sunblast) pensé que era un idiota, y si lo es. Un idiota brillante como el sol, pero con un gran corazón, no termino de entender cómo se juntó con alguien como Penny, la chica más inteligente de toda la escuela, con un corazón noble, pero a la vez ruda, siempre luchando por lo que es correcto.

Cuando volví a la escuela de vacaciones entré como mi nuevo 'yo'. Completamente diferente a aquel simple y aburrido Ramón, ese niño ñoño que no tenía nada interesante ni sorprendente que mostrar por sí mismo. Un niño bueno que obedecía todo lo que le dijeran y que podía pasar desapercibido sin problema. Qué vergüenza…
Bueno, ni tan bueno, si hubiera sido un santo no hubiera jugado con brujería y nunca hubiera conocido a su salvación, ósea yo. Gracias al sombrero obtuve el control de esta bolsa de huesos que llaman un cuerpo y pude darle algo de emoción a su miserable y patética vida. Ahora mírenme, somos caóticamente geniales en cada aspecto, la gente me mira no importa donde vayamos, no cabemos en lo que la gente llama "normal", somos llamativos y ruidosos— justamente lo que necesitábamos.

En fin, cuando volví entré como nuevo, con un estilo y personalidad diferente. Vi a muchas caras nuevas, otras que ya había visto, pero a quienes nunca les había hablado y otras más… desfiguradas. La gente murmuraba de mí, el chico "nuevo". Admito que no me molestaba la atención, pero tampoco la necesitaba. El pobre Ramón no tenía amigos así que este sería el primer año que daría de qué hablar, y el primer año de conocer a gente nueva. Cuando esperaba a que sonara la campana para mi primer periodo en el pasillo los vi, dos enamorados agarrados de la mano y con una ligera sonrisa que expresaba la felicidad que sentían de estar juntos.
"Ugh…", pensé. Nomás de verlos sentía que me iba a dar diabetes. Claro, en la prepa no faltaban los tortolitos de amor, "a ver cuanto duran", me dije a mi mismo. Se formaron frente a la puerta y platicaron en voz baja hasta que el maestro nos abrió la puerta para entrar. Solo los vi de reojo mientras se fueron a sentar, "no puede ser que sean novios", pensé. "Se ve que son completamente diferentes", torcí los ojos, pero se veían felices juntos así que no les di importancia, tampoco me importan tanto.

"Penélope. Mi nombre es Penélope", Me dijo cuando me tocó sentarme a lado de ella y estiró su mano hacia mí. La miré por un segundo intentando decidirme si sacudir su mano o dejarla colgando. "Black Hat", le respondí y sacudí su mano. ¿"Black Hat? Que cur-""Ramón?" El maestro la interrumpió para tomar asistencia. "Aquí", le gruñí al maestro, no puede ser. Penélope me miró y sonrió, "lindo apodo". "Hmph", mire al frente y me acomode en mi asiento.

Las semanas fueron pasando y terminé haciendo más y más amigos, unos más cercanos que otros. Conocí a Kenning Flugslys (Flug en corto), un lelo molestado por los bravucones y con la inteligencia de alguien que debería estar terminado la universidad, no la prepa. Lo saqué de un casillero una vez que lo estaban molestando, estaba igual o más asustado de mí que de los bravucones que lo habían metido ahí, pensó que lo iba a golpear. Para su suerte no me interesaba meterlo ahí de nuevo. No sé por qué sentí la necesidad de hablar con él, sabía perfectamente que estaba aterrado de mí, pero como espantaba a sus bullies se juntaba conmigo. Cuando no está conmigo está con Cecilia, una chica algo burra, que siempre llevá orejas de gato y que siempre se le pega a Flug cómo chicle (para que le haga su tarea creo yo). No me cae mal, pero es algo enfadosa, asumo que yo tampoco le caigo muy bien que digamos, pero eso es lo de menos para mí. Cuando no me junto con Flug me junto con Penny y Sunblast (más bien soy el "tercio"), me llevo mejor con Penny porque es la que más me tiene paciencia. Nunca creí que me llevaría bien con Sunblast porque a primera vista parece pendejo, pero es bastante agradable y relajado cuando le caes bien.

Solía pensar "que asco" siempre que miraba a Sunblast y Penny todos cursis agarrados de la mano o abrazados hasta que la vi. Mariana, una chica un año menor que yo metiendo a un pobre miserable en un bote de basura. Todos la llamaban "Demencia" por loca, era la pesadilla de alumnos y maestros por igual, una chica que traía caos y destrucción a dónde fuera. Recuerdo la primera vez que la vi a los ojos, sentí algo extraño, algo que nunca había sentido antes, pero que me llenaba de emoción y felicidad. "Quién es ella?!" Le pregunté a Flug quién se había pegado más cerca a mí mientras la veía aterrorizar a uno de primer año. "Esa es Demencia, está loca así que no te le acerques-"
Antes de que pudiera terminar de hablar cuando volteo ya no estaba, solo necesitaba su nombre para presentarme.

San Valentín Donde viven las historias. Descúbrelo ahora