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- Star querida, tu padre y yo lo hemos estado hablando y tienes la edad considerable de acuerdo a la historia mágica, creemos que ya va siendo hora de tener la varita, sabemos que solo te lo habíamos avisado como una probabilidad hace unos días, pero creemos que ayudará a desarrollar tu personalidad de mejor manera.

La mayor en aquella sala se mostraba serena pero su habla era nervioso mientras que el rey a un lado suyo se encontraba preocupado, todo ello le causaba confusión a la rubia, pensó que el paso de su varita sería en unos años más, pero dejando de lado todo ello, la felicidad que desbordaba en su interior era tan grande que apenas podía ocultarla, debía mantener las apariencias por el bien de su futura varita.

- ¿Te encuentras bien mamá?

- Claro que si querida, pero debo advertirte que la entrega será en unos días.

- ¿Por qué? - La menor estaba confusa, según Glossaryck, cuando se anuncia una entrega de varita es porque lo harían enseguida, no como se estaba haciendo en ese momento.

- Unos problemillas sin importancia.

- ¿Y Glossaryck?

- Él tuvo algunas cosas que hacer, verás que no tardará en volver.

- De acuerdo, pero si el no está ¿Quién me enseñará los hechizos?

- Lo haré yo hasta que él regrese, solo serán los hechizos básicos por el momento.

La pequeña aún tenía sus dudas, pero no podía cuestionar más a su mamá, o ella se daría cuenta que dudaba de sus palabras, como la buen niña que le prometió ser a Toffee, se mantuvo sumisa como se le había enseñado o como había acordado ser ante su madre, aunque el sonido de espadas chocando y algunos gritos fuera del castillo alarmo a todos.

De un momento a otro todo era un caos, el castillo se caía a pedazos y el fuego se extendía detrás de ella, su madre corría por delante mientras tomaba su mano con bastante fuerza, su padre se había ido corriendo al pueblo una vez el soldado irrumpió la sala en donde se encontraban avisando la situación, la rubia estaba tan perdida en sus pensamientos que se dio cuenta bastante tarde del portal frente a ella y a su madre arrojarla dentro con la varita, no le dio tiempo de correr hacía ella cuando el portal se había cerrado y con ello sus esperanzas de ver a su querido amigo.

~     •     ~

- Vaya vaya, pero miren que tenemos aquí, si es la exreina de Mewni.

- Toffee.

- Al parecer no es tan ruda sin su varita y su libro de hechizos ¿No es asi?

- ¿Qué es lo que quieres?

- Usted sabe lo que quiero.

- Se fue, no está en el castillo.

- Su varita no me interesa.

- ¿Qué?

- Su hija ... es una linda niña, su sonrisa ....

- ¡Aléjate de ella! Esto es entre tú y yo Toffee.

- No lo creo, hace años destruyo lo único por lo que luchaba, ahora a llegado el momento de tomar lo que deseamos con tanto anhelo sin preocuparnos por ustedes.

- Mi hija es inocente de lo sucedido en el pasado, ella no tiene nada que ver con nuestra guerra.

- ¡Tampoco las familias de monstruos que fueron asesinadas!

- ...

- Todos tenían esposas, hijos, hogares, y todo fue destruido por tu avaricia, todos perdieron algo importante, excepto ustedes, los mewmanos.

- Te equivocas, mi madre ...

- Ella fue la única culpable de su muerte, todo ha estado mal desde la reina Solaria, las relaciones con los monstruos se cortaron por miedo, cuando ustedes no son tan diferentes a nosotros.

- Eso no es cierto, tú la mataste-

- Fue en defensa, ¿Nunca se preguntó qué era lo que hacía a esa hora en una zona de guerra y sola?

- Ella quería hacer un tratado con los monstruos.

Toffee no pudo evitar soltar una risa sarcástica que hizo erizar la piel de la peli-azulada, realmente daba miedo desde la perspectiva de la reina, sin embargo, el contrario se encontraba frustrado, algo aliviado de saber que su princesa estaba lejos de la guerra pero igualmente triste de no volverla a ver por un largo tiempo.

- Por lo último que me informaron, fue enviada por el consejo mágico a matarme, pero lo único que lograron fue deshacerse de un peón para tener otro más obediente que el anterior.

- ¿Que?

La reina estaba sorprendida, había tenido sus dudas desde hace tiempo, pero nunca se había atrevido a culpar a aquellos que le habían brindado ayuda por años a su familia.

- Estas mintiendo, ellos son poderosos, podrían-

- Nunca se meterían a una guerra que no les incumbe, asi es el consejo, si no me cree, ¿Dónde está la reina Eclipsa?

- Ella cometió demasiados delitos en el pasado, debe estar en ese lugar.

- Su único delito fue enamorarse de un monstruo.

- Esta prohibido.

- Entonces protegeré a su hija de su propia madre.

- ¿Qué?

La contraria no pude reaccionar a tiempo cuando dos monstruos la tomaron de sus brazos llevándola a los calabozos, aunque su mirada nunca se separó del contario. Mientras tanto, este tenía una mirada relajada pero afilada pensando en sus siguientes planes.

- ¡Ella nunca simpatizará contigo!

- Oh, pero si ya lo hizo ...

PECADOWhere stories live. Discover now