Es una escuela en medio de un barrio céntrico de la ciudad, se dice de este que hace ya algunos años fue el convento de monjas, allí había una pequeña capilla donde se llevaban a cabo ceremonias de personas muertas de bajos recursos o de las mismas internas del convento, no se tiene conocimiento a ciencia cierta donde era dicha capilla, pero algunos profesores y mujeres del aseo, aseguran que en la sala de profesores cuando están solos han visto a una monja con su hábito café, solo la ven de pasada, porque de inmediato desaparece, soy profesora de esta institución, aunque se habla mucho del tema, yo siempre hago oídos sordos a estas historias y no porque no crea en ellas, al contrario soy tan miedosa que si las escuchara con atención no podría dormir en las noches.
Carmenza es la señora de la limpieza en el turno de la tarde, el mismo que me corresponde a mi, muchas veces ella se queda después de las cinco y treinta que termina la jornada limpiando algunas aulas, una tarde en la cual también yo me había quedado calificando algunos exámenes, la escuché bajar gritando de la segunda planta, corrí a ver en que podía ayudarla, desde que la vi supe que lo ocurrido era algo bastante aterrador, por que sus ojos estaban desencajados, iba pasar por mi lado sin notar mi presencia, al tomarla del brazo dio un grito de espanto, casi no logra entender quien era yo, al reconocerme, cayó en mis brazos llorando, empezó a contarme lo ocurrido y aunque no quería escucharla, por lo que dije antes que soy bastante miedosa, debía hacerlo, allí solo estábamos ella y yo, el vigilante que era la otra persona que estaba en las instalaciones, se ubicaba en la portería y esta quedaba muy retirada.
Me contó Carmenza que había subido a esta segunda planta, a bajar un escritorio que necesitaba la directora para la mañana siguiente a primera hora, fue a prisa porque ya había terminado sus otras labores y quería irse a casa a descansar, el escritorio en mención estaba tras unas sillas, así que empezó a quitar silla por silla para sacarlo de allí, en uno de esos momentos sintió esa sensación que allí había alguien con ella, en un principio no prestó atención, si alguien había subido allí, la vería trabajando, cual era el problema, aun así en un momento dado miró atrás y vio cuando movían una silla, mejor dicho se movía sola, fue arrastrada unos dos metros por el piso, ella dio un grito de terror y salió corriendo, sin percatarse de cerrar la puerta, algo que se exigía en su trabajo, pero a ella no le importaba, solo quería huir, al llegar a la esquina donde se perdía el aula y la puerta, escucho cuando la cerraron de un solo golpe, aunque muerta de pánico, miró atrás y lo que vio le causó mas terror aun, allí había una pequeña niña de unos siete u ocho años con el uniforme del colegio, el uniforme no era el actual, era uno que se había usado algunos años atrás, aunque la niña sonreía con cordialidad y en sus ojos se veía tristeza, ella solo podía sentir terror, corrió despavorida, mientras escuchaba la risa infantil de la niña, una risa dulce, pero que ella sabía que no era de este mundo.
Abrazadas bajamos a portería y nos fuimos a casa en un mismo taxi, debo confesar que esa noche no dormí bien y las pocas ocasiones que lo hacía tenía pesadillas con aquella niña, la cual yo no había visto, pero por la narración de Carmenza la tenía grabada en mi mente, esta situación desencadenó una serie de sucesos paranormales, un profesor que estaba haciendo una pasantía, debido a esto tenía clases en la mañana y en la tarde, así que permanecía la mayor parte de tiempo en la escuela, una noche se quedó a rectificar un trabajo escrito de un chico, aunque le parecía muy interesante, tenía dudas que algunos apartes eran copias de una obra famosa, no quería dar una buena calificación a alguien que hubiera usurpado una historia ajena, así que para entender mejor donde la había leído antes, empezó a leer en voz alta como para tener una referencia, al entender que si era un plagio, escucho una voz infantil que lo acompañaba en la lectura, levantó la mirada confuso, que niño podía haber aun en las instalaciones, la vio y desapareció, el había escuchado la historia de Carmenza y supo que se trataba de la misma niña o de el mismo fantasma, cayó en cuenta que estaba en la misma aula de clase, a pesar de ser un hombre bastante escéptico de estas cosas sintió miedo, sin mas salió del aula, tuvo la precaución de cerrarla, no se sentía capaz de ver de nuevo el fantasma de la niña.
Unos días después dos niñas fueron llevadas a coordinación, ya que fueron descubiertas en una discusión acalorada con palabras soeces y todo, algo muy raro entre ellas, eran muy buenas amigas, la historia que le contaron al coordinador disciplinario es bastante extraña y llena de terror, las dos niñas fueron al servicio sanitario, una entró mientras la otra la esperaba fuera, en un momento dado la de fuera empieza a gritar y a patear la puerta, ya te saco amiga gritaba, mientras la otra intentaba no dejarse sacar, ya que lo que ella escuchaba, es que saliera que la iba a matar, la chica de fuera negaba que hubiese sido así, la versión de esta es que su amiga la que había dentro, gritaba que por favor la ayudara que alguien allí dentro le quería hacer daño, la historia de las niñas se contó de boca en boca en todos los pasillos, ese día las dos madres debieron ir por las niñas, estas seguían salidas de si, debido a la versión tan extraña que dio cada una de ellas, no se les hizo anotación en el folio, a lo mejor decían la verdad, debido a este último suceso el cual podía traer problemas, la rectora sin consultar la secretaría de educación, decidió llevar una médium o algo así, para que diera una solución al problema o al menos diera luces de lo que allí pasaba, la mujer en cuestión fue un sábado en la noche, acompañada de la rectora y el coordinador disciplinario, la mujer recorrió toda la escuela, llevaba una vela blanca encendida, iba seguida de los otros dos, estos iban tomados de la mano muertos de miedo, cuando llegó al aula de clases antes mencionada , cerró sus ojos y la vela se apagó , la rectora dio un grito, la mujer la mandó a callar, encendió de nuevo la vela y esta volvió a apagarse, la mujer dijo que ese había sido el aula de clase de la niña, no dijo mas y siguió su recorrido, los dos que la seguían temblaban, cuando llegó a los servicios sanitarios un viento llenò el recinto, los dos acompañantes se santiguaron y empezaron a rezar, ella de nuevo los hizo callar, en ese momento la vela se apagó de nuevo, se quedó en trance, movía su cabeza como asintiendo que entendía de lo que hablaban, pasó unos diez minutos así, sin mas también salió de allí y siguió su recorrido, al llegar a la sala de profesores, se quedó pensativa, fue con la vela a todos los rincones, como esperando que esta se apagara, pero no pasó nada, también allí se quedó un rato ida de la realidad, escuchando algo que solo ella podía oír, este era su último recorrido, invitó a sus dos acompañantes a salir, frente a la escuela hay una cafetería, allí les contó esta historia.
Hace ya algunos años, una pequeña sufría de acoso escolar, sus compañeros la maltrataban y ella en su afán de huir, se encerraba en el cuarto de servicio sanitario, pero sus acosadores la seguían hasta allí y le decían que saliera que la iban a matar, fue así que la pequeña llevó unas pastillas que le robó a su padre, quería morir y las tomó , no sin antes poner unas en su gaseosa, sabía que su mayor agresora se la arrebataría y la robaría, tomando el líquido también con las pastillas, ambas murieron en el cuarto del servicio sanitario, la perseguida y la perseguidora siguen penando por toda la vida en dicha escuela, se puede intentar que se vayan del lugar, pero es bastante improbable, ya que después de tanto tiempo estos entes toman mucha mas fuerza, con lo relativo a la aula de profesores, es el alma de una monja que murió allí, como no tenía familiar alguno, fue velada en la capilla del convento, su alma sigue allí, solo está en el mismo lugar que pasó la mayor parte de su vida, ella no sabe que está muerta, sigue en el convento donde fue feliz, aunque la mujer hizo ciertos riegos y oraciones, años después se han vuelto a ver las apariciones de la niña o las niñas, el nombre de Carmenza fue cambiado y el nombre de la ciudad y la institución omitidos, ya que esta sigue funcionando y yo sigo trabajando allí.