Xicheng. Modern AU. Twins.
El ojivioleta necesitaba un trabajo de medio tiempo.
Pero, ¿solo el trabajo?
La vida es un círculo, podía no creer en el "hilo del destino", pero, si en aquello.
Así que, trágandose su orgullo, inicio su nueva "aventura...
Apenas llegó, Jin Ling saltó a sus brazos llenándole el rostro de besos.
"Jiujiu, te extrañanamos"
"Extrañamos" -Wei Wuxian corrigió, y el menor rodó los ojos, haciendo reír a sus dos tíos-. "Cuéntame todo Chengcheng, ¿cómo te fue?" -El mayor tomó las galletas entre sus manos algo curioso, y miró al ojivioleta, Jiang Cheng en cambio, hacía caras con el más joven que reía por aquello, y que al ver las galletas, soltó un gritillo de emoción, bajando de sus brazos, y yendo con su otro tío-.
"Al parecer las galletas son más importantes"
"¿De donde las sacaste?" -Wei Wuxian no quería preguntar, pero tenía que, económicamente hablando no estaban de lo mejor, y conocía el precio de esas galletas, no podían darse el lujo de comprar tantas, menos ahora-.
"El hermano de Lan Wangji"
"¿Xichen?" -El semblante del más bajo de los adultos cambió a uno sonriente y divertido, mientras Jiang Cheng rodaba los ojos por eso-. "Vaya, al parecer no soy el único que se fijó en un jade"
"Cállate, no digas estupideces, pero no, no fue Xichen, al parecer salió hoy, lo veré mañana, fue Lan Xenyu" -Wei Wuxian asintió acercándose a la barra, y bajando media galleta para el menor de los presentes-.
"Bueno, no te fijaste en uno, sino en dos"
"¡Wei Wuxian!" -El mayor rio al escuchar el grito enojado de su hermano y se disculpó mientras se llevaba una galleta a la boca-.
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A la mañana siguiente llegó corriendo al trabajo, y regulando su respiración mientras subía por el ascensor, apenas si saludó a Mianmian antes de caminar rápidamente a su lugar, y ver que llegó en punto a este.
Después de encender el computador y regular su respiración, se puso de pie, y caminó a la oficina de Xichen, no sabía porque se sentía algo nervioso, pero después de hacer ambas manos un puño, tocó la puerta escuchando un suave "adelante". Xichen en cuanto lo miró, le dedicó una cálida sonrisa que hizo considerar a Jiang Cheng salir corriendo, pero aún así, entró cerrando la puerta.
"Buenos días, Jiang Cheng, discúlpeme por no haberlo recibido ayer, tuvimos una emergencia que fui a resolver, pase por favor" -El ojivioleta tragó un suspiro mientras se sentaba frente al escritorio y veía al contrario tranquilo-. "Si necesita cualquier cosa puede decirme, somos un equipo hasta que sus vacaciones terminen" -El mayor soltó una floja risa que Jiang Cheng no supo como procesar, pero que solo sonrió bajando la mirada-. "Y si no tiene planes para su hora de almuerzo, me gustaría invitarlo a comer, para compensar el que ayer no estuve para recibirlo"
"N-no, no es molestia, se que está ocup-"
"¿Vas a negarle una comida a mi hermanito?" -El primer jade apareció recargado en el marco de la puerta, se encontraba con la misma expresión indiferente y seria, Jiang Cheng giró a verle, y volvió su mirada a Xichen, este sonreía tranquilo, como si la presencia de su gemelo no le incomodara, o fuera lo correcto-. "Supongo que Jiang Cheng puede pensarlo hasta que sea el horario, Xichen, necesito hablar contigo" -Y al dar a entender que era su momento para salir, Jiang Cheng se puso de pie dando una reverencia a Xichen, que también se había puesto de pie para darla, y salió de la enorme oficina, casi chocando con Xenyu, y manteniendo el intenso contacto visual mientras salía-.
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"¿Cómo está Jin Ling?" -El ojivioleta miró a su acompañante-.
En realidad, ni siquiera sabía bien porque había aceptado salir de nuevo a comer con Xichen, su compañero de escritorio frente a él no decía nada, pero se podía ver la curiosidad en su mirada cuando Xichen lo llamó de nuevo para que fuera con él. El niño pasante parecía intentar no ser demasiado curioso, más aún con el mal carácter que tenía el ojivioleta, pero aún así, no parecía querer rendirse fácilmente, apenas el jueves le llevó un café por la mañana, que Jiang Cheng realmente apreció, solo que no se lo hizo saber, apenas si había dormido algunas horas.
Ahora, el precioso pelinegro caminaba junto al mayor, apenas unos centímetros más alto que él, había algunos escasos centímetros de distancia, pero ninguno de los dos parecía notarlo.
"Bien, este fin de semana se quedará con los Jin, su abuela planea llevarlo al zoológico hoy"
"Oh, me alegro, deben de gustarle los animales si su tío es veterinario" -Lan Xichen hizo una ligera pausa antes de abrirle la puerta del lugar y dejarlo entrar primero-. "¿Y tú cómo estás?"
Jiang Cheng aún no se acostumbraba del todo a la forma de hablar con su jefe, Xichen le había preguntado si podían hablarse menos formal desde la primera vez que lo invitó a comer, y aunque Jiang Cheng no estaba del todo seguro, menos aún porque se sonrojaba algunas veces cuando lo escuchaba, aceptó, no quería que pensara que tenía alguna preferencia hacia Xenyu, el otro gemelo solo había comenzado a llamarlo así porque quiso.
"No me quejo" -Después de la respuesta y que el mayor sonriera ligeramente, los dos se sentaron en una mesa al aire libre, Jiang Cheng estaba algo nervioso y no sabía porqué, aquello no era una cita estaba consciente de eso, pero el lindo jade parecía ponerlo nervioso de todas formas-. "¿Y tú?"
"Bien, gracias por preguntar, ¿si te estás acoplando al sistema? Se que debe ser difícil porque ni siquiera es algo que tenga que ver con tu carrera" -Y aunque tenía razón y Jiang Cheng realmente quería decirle que era completamente diferente y que aunque apenas llevara una semana sentía que era un mes, solo asintió tranquilo antes de ver el menú-.
No hubo más conversación durante un rato en lo que el mesero llegó a preguntarles si beberían algo, Jiang Cheng no se percató de la curiosa mirada que el jade le daba, tal vez era interés, o solo curiosidad, pero ni siquiera Xichen sabía porque no podía dejar de mirarlo desde que se conocieron.
En cuanto el mesero se fue, Xichen comenzó una plática acerca de la universidad del ojivioleta, y aunque en un inicio estaba algo reacio a continuar, no pudo evitarlo, menos con la mirada de sincero interés que le dedicaba el contrario, una cálida sensación invadió su pecho, ni siquiera notó en que momento se sintió bastante cómodo hablando con el jade. Xichen también habló de él, después de que terminaran de comer le contó como fue vivir en Estados Unidos, y de las diferentes costumbres que tienen, Xichen agradecía que el ojivioleta le escuchara atento, o sino al menos que lo disimulara. Jiang Cheng en cambio, era consciente de que no olvidaría los detalles que el otro le decía.