Capítulo 7.

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SPRINGFIELD, ILLINOIS.

14 de Diciembre de 2013.

-¿Cuánto falta para llegar a Chicago?

-Unos 300 kilómetros todavía, más o menos.

Lalo y Sarah llevaban más de un mes buscando a alguien que, en primer lugar, no quisiera volarles la cabeza al verlos, y en segundo lugar, que les pudiera decir como llegar hasta Boston.

-Agh, ya terminé este libro y ahora no sé que sigue.

-Si pasamos por alguna librería, te prometo que puedes llevarte otro.

-¡Gracias!

Mientras caminaban, a Sarah se le vino algo a la mente.

-Nunca llegué a contarle de que iba La Piedra Filosofal a John.

-Sarah...

-¿Qué? Quiero hablar de eso. ¿Por qué no...?

-Porque no y ya. Te lo he dicho muchas veces. Las cosas sólo... pasan. Y nosotros seguimos.

Sarah bajó la mirada, algo triste.

-Ok.

Siguieron caminando. Era invierno. El frío les calaba hasta los huesos y la nieve y la ventisca les empañaban la visión, dificultando su avance a pie. No tenían vehículo, por lo que el viaje era cada vez más agotador.

-Mira eso.

Sarah señaló una cabaña de la cual salía humo no muy lejos de ahí. Caminaron con mucha dificultad en la nieve hasta llegar a la puerta y tocaron. Los dueños eran una pareja de ancianos que al ver a Sarah les permitieron pasar.

-¡Pero que idiotez!-los regañó el señor mientras les servía café-¡Salir con este frío! ¡Poner a la niña en peligro! ¿De qué zona de cuarentena vienen?

-De ninguna. Estamos tratando de llegar al Este, ¿algún consejo que nos pueda dar?

-Sí-dijo el anciano mientras se sentaba-vayan al Oeste.

Lalo y Sarah lo miraron confundidos.

-Sí han llegado hasta aquí, han oído hablar de lo que les espera. Los estados del Este, los más afectados por el brote. Pero lo peor son las milicias. Esos terroristas que han iniciado una guerra contra FEDRA por el control del país. ¿Han oído de ellos? Las Luciérnagas, esos rebeldes que son los que más les están causando problemas a FEDRA, no son nada amigables.

-Ya hemos escuchado eso. Y no nos vas a asustar.

La señora señaló a Lalo al escuchar eso.

-Lo asustó a él.

Era cierto. Lalo tenía cara de preocupación y analizaba cada palabra que le acababan de decir.

-Sólo dinos algo útil sobre el Este y no los molestaremos más.

El hombre lo miro fijamente.

-Hay rumores sobre un asentamiento en Alliance, Ohio. No está controlado por los imbéciles de FEDRA y tampoco por milicias. Parecen ser gente decente, pero no pueden llegar así nada más. Tienen que avisarles por radio que van para allá, a menos que quieran una bala en el cráneo.

No te abandonaré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora