Todo empezó un buen día en que salí al instituto con toda mi fe y esperanza en que el chico que me gusaba me hablase por fin.
Antes de salir me mire una ultima vez al espejo, aquel espejo al que le tengo tanto odio. Me fije en mi enorme cuerpo que ocupaba todo el espejo y pense 《¿Como no se va a fijar en mi? Si ocupo todo su campo de visión.》 Pero aún así salí con la esperanza de que me hablase.
Sali corriendo hacia al instituto porque ya llegaba tarde pero mi gran cuerpo impidió que llegase más rápido. Total que llegue tarde y tuve que darle una absurda explicación al profesor.
Llego el recreo, por fin, y estaba decidida a hablarle. Le vi con sus amigos y me entró un poco de pánico pero me llene de valor y le hablé.
-Hola- dije nerviosa.
-Hola, ¿qué quieres?
-Nada- dije desilusionada. Pero no iba a dejar que acabase ahí, era la primera vez que hablábamos y no iba a dejar que fuese tan humillante. Así que le mire a los ojos y le dije:
-Tengo que decirte una cosa.-Le agarre de la mano y le lleve hasta un rincón apartado de sus amigos.
-¿Qué me quieres decir?
-Queria dicirte que...haber...
-¡Tengo prisa! ¡Vamos vamos!
-Queria decirte que me gustas.
-Ah, te gusto...mira, si fueses de otra manera saldria contigo pero...
-¿ De otra manera? ¿como?
- Pues...si estuvieses mas delgada...
-Mas delgada...a si que no te gusta mi fisico...
- No , estas muy gorda para mi.
Baje la cabeza y cuando volvi a subirla el ya no estaba alli. Corri al baño llorando, cerre la puerta, me mire al espejo y me dije: 《 Gorda eres una gorda de mierda, ¿ como pensabas que le ibas a gustar si ocupas mas que el? Estas gordisima y lo sabes, ilusa de ti ¿que creias ? ¿que iba a pedirte salir? Que tonta eres...eres tonta y gorda...muy gorda.》
Sequé mis lagrimas y salí del baño.
En la puerta del mismo me encontré a una compañera de clase.
-¿Otra vez llorando? ¿Que te pasa esta vez gorda?
-¡Basta ya!
-¿Por qué no lo solucionas?
-Solucionar ¿Qué?
- Tu problema de peso
-No es tan fácil
-Eso piensas tu, es muy fácil, solo necesitas tus dedos
-¿Solo mis dedos? No entiendo...
-Entra que te enseño- dijo señalando la puerta de uno de los baños.
Yo seguía sin entender nada, no sabia a donde quería llegar.
-Simplemente tienes que meter tus dedos en la garganta y vomitar todo lo que has comido.
-¡¿Qué?! ¿Estás loca?
-Tranquila, es lo más normal, yo lo hago y estoy muy delgada.
-Mi madre me dijo que eso es peligroso.
-Tu madre no sabe nada. No es peligroso, yo estoy bien.Además ¿es que no quieres ser delgada como yo?
-Claro pero...
-¡Pues hazlo!
Miré su delgado cuerpo deseosa de tener uno igual.
-Esta bien, lo intentaré.
Acerqué mi cabeza al váter, miré a mi compañera, ella asintió y recogió mi pelo detrás de mi cabeza. Introduje mis dedos en la garganta y una arcada hizo que toda la comida que había en mi estómago saliese.
Al principio no me gustó pero sentía la necesidad de volver a hacerlo.
Suspiré y susurré:
-Todo por verme más guapa.
Volví a meter mis dedos en la garganta, como la vez anterior, con la diferencia de que esta vez no me pareció tan desagradable.
-¿Te sientes mejor?
-Sí.- Contesté.
-Vuelve a hacerlo cada vez que comas. Ya quedaremos y te explicaré más.
Salió del baño moviendo sus caderitas y sus piernas finas como palillos. Que envidia...