Por una extraña jugada del destino dos dimensiones opuestas se cruzan en un momento de alta.tensión.
Naruto descubre que Momoshiki habita dentro de Boruto tras implantarle el Karma. En apariencias la unica forma de evitar que Boruto se transforme en...
Transcurrieron tres meses desde que todo había acabado con Code y Kara, la aldea casi estaba reconstruída. Naruko casi recuperaba el chakra que necesitaba para abrir el portal a su realidad.
Neji había estado entrenando a Hima despertando parte de su gran poder. A su vez el Sasuke de la otra realidad le enseñaba trucos y más cosas al de ésta dimensión.
Naruto había pedido ayuda a Orochimaru para que introduzca su ADN al cuerpo de Kawaki volviendolo su hijo biológico. El proceso era largo pero seguro.
Ahora, tres meses después, casi estaba acabado y Kawaki era ya su propio hijo. Este había adquirido ciertos cambios físicos como ser el color de sus ojos. Ahora eran celeste intensos como los de su padre Naruto.
Las cosas empezaban a encaminarse otra vez en la aldea y en la familia Uzumaki con la llegada de Kawaki otra vez.
Todos estaban felices en verdad, necesitaban recuperarse emocionalmente. Kawaki fue bien recibido en casa por todos, incluso por Naruto quien se disculpó con él por haber sido tan duro.
La familia Uzumaki volvía a ser tan feliz como antes. Y así la estadía de aquellos que venían de otra dimensión llegó a su fin.
Naruko compartió su poder de abrir el portal a su realidad con Naruto.
— Boruto solo puede comunicarse conmigo, pero tú además de eso podrás abrir el portal e ir a visitarme.
— Oh gracias, eres muy amable — le dijo Naruto felíz a su versión femenina, quien sonrió con dulzura.
— Quiero que vayas a mi dinension a visitarnos Naruto. Quiero presentarte a mis hijos. — Lo haré, iré a visitarlos un día de éstos.
Los tres visitantes regresaron a casa, y la aldea siguió su progreso estando ya reconstruída.
Boruto volvía a acercarse a Sarada una vez más y en esta ocasión planeaba no volver a separarse de ella. Esa noche se lo hizo saber bajo las estrellas.
Ella estaba perdida en su celeste mirada, sintiendose intensamente enamorada de ese hermoso rubio que brillaba como el sol, quien la tenía envuelta en sus brazos mientras la presionaba contra su miembro que empezaba a endurecerse.
— Te amo Sarada, te amo tanto que no pienso soltarte nunca más. — Boruto
— ¿Quieres ser mi novia Sarada? — le dijo él entregandole el anillo de compromiso. — Si, por supuesto que sí.
Boruto selló aquella propuesta con un beso. Una estrella fugaz pasaba por ahí y el rubio pidió su deseo.
Quiero hacerte felíz por siempre Sarada. Y poder disfrutar de tu grandioso amor.
Las cosas iban mejorando cada vez más en Konoha y sobre todo para Boruto, tanto en su vida familiar como en lo sentimental.
Estaba junto a la mujer que tanto amaba, junto a su mejor amigo, con sus padres y hermanos en la aldea que lo vio nacer. No necesitaba más para ser felíz.
Llegó a casa junto a Sarada, su papá y su hermano Kawaki estaban ahí también. Su mamá y su hermana se disponían a servir la cena. Sarada fue a ayudarlas, mientras que Boruto se acercó a su papá sonriendo felíz.
Sasuke llegaba en esos instantes también, ya que había sido invitado por Naruto a cenar. Sarada se sentía en casa al ver a su padre también allí.
Momentos después todos se sentaron en la mesa y brindaron como la familia que eran.
Sasuke junto a su hija Sarada se habían trasladado a un departamento frente a la casa de Naruto. De esa forma serían vecinos.
Además Sasuke ya no se iría de la aldea para mayor alegría de Sarada, Boruto y del mismo Naruto quien lo consideraba un hermano.
Todo se iba encaminando, la luz al fin había destruído a la intensa y poderosa oscuridad.
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