Ignited (Jaeyong)

Bebé malhumorado

—Bebé, ¿te importaría agarrar a Puppy?— preguntó Jaehyun mientras desabrochaba a su hijo del asiento del automóvil.

Taeyong miró a Jaehyun a través de la puerta del pasajero abierta que estaba a punto de cerrar. Él asintió. Labios en una línea apretada. Pero cuando cerró la puerta para subirse al asiento trasero y agarrar a Puppy, su rostro se derritió al mirar a su hijo que lo observaba con curiosidad.

—Oh no, ¿mi frijolito se iba a olvidar de su cachorro?— Taeyong arrulló mientras tomaba las patas delanteras de Puppy. Los agitó exageradamente a su hijo, quien se rió mientras Jaehyun lo sacaba del asiento por completo.

La sonrisa de Taeyong solo creció mientras sostenía a Puppy, cerrando la puerta de su lado. Su rostro volvió a ser neutral mientras seguía a su esposo adentro.

Jaehyun frunció el ceño.

Taeyong estaba enojado con él.

Y fue su culpa. Pero tampoco realmente.

La otra noche, Jaehyun decidió hacerle la cena a su bebé (Taeyong) ya que estaba trabajando muy duro cuidando a su otro otro bebé (Minhyun). Jaehyun había estado practicando sus habilidades culinarias ahora más que nunca. Realmente quería ayudar a preparar los almuerzos de Minhyun cuando fuera mayor.

Así que Jaehyun, con buenas intenciones, decidió probar una nueva receta para su amado esposo. Pero desafortunadamente, había elegido el plato equivocado para hacer, ya que era complicado que no se quemara. Y desafortunadamente, quemó él sartén de Taeyong. Un sartén al cual Jaehyun no sabía que Taeyong sentía un apego emocional.

Como resultado, el mal humor de su bebé se convirtió en una indiferencia. Y Jaehyun lo odiaba.

—Bebé—, dijo Jaehyun una vez que regresaron a su penthouse.

Acababan de cenar con los padres de Taeyong que estaban de visita. Se estaba haciendo tarde y tenían trabajo al día siguiente. Jaehyun estaba seguro de que pasarían el resto de la noche preparando a su frijolito para ir a la cama.

—¿Hm?— preguntó Taeyong mientras subían las escaleras. —Voy a poner a Puppy en su habitación y luego tomaré un baño en la tina.

—¿Un baño?— Jaehyun repitió: —¿Podemos acompañarte Frijolito y yo?

Taeyong se mordió el labio mientras miraba de su esposo a su hijo. Los ojos de ambos estaban expectantes. —Um, cambié de opinión. Quiero ducharme.

Su marido era un mocoso.

Pero Jaehyun solo asintió, —Está bien, Frijolito y yo aún nos bañaremos. Si quieres unirte.

—¿Ap?— Frijolito miró a su padre, haciendo manos agarradas.

El rostro de Taeyong se suavizó, ya no era la fachada estoica que tenía alrededor de Jaehyun. Pero se mantuvo firme mientras decía con calma: —Minhyunnie, te veré cuando termines de bañarte. Pónganse absolutamente limpios, ¿de acuerdo?

—¡Ap!— Frijolito confirmó mientras miraba a Jaehyun.

Jaehyun presionó un beso en la frente de su hijo mientras Taeyong desaparecía por el pasillo hacia su habitación compartida. Frunció el ceño mientras aseguraba su agarre alrededor del bebé. Taeyong todavía estaba molesto.

Llevo a Frijolito a su habitación para recoger sus suministros para su baño antes de llevarlos al baño del segundo piso. La bañera no era tan bonita como la suite principal, pero cuando Jaehyun compró el penthouse por primera vez, nunca imaginó que tendría un esposo y un hijo que vivirían con él.

—Frijolito, tu appa está enojado conmigo—. Jaehyun casi hizo un puchero mientras miraba a su hijo. Dejó a Frijolito en el cambiador de la habitación. Lo sacó de la ropa de la cena y luego lo envolvió en una toalla esponjosa que hizo que su hijo se riera al tocarlo.