☾ | Capítulo 05

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—¿A dónde vas?

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—¿A dónde vas?

Me quedo en silencio pensando en qué responder, Lindsay me observa con curiosidad, me relamo los labios mientras jugueteo con mis dedos.

—La verdad no sé cómo se llama ese lugar, pero queda a las afueras del pueblo, parece un condominio de casas.

—Ah, hablas de la manada black moon.

—¿Manada?

¿Así les llaman a los condominios ahora? Según tengo entendido que en las manadas solo son de lobos, aunque el término tan bien se puede usar para otras especies, pero nunca para los humanos, ella se sorprende cuando escucha mi leve susurro, se encoje de hombros asiéndole señas Glenda para que se apuré.

—¿Quieres que te demos un aventón? Pasaremos por ahí para llegar a la laguna.

—Eso sería muy amable de tu parte, gracias.

—Solo ten cuidado sí, eres nueva aquí, eso de visitar otros lugares sin conocerlos te pueden traer problemas.

—Solo iré a dejar una cosa y me voy de una vez.

Ella asiente satisfecha con mi respuesta, voy a mi casillero para quitarme el uniforme y meterlo en mi bolsa, aunque el uniforme es una falda rosada con una camisa del mismo color y bordados blancos, me gusta el diseño, me doy cuenta que traje lo mismo, una pequeña falda blanca con una blusa corta, afuera hace un poco de frío, así que me pongo mi abrigo, aunque me estoy arrepintiendo de mi elección, debí de traer un pantalón.

Todo es culpa de Sébastien, no sé cómo, pero dejo su billetera en mi bolsa, supuse que vendría a buscarla cuando se diera cuenta, no sucedió como pensaba, han pasado tres días desde eso, me da pesar quedarme con algo que no es mío, aparte de que me incomoda tenerlo, posiblemente si pasan los días y no lo devuelvo pensará que soy una ladrona, aunque no me importé lo que piense, mi conciencia no me dejará tranquila.

Hay una idea rondando en mi cabeza de que la puso ahí apropósito, es que no se cayó en mi bolsa de la nada, alguien tuvo que meterla y puedo jurar que fue él, no sé con qué intención, pero lo voy averiguar, Lindsay maneja con rapidez mientras que Glenda canta una canción vieja de One Direction, llega un punto en dónde la escucho sollozar, dice entre lloriqueos que los extraña y que espera que vuelvan a cantar juntos.

Me da nostalgia, nunca he sido de esas chicas que son súper fans de bandas o películas, porque antes no tenía el tiempo para hacerlo, espero encontrar mi cantante favorito o esa película que me hará obsesionarme y verla respectivas veces hasta cansarme, me encojo en el asiento mirando la luna, hoy brilla más que nunca, Glena canta con más fuerza otra canción, veo como destapaba una botella de alcohol y se da un trago largo.

—¿Quieres?

—No gracias, para la próxima.

—Siempre dices eso cuando te invitamos a salir o a algo, ¿cuándo llegará ese día?

Dulce Luna ✓ | 2ºDonde viven las historias. Descúbrelo ahora