¿Cena cena?

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Me despierto y siento que estoy abrazada a alguien... pero ese alguien no es Conor ¿como lo se? No se siente igual, no es su calor corporal...

Abro los ojos de golpe y veo que estoy abrazando a Xyan que me abraza a mi y a Quim a mi otro lado.

¿Donde cojones esta Conor?

Me levanto con cuidado y los chico no se dan cuenta, cuando me levanto veo que todos estamos en la habitación de Owen y todo el mundo duerme en el suelo, excepto Owen, Shel y Weilm que duermen en la cama abrazados con Shelsy entre medias.

Sonrió y escucho un motor, instantáneamente reconozco el sonido del motor de la moto de Conor. Me apresuro a bajar y abrir la puerta cuando Conor camina hacia la entrada con una bolsa de la compra.

Me mira y frunce el ceño.

—Hola ¿no estabas dormida?—prehunta y deja un beso en mis labios para entrar en casa, cierro la puerta y lo sigo a la cocina.

—He hablado con tus padres.—dice de repente cuando saca las cosas de la bolsa y se propone preparar el desayuno. Me acercó a su lado y le ayudó, no digo nada, no se que decir.—Son conscientes de que todos nos vamos en un mes... solo que tienen miedo de que os alejéis tanto que no volváis. Solo os quieren proteger, y me han dicho que te diga que no solo te lo han dicho a ti, Owen fue el primero en recibir eso, luego fue Shel y tú que tardaste ayer. Solo tienen miedo de que sus hijos salgan del nido.—explica y lo miro atenta—No me conocen mucho y mis pintas demuestran que no soy de los que hay que confiar... trataban de protegerte. Hablaron conmigo pro que saben que no los escucharías sin empezar a pelear y me han pedido que te lo diga.—

—¿Cuando?—prehunto

—Está mañana cuando me he despertado y he escuchado la puerta. Se estaban marchando al viaje que se supone que tu hermana nos dijo que era ayer. Era hoy.—explica

—¿Y se han ido?—prgeunto

—Si, y también quieren que sepas que no estás castigada.—sonríe divertido mientras prepara el desayuno. Yo me quedo pasmada viéndolo mientras cocina y por eso todo.

Conor hablando con mis padres... Dios que lindo.

—Joder—masculla y veo como sale un hilo de sangre de su dedo. Me apresuro a mirarle el dedo.

—Chúpalo—me digo y él me mira con ese brillo malicioso en los ojos. Ruedo los ojos y Antes de que diga algo meto yo su dedo en mi boca, se supone que la saliva acelera el proceso de curación.

Mis ojos suben hasta encontrarme con su mirada que brilla con fuego, vale no tuve que haber hecho eso.

Saco su dedo de mi boca y lo inspecciono bajo su mirada ardiente. Al ver que ya la hemorragia se ha detenido lo llevó al lavavajillas y meto su dedo bajo el grifo, luego busco una tirita y lo envuelvo.

Tomo yo su lugar y sigo cocinando con su ayuda, cuando está todo listo lo servimos y lo guardamos para comernos el nuestro.

El silencio es cómodo y yo aún sigo medio dormida.

—¿Por que te despertaste tan pronto?—me pregunta recogiendo mi plato vacío. Lo lava y yo me levanto.

—No se, es solo que no eras tú el que me estaba abrazando y se me fue el sueño—me encojo de hombros y dejo caer mi frente en la encimera de la isla.

—Vamos a dormir—sus manos masajean mis hombros y me relajo. Hace un par de masajes más y gimo cuando me duele un poco—O podemos hacer otras cosas—susurra en mi oído, malicioso.

APOSTAR A LA SUERTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora