16. Jay
Desde que tengo memoria, mi vida ha sido un caos. Un completo desastre.
Crecí en un ambiente para nada feliz y armonioso, con reglas específicas que debía cumplir, con un padre sumamente aterrador y una madre que apenas podía defenderse a si misma. Crecí entre los llantos, gritos, golpes, peleas. Crecí con mucho miedo y dolor y cuando tienes un padre cuyo dolor toma por debilidad, intentas no demostrarlo jamás.
Le tenía miedo. Pasé mucho tiempo de mi vida asustado, temiendo por mi seguridad y la de mi madre. Temía que los golpes acabaran con mi madre, temía no poder llegar a ser como él y ser castigado por eso. Tenía miedo de muchas cosas, pero un día, ese miedo, simplemente se fue y se convirtió en odio.
Odiaba a mi padre, más que a nadie en el mundo. Lo detestaba y quería, de alguna manera, ocasionarle el mismo dolor que él me había ocasionado, quería acabar con él, pero no sabía como. Las cosas parecían siempre salirle bien y eso me disgustaba, ya que por muchos beneficios que eso me traía significaba tener que seguir tolerando su maldita arrogancia. Arrogancia que por lo general solo era rachas de buena suerte.
Mi padre era un experto en adular a las personas. Lo hacía de manera descarada. Él sabía como convencerte de hacer cosas, sabía como hacer que confiaras en él, sabía hacerte sentir especial. Lo sabía, ya que por muchos años él hizo eso conmigo. Me decía que era el mejor, que me adoraba, que confiaba en que yo podría ser mucho mejor que él, sin embargo, al más mínimo error que cometía, él me lastimaba. No importaba de que forma, siempre lo hacía. Los golpes eran su manera preferida de causarme daño; sus manos golpearon mis mejillas tantas veces que perdí la cuenta a los siete años y los latigazos en mi cuerpo dejaron tantas marcas que mi espalda estaba llena de cicatrices. Pero también tenía otras formas de lastimarme. A pesar de los golpes, mi padre se dio cuenta que yo no lo oía a él, sino a una chica que conocí a los cinco años. Él se dio cuenta que a pesar de todo, mi mundo giraba alrededor de ella y no de él y por eso hizo lo que hizo.
Al principio, mi padre no se oponía al hecho de que estuviera comprometido con Dabin. Eramos pequeños, ¿qué influencia podría tener una niña en mí? Él asumió que ninguna. Pero, con el paso de los años, se dio cuenta que hubo demasiada influencia. Dabin siempre había sido un espíritu libre, alguien a quien no se le podía poner cadenas y obligarle a hacer lo que se le pedía. Dabin no era así y eso, le molestó. Le molestaba ver que yo no tenía control sobre ella, le molestaba ver que Dabin hacía y decía lo que quería, sin miedo a ser juzgada. Por esa razón, me presionaba a ser más duro con ella.
Me convenció de que la fórmula para hacer que Dabin me obedeciera en todo era si dejaba de ser tan atento con ella. Me convenció de que debía ser malo y lo hice. De un día a otro cambié mi actitud con Dabin, yo dejé de sonreirle, dejé de abrazarla o tocarla. Simplemente quería tener la aprobación de mi padre, demostrarle que podía ser como él y que no merecía esos castigos, pero, no lo conseguía, porque mientras más me alejaba de Dabin, Dabin más libre se volvía. Mi padre se cansó de eso y decidió hacer algo más.
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𝐴𝑓𝑡𝑒𝑟𝑔𝑙𝑜𝑤 ;; 𝗛𝗲𝗲𝗝𝗮𝗦𝘂𝗞𝗲 ✔︎
Fanfiction❝ Dime que sigues siendo mío, Dime que estaremos bien, Incluso si pierdo la cabeza. ❞ ❝ Dime que no es mi culpa, Dime que soy todo lo que quieres, Incluso cuando rompo tu corazón. ❞ ♡♡ ━━ Completa. Extensión: Prólogo + 24 capítulos + Epílogo. Segu...