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De alguna forma me conocen ¿No?

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—¿Qué haces aquí?

—Vengo a hablar contigo —respondo obvia.

—¿De qué?

—No sé, de la vida, los extraterrestres, orgías, cualquier cosa.

—¿Y tienes que hablarlo conmigo?

Frunzo el ceño.

—¿Qué mierda te pasa, Damon?

—Nada, solo que pensé que era en serio que luego del trabajo cada uno por su vida.

—No seas estúpido, obvio no. Digo… fue en el momento, pero ya es absurdo eso, podemos seguir hablando.

—Serás tú, porque tengo cosas más importantes que perder mi tiempo.

—¿Perder tu tiempo? —repito.

—Ajá.

Paso saliva y asiento.

—Okey, entonces… adiós.

Me doy la vuelta para salir del salón y escucho a Damon suspirar.

—Tatiana —me llama y saco el collage de mi mochila dejándolo sobre una mesa, ignorándolo—. Tatiana —dice una grosería por lo bajo y noto que se pone de pie—. Tatna, mira…

—Déjame.

—Tatiana.

—Vete a la mierda.

—Tatiana…

—No.

—Ey…

Tatiana…

Tatna…

García…

—¡Pingüina!

—¡Damon!

Me incorporo de golpe y me da un fuerte mareo. Parpadeo varias veces hasta que la imagen que tengo en frente se hace más clara. Tengo los ojos y las mejillas húmedas por… ¿Estar llorando?

Noooo, no pude soñar tremenda ridiculez.

Pero así fue, y sorprendida estoy.

Miro a Damon que me observa sentado en mi puf junto a él tocador.

—¿Y qué? ¿Pretendes quedarte ahí? Llevo 15 minutos esperando que despiertes.

—¿Cómo entraste a mi casa?

Saca del bolsillo de su suéter mis llaves, las… que creí perdidas.

—Las encontré bajo el asiento del copiloto y como no salías, y ayer me dijiste que nadie iba a estar en tu casa, decidí entrar.

¿Se puede denunciar por abuso de confianza?

—Yo no te dije eso —mascullo.

—¿Segura? «Damon, voy a estar sola ¿Quieres venir? Es que me aburro» —dice, con una voz chillona y el calor llega a mi rostro haciéndome bajar la cara.

Bueno… si le dije eso, pero también invité a Erick. ¡Fue sin doble sentido!, con Damon no me aburro… juro que solo es por eso.

Estabas llorando por el sueño que tuviste. Casi que «oh, Damon, yo quiero seguir estando contigo».

No eres invitada en la conversación, guárdate los comentarios.

Perra.

—¿Por qué no simplemente me despertaste? —cuestiono, avergonzada.

ErroresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora