SOY SUYO

46. Expulsarlos

Xder

La miro moverse y contraer su cara por el dolor que siente, luego de tomar un baño vine hasta su habitación y me senté cerca de la cama solo a verla, Aude se transformó y eso le hizo varias heridas en su cuerpo, pero ella sola logró curarse, la mire y en parte me sentí feliz, si, ella es una de los nuestros y eso me deja algo de tranquilidad. ¿Es mestiza? quizás lo sea, nunca su madre me dijo nada más que insultarme y decirme que me fuera y dejara a su hija en paz, pero eso ya es tarde, Aude y yo estamos unidos por siempre.

Abre los ojos y me mira confundida, yo le sonrío y me inclino hacia ella, pongo mis codos sobre el colchón para verla mejor, es hermosa, su mirada se suaviza mientras se reincorpora.

— Lo siento Xder, no sé qué pasó — me dice y yo solo acaricio su rostro

— No fue tu culpa, se lo que te paso. Usaron un precipitado contigo y por eso te sentiste mal, — le digo y veo como toca su hombro.

— No recuerdo bien... mi brazo estaba...

— Es normal, no recordaras nada, si estabas bajo ese efecto, y mas si es tu primera vez, cariño — le digo y me levanto para sentarme a su lado, la abrazó y ella se recuesta sobre mi.

— ¿Que me paso?

— Te transformastes, eres una mujer lobo ahora... bueno, en verdad siempre lo fuistes, solo que estabas dormida — acaricio su cabello y la siento suspirar.

— ¿No entiendo como toda mi vida cambio así? no es que no lo acepte, es que es... todo es nuevo para mi.

Sonrió, yo he vivido siempre entre las manadas, con sus leyes antiguas y donde matar a otros para demostrar tu poder, era lo más importante, los humanos al contrario debes respetar la vida del otro, ahora debe acostumbrarse a que el poder se gama luchando hasta la muerte.

— Yo estaré para tí — le digo y ella se abraza a mi cuerpo, mi corazón y su corazón laten al mismo ritmo, es una conexión tan maravillosa lo que tenemos.

— Tu madre me odia, lo siento — dice y rio, la de ella también me odia, diría yo, que me quiere muerto.

— Mi madre odia a todos, no tienes que preocuparte por eso — le digo para calmarla — pero ya no puede hacer nada cuando nos aceptamos el uno al otro, y para eso debemos bajar y cenar, demostrarle que estamos juntos.

Ella se aparta y nos miramos.

— Tendremos una cena importante, quiero que estés hermosa — beso sus labios y ella me toma por el rostro y se pega mas de mi, nuestras bocas se reconocen y me mueven mientras nuestro beso se vuelve tan intenso que terminamos recostados en la cama, tocandonos.

— Me haces falta — le digo mientras muerdo su cuellos y la escucho gemir cuando mis manos exploran su interior.

Gruño cuando ella abre mas sus piernas dándome acceso a su húmedo interior. La deseo, y es algo que no puedo aguantar.

Antes de que comience a quitarme la ropa, tocan a la puerta.

— !Maldición! — digo mientras nos miramos, nuestras miradas tan oscurecidas por el deseo — ¿Que mierdas quieren? — grito mientras me levanto y veo a Aude taparse, no había notado que estaba casi desnuda con su ropa rota.

Me inclino y la beso.

— Lo siento Alfa, pero todos esperan abajo — escucho la voz de Marine al otro lado de la puerta.

Lo sabía, ya todo estaba listo en la cena, donde algunos seguro estarán molestos y otros sorprendidos con lo que haré.

— ¡Ya bajamos! — grito y la miró — vamos hermosa, — le estiro la mano — tenemos una cena.