❛─ Male reader/rayito/lector masculino ❜
Y/N ha pasado toda su vida huyendo de la marina y tratando de sobrevivir en el mundo.
Después del incidente de Roanoke, su recompensa se convirtió en una de las más caras del mundo cuando solo tenía siete añ...
La isla de roanoke solía ser una isla pacífica, lejos de los problemas con una civilización que solo quería la paz.
Y por supuesto, un lugar donde Yuji Y/n Itadori nunca encaja.
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Su familia nunca tuvo buena reputación en la isla, sus padres se peleaban todo el tiempo, lo que molestaba a los vecinos.
- Mamá, tengo hambre. - el pequeño Y/n se acerca a su madre, la mujer puso los ojos en blanco.
- Ya te dije que hoy no hay comida, tu padre gastó todo el dinero emborrachándose en el bar, ahora deja de molestarme, ¿no ves que quiero estar sola? Ve a tu cuarto. - ordena y el peli-rosado suspira, su estomago ruge de hambre, pero la heladera estaba vacía.
Era común que el niño pasara largos periodos sin comer, sus padres no se molestaban en alimentarlo adecuadamente.
Su madre era una mujer amargada, no le gustaba tener que cuidar la casa ni un poco, todos los días se arrepiente de haberse casado con su esposo.
Ella se arrepiente de tener a Y/n.
- Tengo que comer algo. - Y/n salta por la ventana de su dormitorio, guardando silencio para que su madre no se dé cuenta de su ausencia, no tenía dinero por lo que su única opción era caminar hasta el bosque y comer algo de fruta.
Era de noche y la iluminación era baja, le tenía miedo a la oscuridad pero su hambre era más grande que su miedo, Y/n solo quería agarrar una manzana o un plátano e irse rápido a casa.
Y/n vio un árbol que parecía tener algo de fruta, su estómago volvió a hacer ruidos, tenía hambre.
Con mucho esfuerzo logró trepar al árbol y se sentó en una rama, tomó una manzana de aspecto extraño y se la comió
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- ¡Qué sabor tan horrible, ni siquiera sabe a manzana! - refunfuña y decide comprar otra manzana.
Sin embargo, cuando extendió la mano para recoger más manzanas, la rama en la que estaba sentado se rompió y cayó al suelo, el niño gritó de dolor.
