Sentado al borde de la cama, con las manos en el rostro deteniendo las lágrimas, no asimilaba que todo había sido un sueño y es que como era posible que el amor lastimara y doliera tanto, el llanto lo ahogaba tanto que hasta le costaba respirar, hasta que sonido de la puerta al abrir lo saco de su burbuja de dolor.
Xx. Buenos dias. Sus vista se fue directamente hacia la puerta y una gran sonrisa iluminó su rostro.
Victoria. ¿Qué pasa mi amor? ¿Por qué estás llorando? Rápidamente Fernando se levantó de la cama y se dirigió hacia ella.
Fernando. No pasa nada, solo que no puedo creer que estés aquí. Dijo acercándose a ella para besarla.
Te ayudo. Dijo quitandole la charola que traía en la mano.
Victoria. Moría de hambre así que desperté témpano a prepararnos el desayuno, además tu hijo es madrugador, no dejaba de moverse.
Dirigiéndose a la cama.
Victoria. Quería despertarte y sorprenderte con el desayuno a la cama. Dice haciendo un gesto de tristeza como si de una niña chiquita se tratase.
Entre platicas y besos comenzaron a desayunar.
Fernando. ¿Hielos? Dijo señalando un plato con varios de estos mientras Victoria rió divertida.
Victoria. Los antojos de embrazada.
Fernando. ¿Hielo? Dice mientras reía.
Victoria. No te burles, todo el día me la paso comiendo hielos con sal.
Fernando. Que antojos tan raros. Y... ¿las nauseas?
Victoria. Esas ya pasaron y fueron horribles.
Fernando. Me hubiera encantado estar contigo en esos momentos. Dijo con un tristeza en el rostro.
Victoria. Ey, de nada sirve lamentarnos por el pasado, lo importante es que ahora estamos juntos los tres y nada ni nadie nos separará. Te amo, te amamos. Dice acercándose a su labios para besarlo, el beso fue cada vez más intenso que solo la falta de aire los hizo separarse.Victoria. Hice una cita con la ginecóloga, ¿quieres ir?
Fernando. Por supuesto que si, muero de ganas por escuchar el corazoncito de mi bebé, porque, ¿ya se puede escuchar verdad?
Victoria. Claro que sí. Le da un pequeño beso en los labios.
Entonces me baño y nos vamos.
Se bañaron entre caricias y besos y es que se necesitaban tanto que tenían que besarse cada vez que sus miradas se encontraban. Aquel día Victoria iba vestida con un vestido largo en color blanco le quedaba olgado que hacia que su embarazo no se notará, por su parte Fernando vistió con un traje en color gris, quería verse elegante para la primera vez que escucharía y vería a su bebé.Clínica de maternidad.
Dra. Quintero. Que gusto volver a verla de nuevo, supe que se fue a Europa.
Victoria. Gracias doctora, igualmente, me fui un par de meses, pero ya estoy de vuelta a poner mi vida en su lugar, tal y como estaba antes.
Le quiero presentar a Fernando Alanis, mi pareja y padre de mi hijo. Esto último hizo que la doctora pusiera una cara de sorpresa que no pudo ocultar.
Dra. Quintero. Un placer señor. Dijo extendiendo la mano para saludarlo.
Victoria le enseñó todos los ultrasonidos y hojas de control que le habían dado durante su estancia en Italia.
Dra. Quintero. Todo parece estar en orden, pasamos a realizar el ultrasonido. Señalando la camilla para que Victoria se recostara.
Fernando. Estoy tan nervioso. Dijo lleno de ansiedad con una gran sonrisa en el rostro.
Dra. Quintero. ¿Saben ya el sexo del bebé?
V y F. No.
Dra. Quintero. ¿Quieren saberlo? Victoria y Fernando se miraron, no hacían falta las palabras cuando la mirada ilusionada que ambos se dieron gritaron la respuesta.
Victoria. Si queremos.
Dra. Quintero. Muy bien, vamos a ver si lo conseguimos, voy a comenzar, va sentir algo helado.
La doctora pasaba el pequeño aparato por la barriga de Victoria, Fernando miraba embobado aquella pantalla, que aunque no entendía del todo la imagen, sabía que era su hijo, Victoria lo miraba enternecida, jamás pensó vivir ese momento junto a Fernando, se sentía tan realizada de darle esa felicidad al amor de su vida.
Dra. Quintero. Y bien, los felicito, serán padres de una hermosa niña.
Fernando. Una niña mi amor, una niña, mi princesa.
Victoria. Si mi amor, nuestra niña. Los ojos de ambos desbordaron lágrimas y se dieron un tierno beso.
Dra. Quintero. Ahora vamos a escuchar los latidos del corazón. Rápidamente Fernando tomó a Victoria de la mano, le hacía tanta ilusión escuchar por primera vez el latir del corazón de su princesa, comenzó aquel sonido que lo lleno de vida, no podía dejar de llorar, estaba cumpliendo su sueño de amor, apretaba fuerte la mano de Victoria, aferrándose a su nueva realidad no quería que tanta felicidad se le escapara de las manos.
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El destino
Fanfiction¿Será verdad que el destino de todos ya está escrito? ¿Vale la pena luchar contra todo para tener contigo al amor de tu vida? ¿Y como saber si en verdad ese ser el el amor de tu vida? ¿El destino de Victoria y Fernando es estar juntos?