N[] €ontadø (Cult Of The Lamb)

¿Imaginas si...

Bien, ¿Qué había pasado antes de tal fenómeno que presenció aquel Dios lanudo con el temperamento congelado a menos de 0?

Retomemos, en otra parte lejana, para ser más exactos, Foresta Oscura.

Cuando dije que Narinder había tenido de un plan algo loco que solo a un infante podría venirse le a la mente como cualquier chiquillo.

Me refería a que era muy en serio cuando lo pondría en acción, pues su "gran dote de solucionar sus propios conflictos" era el usar de la cuerda de su maletín y a su misma mascota.

Ya había descansado lo suficiente ese gusanito como para que Narinder todo el trayecto solo fuera su transporte gratis y era hora de que almenos diera su pequeño grano de ayuda.

Todo se paga en algún momento, hasta el más pequeño y débil lo sabe.

Y como si fuera de algún trineo, el felino había amarrado del gusanito alrededor de todo su cuerpo, más específicos, en lo que se supone debe ser su panza.

-Vamos, corre!
Dio la orden aquel gato para que su mascota comenzará a hacer la acción pedida antes.

Bueno, es un gusano, un animal de el mundo salvaje, obviamente no te entenderá, siempre primero estarán como principios sus mismo instintos que lo alentaran a hacer cosas.

Técnicamente una mascota no te hará caso, a menos que... le des un premio.

Esa era la única lógica, que tan aprovechado debía de ser, pero no lo negaba Narinder.

Las mascotas aveces se parecen a los mismos dueños, que bonito destino, ya ni el mismo se puede soportar a veces.

Aún quedaba la suficiente comida para sobrevivir el mes que le faltaba acompletar por suerte, y el gusanito come de todo asi que se ahorra de otro problema.

Narinder miro al gusanito con una mirada retadora mientras en su mano lanzaba de arriba a abajo algunas fresas para llamar la atención de su acompañante.

Cosa que dio éxito porque ahora el gusanito miraba esas frutillas como si estuviera siendo expectante de un oasis en un desierto.

Y el pequeño gusanito daba saltitos para alcanzarlas pero los reflejos del gato fueron rápidos para alejarlos más de el, le negó con la cabeza y ahora el bichito le gruñía.

El gato aún no terminaba su plan y ahora volteaba a verlo con la cuerda puesta para que entendiera y luego volver a señalar las fresas.

Gusanito solo paro su enojo de golpe y ahora se ponía en posición de correr, o en este caso de arrastrarse.

Y sin previo aviso se arrastró sobre la zona tan resbaladiza creando oleadas de lodo a su alrededor, cualquiera que pasará a su lado terminaría ensuciando se.

Narinder cómo pudo se había agarrado de la cuerda y bueno, no era un paseo muy acojedor, y menos limpio.

Al gusano se le veía motivado ahora, que nisiquiera se detenía a ver cómo iba el gato detrás.

Quién solo era más bien arrastrado y de vez en cuando su rostro se sumergía sobre el barro, para de vez en cuando volver a tomar una bocanada de aire cuando se podía.

Ni jaloneando fuerte de su mascota paraba para poder reacomodar se, literalmente su rostro estaba siendo el asiento y su cuerpo, pues también.

Parece que almenos ya no faltaba mucho para terminar su pequeño sufrimiento, ya llevaban máximo una media hora.