Todo aquello que se alimenta, crece y por ello es que una herida o un malestar puede llegar a un estado crítico si no dejamos de reavivar el dolor o si no dejamos de someternos a lo que sigue causando que nuestras heridas sangren, algo que también es letal, es autocompadecernos más de lo que debemos, no se trata de responsabilizarnos pero tampoco victimizarnos, el equilibrio es fundamental, porque muchas veces sentimos que si no somos nosotros quienes nos compadecemos de nosotros mismos, no vemos que alguien más lo haga, pero no sobrepasemos de los límites, tratemos siempre de tener dominio sobre nuestro cuerpo y sobre nuestras emociones, porque muchas veces enfrentaremos solos circunstancias muy fuertes y necesitaremos no solo de compasión sino también de un buen empujón y un buen jalón de orejas quizás.
Si descuidamos nuestra salud emocional, empiezan a desencadenarse problemas físicos, sufrimos de dolores de cabeza, enfermedades cardiacas, debilidad y hasta problemas estomacales entre otras muchas más. Nuestro cerebro empieza a enviar señales a todo el cuerpo y empezamos a sufrir de múltiples molestias y solo vemos que el panorama empeora cada vez más.
Debemos evitar contaminarnos y sanar antes de que la situación se vuelva poco controlable o se escape de nuestras manos.
Cuando hablamos del equilibrio en cuanto a no autocompadecernos de más, consideremos que el equilibrio será una buena base o pilar para lograr salir adelante, porque tampoco se trata de exigirnos más de la cuenta y engañarnos quizás, haciéndonos creer que estamos bien, que somos fuertes, que no necesitamos ayuda, que siempre hemos podido solos o solas. Porque en ocasiones no podremos y si queremos reflejar algo que no está pasando, solo estamos retrasando la cura y provocando que un día erupcionemos como un gran volcán, destruyendo todo a nuestro paso.
Entonces la conciencia, la disciplina, la constancia y el equilibrio serán unos de los pilares más importantes.
