Capítulo 5

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No sabía cómo reaccionar a la historia que me contaba Tate. Si todo era cierto, muchísimas personas habían sido asesinadas en esta casa. Me contó de una pareja, los Montgomery, una pareja gay, una enfermera y una joven... No pude soportarlo más.

-Tate detente... - dije interrumpiendo la historia - No entiendo que tiene que ver todo lo que me estás contando con Violet, contigo, conmigo ni con mi familia. ¿Es que en esta casa hay fantasmas o algo? ¿Esos fantasmas le han hecho daño a alguien?

Tate dejó salir una carcajada llena de ironía y algo aterradora.

-Sí Alessa esos fantasmas han hecho mucho daño... Pero no te van a hacer nada a ti te lo prometo.

-¿Cómo puedes estar tan seguro?

Mi pregunta pareció confundirlo ya que se perdió en sus pensamientos por unas segundos antes de responder.

-Por que me importas, y no quiero que nada te pase.

Dicho esto se puso de pie, me dio un beso en la frente y salió de mi habitación.

¿Qué fue eso? Me quedé en estado de shock por unos segundos, sacudí mi cabeza y salí de mi habitación para buscar a Tate pero no habían ni rastros del rubio por ninguna parte.

Regresé a mi habitación más confundida que nunca. Pero no quería pensar en nada, por lo que tomé un par de pastillas para dormir que le había robado a mi madre y me metí bajo la frazada y al parecer las pastillas si eran muy fuertes por que caí total y completamente dormida.




-Alessa levántate, no puedes llegar tarde al instituto.

Gruñí mientras mi madre seguía sacudiéndome descontroladamente...

-No voy a ir, deja de fastidiarme.

-Ya te faltaste demasiados días por ese episodio de lunática que tuviste... El director dice que si no vas hoy te quitará la plaza y tendremos que buscar otro instituto...

-NO VOY A IR, QUE ME QUITE SU ESTÚPIDA PLAZA. - Grité ya molesta. Todo ese asunto del instituto siempre me tuvo harta.

Mi madre soltó un sollozo. Genial, ahora llora. Bufé y toscamente me puse de pie y me encerré en el baño para darme una ducha. Escuché como mi padre consolaba a mi madre, ambos seguían en mi habitación. Cuando salí de la ducha y me sequé el cabello, abrí la puerta y no, no se habían ido, suspiré pesadamente.

-Mamá, si quieres que vaya a ese condenado instituto creo que al menos deberías darme algo de privacidad para que pueda vestirme.

Ambos me miraron desconcertados pero asintieron y salieron de la habitación.

abrí la puerta del armario para ver que me pondría y me llevé el susto de la vida.

-A mí me gusta como te queda esa toalla, te ves sexy - dijo Tate saliendo de una esquina del vestidor.

-Maldición Tate, ¿como entraste?

-Como siempre. De todas maneras no tengo nada mejor que hacer.

-¿No vas al instituto?

Su expresión cambió radicalmente.

-No, mi madre no me lo permite... piensa que estoy... ya sabes... loco.

Algo en su mirada me hizo sospechar que su madre tenía razón, pero también me provocó ganas de besarle. Sacudí mi cabeza y le indiqué que se diera la vuelta.

Eternity|| Tate LangdonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora