17- Bandera blanca.

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Emma Jones 

 — Entiendo... 

 — Lo siento, el seguro no cubre esas fallas  Lance mi móvil, acariciando mi cabello con fuerza. 

 — Mama — Liam, abrazo mis piernas con cariño. 

 — Buen día, amor — Me volteé colocándome de cuclillas — Deberías estar en la cama, es sábado —

 — Hoy no hay colegio — Se contestó así mismo con una sonrisa — ¿Por qué estás triste? —

 — No estoy triste, solo estoy concentrada en algunas cosas que tengo que hacer hoy.

 — ¿Segura? 

 — Sí... ahora iras a la cama — Bese su mejilla palmeando su espalda — Vamos — Él asintió correteando con esa risa traviesa. 

 Volví a tomar mi móvil leyendo los mensajes que tenía en el correo — Una reunión, un puto sábado... debe ser una broma — Mire el reloj viendo que ya eran las seis de la mañana.

 Me encargué de incorporarme en la reunión, que acabo a las siete de la mañana, debía volver a llamar al puto seguro para resolver las cosas en el estudio, además de hacer el desayuno, entrar la ropa a lavar e intentar higienizarme. Sentía que me estaba volviendo loca, no probé ni un solo bocado en todo el desayuno, los niños estaban felices, Brenda se veía más relajada o eso creía, ya que no tenía ni idea.

 — ¿Emma? 

 — Mju — Conteste mirando sus ojos. 

 — Los niños te están haciendo una pregunta.

 — Perdón, necesito... me disculpan — Me levanté de golpe corriendo hacia el baño, devolví varias veces hasta sentirme mejor, tenía ese nudo en la garganta expandiéndose por cada parte de mi cuerpo — ¿Quién es ahora? —

 — ¿Qué?

 — Cariño, ¿y ese humor?

 — De verdad, hoy no estoy para más chistes.

 — Debemos pagar los daños causados por la falla eléctrica. 

 — Lo se... 

 — Emma, debemos cumplir los contratos.

 — Lo haremos. 

. . . 

 Brenda Blake

 — Sé que amas el estudio y yo más que nadie he visto el esfuerzo que hiciste, pero debemos tomar una decisión. 

 — Intentaré pedir otro préstamo, pagaremos los daños, te marco al rato.

 Me alejé de la puerta tomando un libro de la estantería, fingí leer observándola tomar asiento en la mesa. 

 — Los niños fueron a jugar — Comente mirándola de reojo.

 — Bien — Contesto distraída mirando su móvil. 

 — ¿Tessa y Patrick van a venir? 

 — Veo que tu cercanía con Tessa sigue intacta — Dijo de golpe acariciando su rostro — Si vendrán a comer, deje todo en el horno, solo deben encenderlo — Ella se levantó tomando sus cosas y se marchó. 

 — ¿Qué le pasa a mama? — Cuestiono el niño cruzado de brazos. 

 — Solo está cansada... 

3° Siempre tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora