07| LA CARTA

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Está preparando para todo. Para enviar todo a la mierda si él se lo pide.

Ha abandonado la habitación de su precioso ángel para alistar su carruaje; y tiene a sus hombres en lugares estratégicos por todo el palacio, esperando su señal para atacar, si es que alguien se opone a lo que desea hacer.

Está dispuesto a todo, a todo por él.

Sus pasos son decididos y fuertes. Camina con la seguridad que su apellido le ha brindado. Pero se detiene en seco cuando visualiza el médico que ha atendido a Taehyung, vagando por los pasillos con un semblante decaído.

– ¿Cómo está? — pregunta directo.

El médico lo mira por un momento, estudiando sus facciones, y lo tensos que están sus músculos.

– Joven Kim. — saluda en una corta reverencia. — El príncipe de Jeon, se encuentra estable, lo revisado y he dado instrucciones para atenderlo con eficacia.

Hoseok asinte insatisfecho. — Dígame. - musita controlando su ira. — ¿Fue abusado?

El hombre frente e él se tensa por la pregunta tan directa, y sus ojos viajan a cualquier parte, buscando distraerse de la pontente mirada que lo acorrala.

– Eso es algo que no puedo decirle, joven Kim. — dice con firmeza, apretando el maletín en sus manos como si aquello pudiera darle tranquilidad. — Entienda que no puedo revelarle nada sobre lo ocurrido, solamente su espo...

– Ese hijo de puta es el responsable. — interrumpe. — ¿Va a decirme que está bien? ¿Va a decirme que no puedo entrometerme? ¡Es mi primo! Y ese hijo de perra se atrevido a tocarlo sin su consentimiento. Lo sé, solo necesito que me lo confirme. — gruñe molesto; y se toma un momento para masajear el puente de su nariz. — Usted no puede ser tan cruel. Solo dígamelo, necesito saberlo. Porque de ser así, voy a sacarlo de aquí. Él no merece toda esta mierda.

Seokjin parece dudar, si bien, pertenece al clan Kim, y a quien le debe absoluta lealtad es a Kim Namjoon, sabe que su ética como médico, e incluso si vida, se verán en peligro si abre la boca. También está el hecho de lo que él doncel puede llegar a pensar de él, no quiere ser un bocón, pero tampoco quiere que algo le vuelva a ocurrir. Sabe perfectamente que el príncipe no es alguien amable, sabe que lo destrozara, que lo arruinara si sigue a su lado.

– Fue un desgarre profundo. — dice después de varios minutos en silencio. – Es lo único que puedo decirle.

Y tras eso, pasa de largo, apretando sus ojos cuando escucha al menor soltar un: "hijo de puta".

[...]

No está preparado para verlo, no quiere hacerlo. Siente su cuerpo tensarse cuando descubre su sombra asomarse detrás de la puerta. Está aterrado, le duele el corazón, pero cuando su nombre sale de sus labios, todo el mundo se tiene.

– Tae... — musita el pelinegro adentrándose en la habitación.

Los ojitos llorosos del doncel se esconden debajo de la manta, y muerte su labio inferior tratando de reprimir un sollozo.

Jungkook corre hasta el costado de la cama, y se deja caer de rodillas al suelo. Sus manos se aferran a la sábana que cubre el cuerpo de su esposo, y sus lágrimas comienzan a brotar.

– Perdoname. -—musita enterrando su rostro en el colchón. — Por favor perdóname, no fue mi intención tratarte así. Estaba estresado, enojado, no debí hacerlo, debí parar, en verdad lo siento.

Sus palabras salen sinceras, y Taehyung siente un poco de molestia. ¿Por qué está llorando?

Procurando no ser brusco, baja con lentitud la sábana de su rostro, y sus ojos ven por primera vez a Jungkook de ese modo. Arrodillado ante él, hipando entre sollozos que él siente tan genuinos. Toda su molestia desaprece de repente, y de nuevo se siente tan enamorado de él, porque ha venido a pedirle perdón, porque está ante él llorando arrepentido.

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