🧅Prueba #1🧅

459 33 5
                                    

- ¿¡Qué!? - Preguntó sorprendido.

- Lo que oíste. A toda mi familia le podrás caer bien, menos a mi mamá. - Dijo cansado por la incomprensión de su pareja.

- ¡Llegó mi hora! No tengo tiempo que perder mi amor. - Dijo alegre en camino a comprar los materiales que usaría para su plan.

- Ay Dios... Solo no hagas una tontería. - Dijo Michael con una sonrisa en el rostro, Noah era sorprendente a veces.

...

¿Flores? ¡Sí, flores! Siempre funcionan y a su suegra le encantan, más si son tulipanes. Eso le iba a dar.

En unos minutos irían a la casa de Michael, para platicar sobre unas cuantas cosas para un viaje planificado.

Eran hermosas esas flores.

Tanto que una buena ensalada estaría perfecta en la combinación.

Todos en la familia sabían cuanto Noah odiaba la ensalada, de tan solo oler le daban arcadas.

Pero esta sería un excepción, ¿Por qué? Porque era su suegra era la que le estaba dando.

- Noah, no hace falta que comas si no quieres... - Decía Michael con seriedad sujetando su mano.

- Lo voy a hacer. - Dijo seguro con una sonrisa fingida, se moría por dentro.

- ¿Y? Adelante. Espero te guste mi comida. - Habló Rose, la mamá del pelicafé estaba feliz, con superioridad.

Prueba uno.

Prueba dos.

Prueba tres.

Difícil, ya no podía y recién iba por la mitad.

Lo que más odiaba era la cebolla, le irritaba los ojos.

Tenía que lograrlo para pasar la fase uno del pequeño examen de su suegra, le importaba mucho la opinión de esta, aparte de tener que pedir el permiso para el viaje.

¡Terminó!

De tanto pensamiento se distrajo y pudo comerse toda la ensalada.

Apenas se dió cuenta sintió algo en el estómago, algo que seguramente lo haría vomitar.

- Disculpen tengo que ir a hablar con Noah. - Aclaró Michael antes de irse a su antigua habitación con Noah, para entrar al baño.

Cerró la puerta esperando que nadie los haya seguido mientras el pelirrojo pelirrojo sufría.

- ¿Estás bien? Te dije que si no querías podías dejar ahí. - Enojado lo ayudó a lavarse la cara.

- No pensaba que fuera a vomitar, supongo que no soy tan resistente como tú. - Rió de forma que hizo sonrojar a su novio.

- Cállate, por lo menos tú sí estás acostumbrado a la fruta, yo la odio. - Lo abrazó con la intensión de hacerle entender que estaba preocupado.

- Me alivia saber que pasé una de las primeras fases. - Devolvió el abrazo alzando desde su cintura por la fuerza.

Sonrojados pero felices se dedicaron a darse cariño.

...

Le caes mal a mi mamá- (Ennchael-Noahchael)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora