•*𝖙𝖊𝖓𝖙𝖆𝖈𝖎𝖔𝖓*• || 𝙴𝚍𝚍𝚒𝚎 𝙼𝚞𝚗𝚜𝚘𝚗 +16

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Narrador:___

—Espera Josh.—intenté empujarlo pero fue inútil.

—Tú espera, ya casi voy a correrme...

Solté un quejido cuando se contrajo en mi interior. Salió de mí y se tumbó a mi lado. Me levanté adolorida y empecé a vestirme rápido.

—¿No te quedarás?

—Mamá me está esperando—mentí

Terminé de vestirme y caminé hacia la puerta, no miré atrás antes de irme de esa casa.

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—¿Qué?—escuché cuando abrí la puerta de mi hogar.

—No lo niegues, Edward, ¡Tú tienes a otra!—escuché gritar a mi madre.

—¿¡Pero que te sucede?!, claro que no es así!—Eddie gritó.

Estaban discutiendo, tal vez mi madre haya tenido su arranque de celos.

—¿Tienes algo con mi hija?—me quedé quieta al escuchar.

—¿Eh?, sabes qué, si esto va a seguir ocurriendo mejor me voy de aquí.—vi salir a Eddie de la cocina.

—Hola.—le sonreí tímidamente.

—Hola—respondió seco y luego subió las escaleras.

Minutos después Eddie bajó con una mochila. Salió de la casa sin decir nada.

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Estaba hablando con Liv por mensaje, abrí Instagram esperando la respuesta de parte de ella a algo que le conté. Una notificación me llegó;era un mensaje.

Eddie

Hola
9:24pm

Eddie?
Hola
9:24pm

¿Cenaste?
9:25pm

Aún no, no tengo mucha hambre
9:25pm

¿Podemos vernos?
9:26pm

Ahora?
No lo sé
Hace mucho frío
9:27pm

Está bien
9:27pm

No
Sabes qué
Si podemos vernos
9:29pm

Dos cuadras después de tu casa. Te recojo en treinta minutos.
9:30pm

Me levanté de la cama rápido y fui directo a mi armario. No sabía exactamente si esto estaba bien. Supongo que no. Pero aún así intenté encontrar la ropa perfecta.
Aunque al final no elegí una perfecta. Por lo menos no para mí.
Un vestido color palo rosa y una hoodie color blanco, solo se veía la falda del vestido.

Salí de mi habitación y fui hacia la de mi madre. Abrí la puerta sin tocar y la encontré sentada en el piso con una botella de vino en la mano, habían dos más vacías en la mesita de noche.

—Mamá.—se volteó a verme.

—¿Qué?—dijo sin interés. Me dio una ojeada y tomo un trago de vino.

—Voy a salir.—tenía la mentira bien planeada.

—¿A donde?—enarcó una ceja.

—A casa de Liv, veremos una película. Volveré temprano.

—Ok.—se levantó y se acostó en la cama. Vi como cerraba los ojos y trataba de dormir.

Bajé las escaleras y tomé un vaso de agua antes de caminar dos cuadras. Ahí estaba estacionado el auto de Eddie; una camioneta color negro y con los vidrios polarizados.

Golpee el vidrio y se volteó, quitó el seguro y abrió la puerta. Me adentré al auto y, esta vez no tuve tanto interés en bajarme la falda.

Se quedó mirando mis piernas unos segundos antes de mirarme a los ojos.

—¿Me llevarás a algún lado?—reí un poco.

—¿Te parece ir a cenar?, ya que no has cenado.—dio una pequeña sonrisa.

—Bueno... es que de verdad no tengo hambre.—apretó los labios.—Pero si quieres ir a cenar,por mí no hay ningún problema.—me encogí de hombros.

—No, esta bien.

Nos quedamos unos momentos en silencio absoluto.

—¿Por qué discutieron?—pregunté, aunque ya sabía la razón.

—Parece que tu madre tiene ataques de celos o algo así.—confirmé que había adivinado.

—Oh, sí, le dan bastante, normalmente cuando tiene algún novio.—apreté los labios.

Un mechón de cabello se me salió de detrás de la oreja. Iba a quitármelos pero él lo hizo primero.

No aguanté más, lo necesitaba, lo necesitaba demasiado, lo había necesitado desde la primera vez que lo vi en aquel recibidor.

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