ɴᴀʀᴜᴛᴏ, ɴᴀʀᴜᴛᴏ sʜɪᴘᴘᴜᴅᴇɴ ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏɴ.
fanfic.
"No hay mentira en sus océanos, si la miras fijamente verás el fuego arder en ellos"
Sasuke Uchiha.
Comenzada el: 15/04/23
—Come, Naruto, ya te dije que yo te quiero compartir de mi comida.
—Pero yo no tengo que compartir.
—Cometelo, no seas maleducado.
—Pero..
—¡O te lo comes o te lo meto a la fuerza a la boca, Naruto!
—¡Ya voy! ¡Ya voy!—el rubio rápidamente metió arroz y un tomate a su boca.
Reí. Mi amigo acabo de comer mi almuerzo y me dio las gracias; yo no tenia mucha hambre, lo cual era extremadamente raro. Yo siempre tenía hambre.
—¡Agh! ¡Es muy molesto!, me toca en el mismo equipo contigo y con Sakura, pero a él también tenía que tocarle... Debe de haber alguna manera de sobrellevarlo.
Naruto se quedó callado observando hacia un punto fijo, dirigí mis ojos a dónde los de él se encontraban: Sasuke estaba ahí almorzando, en el margen de la ventana se podía apreciar su playera azul rey con el logo de los Uchiha, su cabello negro siendo desordenado por el viento, y su cara me poto mirando con superioridad a todo mundo.
—¡Lo tengo!
—¿Qué tienes?
El ojiazul solo me dedico una sonrisa juguetona.
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El Uzumaki se fue luego de explicarme su plan. De algún modo me hizo sentir mal el cómo Naruto apesar de que Sakura lo trató de mala forma, este hiciera todo esto por ella, y peor aún cuando yo lo defendí, le dije que almorzamos juntos y quise pasar tiempo con él.
Me hizo sentir un poco.. ¿Innecesaria? ¿Remplazable? ¿Aburrida?
Un poco de las tres, daba igual supongo, los sentimientos eran algo innecesario, y más cuando te hacen sentir mal.
Me encontraba mirando como mi compinche se escurría furtivamente hacia donde se encontraba Sasuke, entro a la habitación y cerró la ventana detrás de él. Seguido de algunos minutos la misma ventana se abrió dejando salir al Uchiha y ahora sí que me había confundido; sabía el plan, pero como saber si era Sasuke el amargado, o Sasuke el Uzumaki.
Me levanté de mi lugar y me dirigí de la misma manera que Naruto hasta entrar a la habitación, logré ver a Sasuke amarrado y con la boca llena de cinta, no pude evitar reírme de él.
—Vaya fetiches, eh.
El azabache empezó a moverse frenéticamente pareciendo un gusano mientras balbuceaba. Me acerqué colocándome de cuchillas y le quité de un tirón la cinta haciendo que un gruñido se escapara de sus labios.
—¡Quítame estás cosas de encima!
—Sí, claro, de nada, ¿algo más se le ofrece, Sasuke-san?
—Entonces yo tampoco para las tuyas, con tu permiso.—me levanté dirigiendome a la ventana.
—Basta, Hanae, quítame esto.
Sonreí ladina girando mi cuerpo hacia él nuevamente, me inque quedando a su altura y tome su mandíbula igual que él lo había echo conmigo en en aula.
—Pide bien las cosas—susurre—, ¿Qué no tienes modales ante una señorita, Sasuke?
—Solo hazlo, Hanae.
—¿Por qué lo haría?
—Si no lo haces, cuando logre quitarme todo esto de encima, y lo haré, la que estará amarrada serás tú.
—Desata las cuerdas solo entonces.—le solte su mandíbula con delicadeza, me enderece y me aproxime a la ventana dispuesta a irme.
—H-hanae espera, agh, ¿m-me podrías.. eso?..
—¿Eso?—di media vuelta sobre mis talones.
—Ayudar...—Sasuke era un tomate con pies y manos.
—¿Podrías repetirlo? No lo escuché, perdón.
—No lo voy a volver a decir.
—Me puedo ir si quiero.
—¡Puedes ayudarme, por favor!
Di un grito de emoción.—¿Sasuke? ¿Tú pidiendo que te ayude y peor aún con un por favor? Dios, me siento afortunada. ¿No estarás enfermo?
—¿Me vas a ayudar o no?
—Que desesperado.—me inque detras de él y desamarre las cuerdas dejando al pelinegro libre.
Se levantó y me me examinó con sus orbes ónix, una mueca malvada aprecio en sus labios.
Ay no, ay no.
—Ey, ey.., yo te ayude. ¡Yo te ayude!—sasuke camino hacia mí mientras yo retrocedía.
Tomo mis tobillos y me arrastró hacia él, paté su abdomen con fuerza y como pude me levanté, entre tanto, él recuperaba el aire.
Nunca me va a atrapar este imbécil.
Corrí hacia la ventana cerrada, antes de llegar mi espalda estampó con brusquedad en la pared, con sus manos tomo mis muñecas y las coloco a cada lado de mi cabeza.
Valiendo dangos.
Se vale todo, ¿no? Mi rodilla estrelló en su entrepierna, exageradamente él cayó al suelo en tanto quejidos salían de sus labios yo subí encima de él con mis piernas apretando su cabeza y manteniendo sus manos atrapadas; saque un kunai e hice presión en su cuello sin lastimarlo.
El Uchiha sonrió de lado. ¿¡Por qué sonreía si estaba acorralado!?
Sentí como movían mi cabello dejando la zona de mi cuello libre, un escalofrío recorrió mi anatomía al sentir el metal frío rozar contra mi piel. Mire de reojo y estaba allí el maldito Uchiha, lo que tenía debajo mío desapareció volviéndose un tronco.
—Eres buena, pero no tan buena como yo, Hanae.—un gemido de sorpresa escapó de mis labios al sentir su susurro a escasos milímetros de mi oído.
—Dejame en paz.
—¿Porqué lo haría?
—¿Quieres que todos se enteren que el famosos sobreviviente del Clan Uchiha se beso con su compañero de clase?
—Muerete—el kunai desapareció de mi cuello—. ¿Dónde está Naruto?
