Capítulo 55

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POV Wonwoo:

Que fuera tela cara no significaba que fuera una tela caliente, eso lo comprobé con mi saco de la escuela cuando abrí los ojos debajo de toda esa nieve. Estaba cubierto de nieve, todo mi cuerpo, mi cara y mi cabello, incluso supuse que tendría algo en mis lentes a pesar de ser de contacto.
Tardé un rato en pensar en la posibilidad de haber quedado inconsciente después de golpearme con el tronco pero cuando me sacudí toda la nieve a penas y podía respirar, el cielo estaba más oscuro y mis manos estaban llenas de ramas, nieve y algo de sangre.
El saco estaba completamente lleno de nieve y pensé en ese momento en que mi cabeza no procesaba bien la información de mi alrededor que quizá si me lo quitaba mi cuerpo se calentaría ya que no estaría con el saco lleno de nieve. Así entonces me quité el saco intentando analizar el daño que habría sufrido mi cuerpo por rodar colina abajo y luego chocar contra el tronco.
Me dolía todo el cuerpo, sentía que si me levantaba me iba a romper.
Una parte de mi cabeza gritaba que al menos intentara arrastrarme cerca del internado el cual desde donde estaba se veía como un gran castillo en lo alto dónde seguramente había un clima cálido, bebidas calientes y cobijas con las cuales calentar mi cuerpo que sentía que no podía contener el aire dentro de si mismo por mucho tiempo.
Tal vez ese era mi destino, morir en la nieve por hipotermia después de que mi madre se enterara de que era homosexual y de haber dejado a mi novio en un lugar que ya no era seguro para él por mi torpeza.
Pensando en Hoshi casi cupo la esperanza en mi de qué él estuviera en la colina buscándome, que hubiera alcanzado a escapar. Casi podría rezar y suplicarle a dios, si es que había uno que por favor Hoshi hubiera alcanzado a huir y estuviera a salvo. Si alguien debía sufrir las consecuencias por nuestra relación debía ser yo, no él.
Entonces esta voz hizo que algo dentro de mi se activara, alguien a lo lejos gritó mi nombre. Por un momento tuve el impulso de responder hasta que me percaté de algo: no se trataba de Hoshi. Si no se trataba de él entonces venían por mi para hacerme pagar las consecuencias de haberlo amado.
Entonces no era algo bueno que me estuvieran buscando. A penas volví a escuchar esta voz pero más cerca de mi algo en mi se activó y me levanté aún cuando mis piernas temblaban no solo por el frío sino por los golpes que me había dado al haber rodado.
La voz se volvió a escuchar y corrí con todo lo que tenía colina abajo. Corrí y corrí con energía sacada de quien sabe dónde hasta qué di con el final. Una reja que rodeaba los árboles dentro de la colina.
Busqué con mis manos algún hueco, algo por dónde pudiera escalar la reja hasta que lo encontré. Este hueco era muy pequeño y estaba por la parte de abajo pegado al piso pero me daba tanto miedo volver al internado en ese momento que comencé a quitar la nieve que estaba ahí con mis manos hasta que el hueco dio para que cupiera al arrastrarme.
Volví a correr a penas pasé la reja, ahora estaba en la ciudad. No quería ni imaginarme cuanta distancia habría rodado para haber llegado tan cerca de la ciudad para ese punto.
Entonces me encontré con estas primeras casas de la ciudad y empecé a correr entre estas calles. No sabía a dónde iba a llegar pero con suerte daría con Seungcheol de alguna manera y seguro él sabría qué hacer.
Mi vista era mala con la nieve y al haber quedado inconsciente con los lentes sentía que a penas podía ver. Como sea seguí corriendo con miedo de que mis padres me encontraran y terminara como Joshua... con miedo de que por mi decisión Hoshi terminara como Joshua.
Creí que estaba bien hasta que por fin choqué con alguien, esta persona debido a mi impulso se cayó mientras que yo solo estuve a punto de hacerlo. Estaba en una plaza llena de personas, una buena parte de ellas me miraban con miedo o curiosidad pero cuando unas se me empezaron a acercar y abrir la boca hablando fue como si mis oídos hubieran bloqueado el sonido de las voces humanas como un sonido entendible.
Busqué una salida así que empecé a correr entre la gente buscando pronto estar lejos de ellos, mis piernas ya no querían dar para más y mi cuerpo estaba empezando a sufrir las consecuencias de todo lo que había pasado. Sentía que en cualquier momento simplemente dejaría de poder seguir existiendo.
Seguramente en algún punto mi cuerpo por fin colapsó ya que de repente solo desperté.
Había tenido un sueño horrible en el que Hoshi y yo nos habíamos decidido a huir de manera impulsiva para así poder hacer un plan en el que nos pudiéramos encontrar a futuro sin que nos volvieran a separar pero entonces torpemente me caía por la ventana y rodaba varios metros colina abajo hasta chocar con un tronco.
Abrí mis ojos encontrándome con una lámpara sobre mi cabeza, en mi casa no habían de esas así que seguramente seguía soñando. Me había quedado dormido con los lentes de contacto, lo mejor sería que me los quitara para que no agarrara una infección.
Este era un cuarto no solo pequeño sino casi vacío. No tenía la gran cosa, solo era la cama, un escritorio, un mueble al lado de la cama, un closet y una ventana.
Dejé los lentes de contracto en el mueble y me intenté levantar pero entonces mis piernas no resistieron y di hasta abajo. Mi uniforme estaba mojado y hacía demasiado frío, tomé una de las cobijas que estaban sobre la cama y me cubrí hasta que apareció alguien en la puerta de este lugar.
Su cabeza se asomó y por el miedo me recorrí intentando alejarme de la puerta lo más posible. Casi no le podía distinguir el rostro pero por sus movimientos sabía que él me tenía casi tanto miedo a mi como yo sé lo tenia a él. Entonces cerró la puerta y se escucharon varios ruidos en el lugar.
Entonces se escucharon pasos afuera por lo que me intenté levantar nuevamente pasa asonarme por la ventana. A penas pude ver esta imagen de este chico o chica corriendo desde esta casa hasta la casa de enfrente y tocando la puerta bajo la nieve cuando mis piernas volvieron a decidir que era demasiado pesado para soportarme.
Se volvieron a escuchar pasos y una puerta abrirse de nuevo. Ya sabía que mis piernas no daban para levantarse así que no volví a esforzarme en hacerlo aunque me diera mucho miedo que esta persona estuviera llamando a alguien que me pudiera reconocer y por lo tanto regresar al internado.
Entonces ahora primero se asomó una cabeza y luego la otra. Abrieron la puerta por completo revelando a estos dos chicos, uno más alto que el otro mirándome.
El más bajo quién era el que ya se había asomado antes fue el que entró y caminó cuidadosamente hacia mi. Si bien mi primer instinto fue alejarme hubo un punto en que ya no había hacia dónde ir.
El chico se agachó y se inclinó un poco hacia mi, mi corazón latía a mil y sentía que en cualquier momento me iba a dar un infarto si seguía así.
—hola...

You Don't Have To Go •Soonwoo•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora