Capítulo I

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Hola a todos! Acá una historia muy corta de no más tres capítulos que ya están escritos. 

Quería escribir algo muy oscuro, y me recomendaron un fanfic muy viejo para inspirarme, gracias a la autora que me dio permiso para usarlo, aunque no sé si sea la autora original, porque ella había pedido permiso para traducirlo, de todas maneras el fanfic no es de esta saga.

La historia no es miel sobre hojuelas en un principio, aunque tiene final feliz. Son solo tres capis, y acá va el uno.

Ya casi no comentan en mis historias, así que espero ver igual comentarios jaja, porque en muchas tengo 50 votos o más y dos comentarios jaja.

Besos y abrazos y que la fuerza los acompañe.


Con la llegada de Aegon el conquistador, la casa Targaryen se había hecho con la conquista de los siete reinos, que luego fueron unificados por el sabio rey Jaehaerys.

Desde la conquista, los Targaryen habían establecido leyes que no podían romperse.

Debían mantener su sangre pura, si bien es cierto muchos de ellos habían desobedecido esa ley, se exigía que la línea de sangre que heredara el trono fuera pura.

Aemma Arryn, hija de Daella Targaryen, se había casado con Viserys Targaryen, hijo de Baelon Targaryen, ambos primos continuarían la línea sucesoria pues Viserys era el rey ahora, luego de la muerte de Jaehaerys.

De su matrimonio había nacido una hermosa niña llamada Rhaenyra, aunque mientras el rey no engendrara un heredero varón, la herencia del trono recaería en su hermano, el llamado príncipe canalla.

Cuando el rey regresaba al palacio, una emocionada Rhaenyra corrió a ver a su padre y se lanzó a abrazarlo.

Con 17 años, ya era toda una mujer, y eso era exactamente lo que preocupaba a sus padres, aunque no se lo dejaban saber.

- ¿Cómo estás pequeña princesa?- preguntó Viserys cariñosamente mientras veía a Aemma a su lado.

- Bien- contestó la chica mientras sonreía a su padre.

Rhaenyra sonrió al ver a sus padres besarse dulcemente, ellos siempre eran muy cariñosos entre ellos, aunque Rhaenyra no tenía como saber que eso no siempre había sido así.

Ellos fueron obligados a casarse, cuando Aemma tenía solo 11 años y Viserys 16, en un principio se pensaba casar a Rhaenys y Viserys Targaryen, y a Aemma la iban a comprometer con el hermano menor de Viserys, Daemon Targaryen.

Afortunadamente Rhaenys, se enamoró de la serpiente marina, y como era una alianza beneficiosa, y los Velaryon tenían sangre valyria, se aceptó que la que casi fue la princesa heredera se casara con Corlys Velaryon. Viserys fue comprometido con Aemma, y fueron presionados por la corte para procrear herederos.

Desde entonces, ellos solo habían logrado concebir una hija y luego el vientre de Aemma nunca más había albergado vida.

En esos 17 años, el heredero de la casa Targaryen seguía siendo Daemon Targaryen, un príncipe caótico que incluso había seducido a la hija de la mano del rey Otto Hightower, la había desvirgado y la había abandonado, ganándose el repudio de Otto Hightower.

Rhaenyra adoraba a su tío, él siempre le regalaba cosas y la consentía, pero Aemma y Viserys sabían que él quería algo más de su hija, y cuando ganó la batalla de los peldaños de piedra, y el reino y los reyes estuvieron en deuda con él, volvió a Desembarco del rey, para cobrar su deuda.

- Dime ¿Qué es lo que quieres hermano?- preguntó el rey frente a su corte cuando Daemon se presentó entregando su corona de Rey de los peldaños de piedra.

El rey sabía que si negaba cualquier cosa que el héroe del reino, como llamaban ahora a su hermano pidiera, el reino se volvería en su contra.

- Quiero que me entregues a tú hija, es claro que no puedes concebir un heredero, y yo soy tú heredero lo quieras o no, quiero a Rhaenyra, ella será mi reina- dijo demandó Daemon y la corte quedó en silencio, porque esa era una petición incluso generosa para el rey, pero que destrozaba el corazón de los reyes.

- Es nuestra única hija, Daemon por favor- rogó Aemma pero Daemon no estaba dispuesto a retractarse de su decisión.

- ¿Y eso qué?- preguntó él fríamente- Ya no son tan jóvenes y es claro que no pueden tener los hijos que quieran, casarla a ella es la única esperanza de mantener nuestro linaje, y a menos que la cases con Laenor que todos sabemos que no gusta de las mujeres, la única opción que les queda soy yo- dijo Daemon y la corte estuvo de acuerdo con él. Incluso la mano del rey que se había rendido en sus esperanzas de que la casa Targaryen anulara la ley que les prohibía mezclar su sangre con sangre que no fuera pura.

- Por favor, Lady Laena tiene sangre Targaryen, si quieres una esposa de sangre pura para que sea tú reina, puede ser ella- rogó Aemma mirando a su primo porque su esposo parecía haber aceptado la petición- ¿Por qué Rhaenyra?

- Porque me gusta- respondió con frialdad y determinación el heredero de la casa Targaryen.

La boda fue pactada y cuando Rhaenyra fue informada, ella estaba aterrada.

Quería a su tío, pero nunca pensó que él la querría como esposa. Aún lo veía como su tío y no podía verlo como un hombre.

La noche antes de la boda, Rhaenyra se encontraba sentada frente a un espejo mientras veía por última vez su habitación que había usado desde niña, mientras se despedía de todo lo suyo, porque ahora pasaría a vivir en Rocadragón junto a su tío.

Aemma estaba junto a ella, y luego de largos minutos de silencio, Rhaenyra se atrevió a preguntarle a su madre sobre las cosas que necesitaba saber.

- ¿Duele?- le preguntó Rhaenyra a su madre y Aemma no entendió.

- ¿Qué cosa?- preguntó ella sin entender la pregunta de su hija.

- La noche de bodas, cuando él- dijo Rhaenyra sonrojada y Aemma comprendió.

Las palabras de su hija eran valientes, pero sus ojos cristalinos le decían que ella estaba aterrada de la noche de bodas.

Rhaenyra no quería preguntar, pero debía saber, no sabía nada sobre eso, había intentado mantenerse alejada de esos temas, y ahora estaba a punto de casarse. Tenía miedo de estar a solas con su tío, tenía miedo de estar en una cama con él, ambos desnudos, tenía miedo, porque para ella era su tío, el hermano de su padre.

- Bueno- comenzó Aemma complicada para responder- No debería doler tanto- mintió Aemma intentando calmarla pero Rhaenyra sabía que su madre mentía.

- Tengo miedo mamá- susurró Rhaenyra asustada y Aemma la abrazó con fuerza, acunándola entre sus brazos esa noche- Tengo mucho miedo mamá- lloró Rhaenyra dejando caer sus lágrimas y aferrándose a su madre.

- No pienses en la boda, relájate esta noche, no te hagas daño pensando en eso- rogó Aemma y Rhaenyra lo intentó, realmente lo intentó, pero toda esa noche se atormentó pensando en la boda.

Se atormentó pensando en la boda y en la noche de bodas. Se atormentó pensando en su tío haciéndola su mujer.

¿Cómo se supone que podría verlo como un hombre?

No lo sabía y tenía mucho miedo del día de la boda.

La sangre del dragón corre espesa (Daemyra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora