Corre el año 2904, el mundo se encuentra con la constante amenaza de la cuarta guerra mundial.
¿La diferencia? Las armas.
Resultado de la última guerra que casi le pone fin a la humanidad, las armas biologicas usadas constituyeron el origen de human...
Plan se escondió detrás del sillón en cuanto la sintió llegar a la casa, para después escuchar un portazo seguido del sonido inconfundible de esos altos tacones de aguja color rojo con su penetrante perfume barato, combinado con el olor a cigarrillos y alcohol y el aroma desagradable de sudor y sexo ajeno. No hacía falta mirarla para saber que llevaba esas ropas de prostituta con las que se mantenía.
¿Por qué no usaba sus poderes para hacer dinero? Fácil, su papá imagino que ella se había quedado sin poderes, a excepción de un pequeño truco. ¿Por qué no usaba Plan sus poderes? Porque a su papá le pareció interesante bloquear sus poderes con ella.
No podía defenderse de ella.
—¿Dónde estás, pequeña rata? —dijo con voz cantarina llena de veneno mientras Plan la escuchaba caminar a través de la casa buscándolo. —¿Dónde estás cabrón, hijo de puta? —volvió a preguntar esta vez sin fingir, mientras su tono de voz se iba engrosando hasta terminar como la de un varón. —Mal escondite, ratita.
Plan no pudo evitar dar un respingo cuando lo escuchó detrás de él. ¿Cuándo lo había encontrado? No tuvo la menor idea y tampoco tuvo mucho tiempo para pensarlo pues lo tomó del tobillo arrastrándolo por la descuidada sala sin mucho cuidado.
—¡No! Suelta, Nanon —gritó pataleando asustado. Había cambiado su apariencia nuevamente en una versión masculina, ella media naturalmente 1.60, un poco delgada pero de buen cuerpo, hermosa pero no tanto como su versión masculina ya que era un joven de 1.80 de cuerpo atlético bien formado que atraía mucho más la atención, cosa que la hacía rabiar.
—¿Cuándo vas a entender que tú eres mio, ratita? —murmuró cerca de su oído antes de morderle la oreja provocando que sangrara. Plan no gritó, sabía que sus gritos le excitaban.
—¿Por qué me haces esto? Yo no tengo la culpa —trató de razonar inútilmente, intentando zafarse de su agarre que solo se intensificó para después dejarlo caer, haciendo que perdiera el equilibrio, y después lo pateó en el rostro dejándolo inconsciente en el piso.
Plan despertó horas después donde mismo, no quiso moverse y tampoco lloró, había aprendido que no le servía de nada hacerlo. A Nanon le gustaba verlo llorar y si lo veía haciéndolo no tardaría en provocarle más dolor para que continuara llorando. Se quedó quieto, así le dolería menos. Sabía lo que había hecho nuevamente. Estaba acostado en el piso en posición fetal sintiendo punzadas en todo el cuerpo mientras su semen iba escapando de su recto.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
—Muerta —contestó tajante con el ceño fruncido.
—No trates de ocultarla. Ella tiene el mismo poder que tu y es imposible hacerlo —dijo el General Jiratchapong tratando de sacarle la verdad.
—Todo es posible de imaginarse —le devolvió la mirada provocando que se tensara por primera vez. El general lo miraba fijamente tratando de que no se notara su nerviosismo y su enfado.
—Dime todo lo que sepas de los rangos ceros —exigió.
—No.
—No te estoy preguntando si quieres hacerlo o no —dijo poniéndose de pie, golpeando la mesa perdiendo completamente los estribos. —Te estoy ordenando hacerlo.
—Y yo te recomiendo que no estreses a mi Virus —dijo el medico entrando a la sala como si se tratara de su casa.
—No es tu Virus —alegó de inmediato Mean.
—Es mi paciente, por lo tanto mi Virus. Papa, patata, no es mucha la diferencia —dijo con una sonrisa en los labios mientras se sentaba como el rey en su trono.
—¿Qué hace este médico aquí? Es una cena privada —interrumpió Force.
—Yo hago precisamente lo que quiero —le contestó levantando los hombros restándole importancia—, y quiero que dejen de estresar a Zero, que precisamente llevo haciéndole un chequeo cardiaco desde la mañana y no me sirve si ustedes le disparan el pulso —enseguida Plan y Mean lo miraron sorprendidos. —Te puse un chip cuando te inyecte —resolvió sin vergüenza alguna aclarando sus dudas.
—¿Es legal hacer eso? —le preguntó Plan al azabache.
—No, no es legal que le pongas cosas a mi Virus aunque sea por algún examen físico, debes de pedir mi autorización primero —alegó Mean quien enseguida volteó a ver a su virus preocupado.
—¿Así que soy tu Virus y necesitan Tu permiso para poder hacerme cosas? —le preguntó Plan seriamente, de repente sintiéndose como una mascota nuevamente o como un objeto. —Idiota…
Escuchó a Mean tragar saliva mientras lo miraba tratando de encontrar alguna forma de arreglar lo que había dicho.
—Zero…
—Por supuesto que puede decidir qué es lo hacen contigo y a que pruebas te someten, después de todo eres su Virus —dijo el General Phiravich.
Plan lo observó un momento para luego mirar al azabache esperando a que negara lo que su padre acababa de decir, pero no pudo evitar sonreírle amargamente cuando se quedó callado.
—Ahora usted —continuó Mix mirando seriamente al otro General—, ¿qué es lo que pretende exactamente con esta visita? Está claro que no era para ver a mi hijo y para conocer al rango cero.
Plan apretó la mandíbula al escuchar cómo se refería a él.
—Pero solo lo ha provocado esperando alguna reacción violenta de él —Mix volteó a ver a Plan con molestia antes de regresar a ver a Dunk de nuevo—, para después empezar a hacer preguntas sobre una rango cero de la cual no teníamos conocimientos. ¿Desde cuándo sabe de ella y porque no ha compartido esa información con las demás bases? —su mirada era tan fuerte que hasta hizo que el otro General se incomodara un poco pero sonrió ligeramente.
—Era información clasificada de mi base —trató de solucionar.
—Información que yo no he ocultado a las demás bases, sin mencionar que tal información es más que esencial y podría considerarse traición el tenerla oculta —le contestó Mix.
—Mi hermano no es ningún traidor —interrumpió Force con voz alta—, si se guardó la información es porque la base Este encontró primero la información sobre esa Virus, y si se hacía público es más que obvio que todos empezaran a buscarla y se romperá el principio de que el primero que encuentre al Virus se lo queda, ¿no? —lo último lo dijo mirando a Mean quien solo frunció el ceño.