25. 💚 Audios a la madrugada 💚

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- Tío, ¿tú crees que llevarías bien el andar el silla de ruedas? - arqueo mi ceja al escuchar esa pregunta tan rara de mi amigo.

- ¿A qué viene eso? ¿Por qué tendría que andar en silla de ruedas?

- Es lo que suele hacer la gente a la que le falta una pierna.

- ¿De qué hablas? - ruedo los ojos por esta conversación tan absurda - Tengo mis dos piernas bien.

- Ya, pero en los últimos minutos he pensado en cortarte la que no dejas de mover todo el tiempo.

Ahora es cuando entiendo a lo que se refiere, mi pierna se mueve a gran velocidad sin yo ser consciente de ello. Lo único que sé es que es consecuencia de lo que me ocurrió ayer por la noche y que todavía no he podido aclarar nada con la persona en cuestión.

- Perdona tío, es que estoy algo inquieto.

- ¿Por?

- Estaba pensando en buscar algún trabajo que compagine bien con la universidad, pero parece ser que todo el mundo está empeñado en querer poner un horario que no me viene bien.

- ¿Para qué quieres trabajar ahora? - ríe recostándose en el sofá - Si lo bueno de ser estudiantes es que tenemos la excusa de las clases para seguir siendo mantenidos por nuestros padres.

- Ya, pero necesito dinero.

- ¿Para qué?

Para ser padre.

- Cosas mías, da igual.

- Si tanto quieres un trabajo, yo que tú lo intentaría en verano, es lo que hace normalmente la gente de nuestra edad que aún está estudiando - hago unos cálculos rápidos en base a meses que necesito y no me cuadran las fechas.

- Queda mucho para el verano, lo necesito antes.

- Entonces ponle ojitos a alguna dependienta para que te contrate a tiempo parcial en algún sitio mal pagado.

- Así no ayudas, tío - remuevo mi pelo y vuelvo mi vista hacia la habitación de mofletitos, sigue cerrada y ella durmiendo - ¿Tu hermana seguirá viva?

- No creo que se levante hasta la hora de la cena por lo menos, ¿no ves que está de resaca y ha llegado esta mañana a casa?

- Pues se va a tener que aguantar porque la voy a despertar.

- Suerte, ciérra la puerta del salón para no escuchar al dragón levantándose.

Me levanto del sofá, dejo a Scott viendo la tele en el salón y voy directamente hacia el cuarto de ella. Necesito que me explique muchas cosas sobre la noche pasada y lo necesito ya. El lugar oscuro me recibe, no soy muy considerado a la hora de despertarla, en otra ocasión lo hubiese hecho suave y dándole besos, pero hoy no.

- Mofletitos, tenemos que hablar - digo lo suficientemente alto como para que empiece a abrir los ojos mientras abro su persiana para que entre la luz del día.

- Ahh – ella reacciona cubriendo su cara con el edredón para que no le dé la luz.

- Venga, levanta ya que son las 7 de la tarde.

- Mmmm – murmura algo que no entiendo y sigue sin moverse ni hacerme caso.

- ¡Mofletitos! – pego un grito y la destapo, encontrándome su cuerpo desnudo bajo las sábanas - ¡Joder, Lila! - la cubro de nuevo, es demasiado para mi hablar con ella cuando no lleva nada de ropa encima.

- ¿Qué? Ya te dije que solía dormir desnuda – se sienta en la cama, cubriendo cualquier cosa que no es adecuado con las sábanas y bostezando - ¿Qué quieres?

💚 MI AMOR 💚 #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora