Capítulo 25

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Salí de casa y me fui a mi coche, abrí la puerta trasera y metí la mochila con todas las cosas necesarias. Rodeé el maletero para subirme al asiento del piloto y conduje escuchando "Ella Baila Sola" de Eslabón Armando y Peso Pluma, últimamente esa canción me gusta mucho. Estaba emocionada por poder ver a mi amor, agradecí la corta distancia entre mi casa y el hospital. Al llegar al hospital, me giré y cogí la mochila para salir del coche y encaminarme a la entrada. Entré en la habitación de mi amor y sonreí al ver a Vele con Kim.

_ Hola_ las saludé y dejé la mochila sobre el sofá a un lado de ellas.

_ Hola_ me respondió Vale y por alguna razón tenía su cara algo roja.

_ Voy a hacer una llamada, permiso_ dijo Kim y se encaminó a la puerta. Entrecerré mis ojos, mirando a mi cuñada y ella sonrió nerviosa.

_ Que sucede?_ preguntó rascando su nuca. Ese mismo gesto lo hacía su hermana cuando se veía descubierta.

_ Eso mismo pregunto yo. Que sucede?_ sonrió y se puso de pie cogiendo sus cosas.

_ Nada, no se de qué hablas...

_ Ya me lo contarás, no tengo apuro_ le sonreí con complicidad y sus mejillas se pusieron coloradas.

_ Te dejo con la Bella Durmiente_ reí bajo_ dice Guerra que mañana le harán unos estudios. Vendré temprano, ¿esta bien?

_ Si, claro_ asentí mirando a mi amor.

Me despedí de Vale y ella se fue. Me acerqué a la cama dónde yacía mi amor y me senté a su lado. Acaricie su pálido rostro y sonreí con tristeza, nunca me acostumbraría a verla así. Logré reprimir mis lágrimas y decidí cambiarme. Estaba cansada, últimamente siempre lo estaba, supongo que producto del embarazo. Cuando salí del baño, llevando ya mi pijama y mi cabello recogido en un moño todo desordenado, me dirigí hacia el sofá que estaba a un lado, para coger la manta que había dejado allí doblada. La cama era un poco angosta, pero logré hacerme al lado de María José, sin aplastarla. Me tapé con la manta y agarre el control de la tele, para encenderla y poner un canal al azar. Pasó un largo rato antes de que me quedara dormida sin ni siquiera darme cuenta...

(...)

Mi estómago daba vueltas, sentía como un líquido ácido amenazaba con subir por mi garganta. Me destapé de un tirón y me senté en la cama intentado respirar para controlar el vómito, me puse de pie y corrí hacia el baño, cuando una arcada me sorprendió. Me arrodillé frente a la taza del baño y salió la primera oleada de vomito, no podía respirar, sentía que me ahogaba y el líquido salió por mi nariz a la vez que salía por mi boca. Apreté mis manos contra el borde de la taza y mi vista se vio empañada por las lágrimas, que sensación tan asquerosa me quedó en la boca, cuando por fin deje de vomitar. Me enjuague la boca en el lavabo y me miré al espejo, mi cara estaba pálida, pero supuse que era lo normal, igual no era la primera vez que me pasaba. Cepillar mis dientes fue el siguiente paso, luego salí hasta la habitación y me metí otra vez a la cama, está vez escondí mi rostro en el cuello de María José y abrazándome a ella. Por alguna razón estar así con mi amor, me calmaba. El sueño se hizo presente un rato después y me volví a desvanecer.

POV POCHÉ.

Cuando me moví, sentí un peso en mi hombro izquierdo. Moví mis dedos y sentí la fría sábana. Enseguida me sobreslté con un choque de realidad y me intenté incorporar en la cama.

_ Mierda!_ maldije cuando fui consiente de lo pesado que estaba mi cuerpo.

_ María José..?_ una sensación de vacío, recorrió mi estómago al escuchar esa voz_ amor_ ahora sonaba sorprendida.

          

Ladeé mi cabeza para encontrarme con la dulce mirada de una castaña, yo la miraba perpleja y todo era demasiado confuso. Se acercó lentamente y pegó sus labios a los míos, cerrando sus ojos y acariciando el lateral de mí rostro. Sentí esa fugas sensación de cosquilleo en el estómago, pero no sucumbí al deseó y la parte tomándola del hombro.

_ Que pasa, mi amor?_ me miró con preocupación y fruncí él ceño recorriendo cada facción de su rostro.

_ Quién eres tú?

Noté como su rostro se desencajaba tras mi interrogante. Un suspiro ahogado escapó de su boca y sus ojos se cristalizaron. Yo la miraba fijamente.

_ Soy Daniela mi amor_ yo seguía sin saber quién era y al parecer lo noto_ espera, llamaré a un doctor_ rehuí de su tacto cuando intento acariciar mi mejilla y fui consciente del dolor en su mirada.

Cuando se puso de pie y la manta cayó sobre la cama, puede ver su voluptuosa barriga.

Esta embarazada?

Cada vez entendía menos. La tal Daniela se salió de la habitación con rapidez y pude reparar entonces, en donde me encontraba. Cómo había terminado en un hospital? Esa interrogante fue interrumpida cuando, en un movimiento involuntario intenté mover mis piernas.

_ Que mierda pasa?_ musité para mí, mientras intentaba moverlas otra vez.

Enseguida sentí que comenzaba a fatigarme y a sudar frío. Esto no podía estar pasando, no sentía mis piernas... Cerré con fuerza mis ojos y una lágrima rebelde rodó por el lateral de mí sien, apreté las sábanas en forma de puño y volví a la realidad cuando el sonido de la puerta se hizo presente. Sequé mi cara con el dorso de mí mano y enfoque mi vista el el señor, de bata blanca que acababa de entrar junto a otros dos y una enfermera.

_ Buenos días, María José_ me saludo cálidamente y yo solo asentí a modo de respuesta_ como te encuentras?_ miré al suelo.

_ Por qué no puedo mover mis piernas?_ decidí ser directa, mientras menos prolongara ésto, sería mejor.

_ Déjame ver_ dijo el acercándose a mi. Quitó la manta que me cubría, dejando mis piernas al aire libre, no sentía su toqué, no sentía nada.

_ No siento mis malditas piernas_ dije ya con un tono más fuerte.

_ Tranquila María José, has tenido un accidente y es normal. Llevas mucho tiempo en recuperación, inconsciente. Realizaremos algunos estudios y así sabremos que tan grave es_ aproveché que el doctor estaba junto a mí y llegué a su mano que reposaba cerca de la mía.

_ Quiero mover mis piernas_ dije entre dientes mientras apretaba su mano con fuerza, bueno, con la que tenía en ese momento_ me importa una mierda lo que deba hacer, solo quiero saber si estoy...._ miré a un lado y solté mi agarre_ haga lo necesario porfavor.

_ No te preocupes_ escribió algo en su libreta_ ahora dime. Sientes dolor de cabeza?_ asentí sin mirarlo y el hizo su anotación_ tu mujer me ha dicho que no la has reconocido_ abrí los ojos cómo platos y apreté mis manos en forma de puño.

_ Que mujer? Yo soy soltera, nunca me he casado ni mucho menos_ hablé confusa y asustada.

El doctor me miró con perspicacia, como analizando mi rostro, tal vez hasta buscando algo.

_ María José, me puedes decir en qué año estamos?

_ Dos mil veintiuno_ respondí con obviedad y reparé en su rostro, el gesto de sorpresa_ que sucede?

_ Estamos en dos mil veintitrés, María José_ sentí el sudor recorrer mi sien y el dolor de cabeza aumento drásticamente_ te encuentras bien?

_ Sí_ confirme después de tomar aire y soltarlo pesadamente_ cuándo podré irme a mi casa?

MI OBSESIÓN (Poché G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora