Otro aburrido día según Milo, los Domingos no eran sus días favoritos y prefería quedarse dormido hasta que fuera Viernes de nuevo, para su mala suerte Camus le recordó lo importante que es levantarse todos los días y hacer algo nuevo.
—¿Eras así cuando estabas vivo? Porque si dices que sí entonces no me hubiera gustado ser tu hermano o lo que sea.
Camus sintió un pequeño escalofrío recorrerle el cuerpo, recordó ese vago pasado suyo de su infancia donde solo vivía con su padre Krest. Un día tras volver de su trabajo, su padre no regresó solo, pues tras suyo venía un chico desconocido para el pequeño Camus. ¿Su nombre? Shura, el niño al parecer no recordaba su apellido o algo similar, tampoco sabía quién era su padre y hablaba de un hermano suyo que había desaparecido.
—Nunca tuve hermanos.
—¿Ah no? Pensaba que sí.
—... Tuve un... Amigo... Para mí, él era mi hermano.
Milo se recostó en su cama tras ponerse su ropa y miró a Camus mientras le hablaba. —¿Cómo se llamaba? ¿O no te acuerdas?
—Shura.
(...)
❝ El día siguiente se trató de dudas y miles de preguntas por parte del pequeño francés. ❞
❝—¿Cómo te llamas?❞
❝—¿Cuántos años tienes?❞
❝—¿De dónde eres?❞
❝—¿Por qué hablas tan raro?❞
❝ Shura no entendía la mitad de las preguntas, pues inconscientemente Camus hablaba en su idioma natal, le había costado mucho aprender y entender un poco el italiano y ahora... ¿Francés? ¡Qué país más diverso en el que se encontraba! ❞
❝ Sin saberlo por su inocencia, un pequeño Shura de 5 años estaba pasando por el peor día de su vida. Volvió a casa después de buscar comida en la calle. Al llegar, se percató de la ausencia de su hermano Cid, tardó horas buscándolo y tras no encontrar rastro suyo, salió a la calle. Ahí, una fría noche de Noviembre de 1962, Shura estaba sentado en el suelo de una estación de trenes cuando un hombre alto de pelo corto y oscuro se le acercó. Le ofreció ayuda y cuando llegaron a lo que parecía ser la casa del hombre, conoció a quien consideraría su nuevo hermano: Camus. ❞
❝ El chico desde temprana edad siempre creyó haber desarrollado un problema que le afectaba la memoria, pues por alguna razón no podía recordar a su padre ni a su madre. Ni siquiera podía recordar cómo llegó a Italia, extrañaba su natal España pero al parecer... Todo había sido por "necesidad". ❞
(...)
—Qué nombre raro, bueno, el tuyo también es raro... ¿De dónde dijiste que eras? ¿Rusia?
—Francia, Milo. Me mudé a Italia cuando tenía 4 años junto a mi padre.
—Tan joven y chiquito, pensé que eras italiano de nacimiento como yo. —Sonreía con la cabeza hacia arriba en señal de orgullo.
—No, y aunque no recuerdo muy bien cómo era Francia es probable que sea más bonito que este lugar tan feo.
—¡Hey! Ninguna palabra contra mi precioso Italia, ¡Mi piace molto la pizza! (¡Me gusta mucho la pizza!)
—La pizza est surestimée et a un goût moche. (La pizza es sobrevalorada y sabe feo.)
—Hey, no me hables así porque no te entiendo Cam.
—Aprende francés y entonces me dignaré a admitir que Italia es más lindo que Francia, ¿Trato?
—Mh... No. —Le hizo una mueca en burla y se levantó de su cama rumbo a la cocina.
Milo bajó las escaleras siendo seguido por Camus, tomó una manzana dejada ahí por su padre Kardia la noche pasada y se la comió. Sacó su sudadera negra de la mochila que usa para la escuela y se la puso al igual que una bufanda violeta y abrió la puerta de su casa para salir. La fría brisa que le dio de inmediato fue suficiente para volver a cerrar y buscar un suéter peludo color negro para protegerse, ante eso Camus rió.
—¿De qué te ríes? Tienes suerte de no sentir el horrible frío que hace...
—Justo por eso me divierte, es gracioso ver como solo tú sufres por el clima, mientras tanto yo... —Señala su saco negro y vestimenta que parecía ser para época de frío. —Estoy feliz sin sentir nada.
—Scemo. (Bobo)
—Qu'est-ce que tu as dit bête garçon? (¿Qué dijiste niño tonto?)
—Agh, ¡Te dije que no me hables en francés que no entiendo nada!
—Bête. (Tonto.)
(...)
Shaka había recibido una llamada de Yuzuriha poco después de haber llegado a su trabajo.
—¿Yuzu? ¿Qué pasa?
—¿Qué le pasó a Mü? Tiene cortes en su brazo izquierdo.
—No lo sé, él me llamó ayer por otro de sus dolores de cabeza, cuando llegué ya los tenía.
—...¿A qué hora durmió anoche?
—Uh, más o menos a las 7pm, estuve con él 1 hora antes de que durmiera... ¿Por?
—Ok, gracias Shaka. —Y colgó.
El joven rubio se quedó con duda sobre la corta llamada que había recibido por parte de la prima de Mü... ¿Y si algo le había sucedido a su amigo? No podía salir de su trabajo de la nada y tampoco pedir permiso, pues sabía que su jefe no le dejaríaa menos que aceptara una rebaja en su paga diaria. Así que esperó... Esperó todo el día hasta su turno de salir, aproximadamente a las 7 de la noche y así volvió a la casa de Mü a ver cómo se encontraba, en el camino compró un pequeño regalo de chocolates para dárselo a su amigo. Al llegar tocó la puerta y fue recibido por el hermano menor del joven peli lila, Kiki.
—Kiki hola, ¿Dónde está tu hermano?
—Está dormido.
¿Dormido? Probablemente acaba de irse a dormir por la hora que era.
—... Supongo que estuvo estudiando todo el día y por eso está dormido ¿Verdad?
—No, Mü no se ha levantado en tooodo el día.
¿Ah?
—¿Qué? ¿No estás jugando verdad Kiki?
—Nop, Yuzuriha me dijo que no iría a la escuela a cambio de que me quede en casa cuidando a mi hermano... —Alcanza a notar el regalo que traía Shaka en sus brazos. —¿Qué es eso?
—Es un regalo para Mü, iré a ver cómo está ¿Si?
Shaka ignoró al pequeño Kiki quien trataba de averiguar qué era el regalo, subió las escaleras a la habitación de su amigo y cuando entró se percató que estaba acostado en la misma posición que le había dejado anoche. No pudo asustarse más. De inmediato quitó las sábanas y checó su respiración, notó que respiraba normal y su pulso era correcto... ¿Estaba en coma? No, no, era muy joven para que le sucediera algo así de la nada... Tal vez el desmayo de ayer le hizo más daño del que creyó y por eso seguía dormido... ¿Qué le pasó a su borreguito?
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❝ᅳLos extraño, la vie devient étrange.❞
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