¡niño grande! 📚 [jeongho]

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Little: JeongIn
Caregiver: Lee Know

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Esa tarde JeongInie había entrado en su little space, pero se negaba rotundamente a aceptarlo.
Cuando Lee Know notó que se había deslizado se ofreció a prepararle una merienda, pero el menor se negó y dijo que lo haría él mismo. El mayor lo miró un poco extrañado, pero al final lo dejó.
La merienda de Inie ese día fueron cereales, pero no con leche, simplemente cereales. Sacar la leche del refrigerador, abrirla, servirla en el tazón y volver a guardarla era una tarea con una dificultad enorme que sobrepasaba las capacidades del pequeño en ese momento, y pedir ayuda ni siquiera era una opción, por lo que decidió comer sin ella. Unos cuantos cereales (por no decir muchos) cayeron fuera del tazón, pero el pelirrosa se apresuró a recogerlos, sus manitas estaban algo torpes hoy, pero no diría nada, ¡él podía solito!
Fue hasta la sala para comer mientras veía la tele y puso Disney Chanel, donde en ese momento estaban dando Gravity Falls. Definitivamente no era un programa para bebés, así que lo dejó, porque él ya estaba grande y podía ver esas cosas. Lástima que justo fuera ese capítulo de Halloween en donde un monstruo de dulces hacía su aparición. JeongIn dio un pequeño salto del susto al verlo y apagó la televisión de inmediato. Tal vez el programa era en realidad para adultos.
Continuó comiendo tratando de pensar en otra cosa, porque no quería llorar, él era un niño grande y los niños grandes no lloran. Entonces se le ocurrió que podría dibujar algo y rápidamente fue a su cuarto por los lápices de color y su librito de dibujos. Mientras buscaba esto encontró uno de sus chupetes y tuvo muchas de usarlo, pero no debía hacerlo, ¡era una cosa de bebés! Así que lo dejó a un lado, tomó lo que buscaba y volvió a la sala. Se sentó en el piso con el libro y los lápices frente a él y comenzó a pensar que podría dibujar.
—Hey, ¿vas a dibujar, dulzura?—
Escuchó la voz de su cuidador y se volteó mirando como este se sentaba a su lado.
—¿Quieres que dibuje contigo? Podemos hacer zorritos y arcoiris, como te gusta—
MinHo le sonrió tomando uno de los lápices entre sus manos.
—Nop, yo dibujo solo y voy a dibujar un.. ¡u-un dragón! Y un volcán.. y fuego—
El menor respondió con un poco de dificultad, en primer lugar porque aquellas palabras eran complicadas de pronunciar, y también, porque si quería que su papi lo acompañara, pero debía demostrarle que él podía hacerlo sin ayuda y que no estaba chiquito.
—Oh, entiendo.. estaré en la cocina si necesitas algo entonces, cariño—
MinHo acarició el cabello del pelirrosa antes de irse y, aunque este último no lo notó, había tristeza en la expresión de MinHo. El mayor creía que algo no andaba bien, se sentía rechazado y apartado por su niño.

Y así transcurrió la tarde, Inie apenas si jugaba como antes lo hacía y cada vez que el peligris se ofrecía a acompañarlo le decía que no. Lee Know le preguntó si ocurría algo malo, pero JeongIn dijo que no, que todo estaba bien y siguió "leyendo" el libro de El Principito que sabrá Dios de donde lo consiguió.
Inie no entendía una sola palabra de aquel libro, pero leer era algo de niños grandes, por eso lo hacía o, más bien, fingía hacerlo. Al menos los escasos dibujos que tenía el libro eran interesantes.

Una vez llegada la noche Lee Know fue a donde estaba su pequeño e intentó de nuevo.
—Inie, bonito, es hora de dormir, ¿quieres que papi te lea un cuento?—
—Nop, ya 'toy grande para eso—
Respondió decidido el pelirrosa, se levantó de su lugar, fue a su habitación y justo antes de entrar se volteó hacia el mayor y este por un momento se esperanzó de que Inie le dijera que se retractaba y que si quería un cuento, pero no fue así.
—Buenas noches, papi—
Fue lo que dijo el menor, y Lee Know tuvo que fingirle una sonrisa al responder.
—Buenas noches, príncipe, descansa—
JeongIn cerró la puerta y el mayor suspiró triste, extrañaba mucho a su juguetón y consentido niño, extrañaba darle de comer, prepararle su lechita tibia, hacerle cosquillas y corretear detrás de él por la casa, extrañaba cuidarlo y mimarlo.
Al cabo de un rato, Lee Know terminó por entrar también a su habitación para intentar dormir.

Los minutos pasaban y JeongIn solo daba vueltas en su cama, no lograba conciliar el sueño, su cuarto estaba muy oscuro, su cama muy fría y vacía, porque tampoco quiso dormir con sus peluches. En una de esas veces que cerró sus ojos una terrible imagen volvió a su mente: era aquel feo monstruo de dulces que vio más temprano. Abrió sus ojos preocupado y por más que quiso no pudo dejar de pensar en eso, su mente lo traicionó e imaginó muchos escenarios en los que aquella criatura entraba a su habitación, caminaba hasta su cama, se paraba junto a él, se acercaba a su rostro y luego-
Un fuerte sollozó se escapó de sus labios y sin pensarlo corrió fuera de su habitación, instintivamente dirigiéndose a la de su cuidador. Saltó sobre el chico en la cama buscando protección.
—¡P-papi! Papi..p-por favor, monstruo feo y-y miedo, papi...—
Lee Know se asustó al inicio, pero al reconocer que era su pequeño se apresuró a abrazarlo y acariciar su cabecita, notando así los hipidos que el menor daba al llorar.
—Sh sh~ bebé, tranquilo, ya estás a salvo, papi te cuida y no dejará que nadie te haga daño, tesoro—
Lee Know le hablaba con calma y suavidad mientras le daba besitos en el cabello. Y así continuó hasta que el pelirrosa estuvo más calmado, pero todavía no dejaban de caer lagrimitas por sus sonrosadas mejillas.
—Y-Yo quería ser un niño grande.. para cuidarme solito y que papi descansara, p-pero.. no pude—
El llanto se hizo presente nuevamente e Inie escondió su carita en el pecho del mayor.
—Perdón, papi—
Sus palabras salieron entrecortadas, pero Lee Know entendió.
Esa era la razón por la que su bebito había estado tan distante todo el día. ¿Qué había hecho tan mal para que su chiquito tomara esa decisión?
—Mi niño, papi ama cuidarte con todo su corazón y no quiere dejar de hacerlo nunca. No quiero ni necesito descansar de eso, porque estar contigo me hace muy feliz, ¿entiendes, Inie?—
Los sollozos del menor habían disminuido y poco después asintió despacito.
—Bien, siempre puedes pedirme lo que desees, dulzura, porque te amo y me encanta jugar contigo y dibujar y darte mimos y ver caricaturas juntos, porque eres mi niño y siempre voy a estar para ti.—
MinHo le dio un último besito en la cabecita al pequeño, antes de que este respondiera.
—Papi.. te amo—
Una sonrisa se formó en el rostro del peligris.
—Yo también te amo, Inie. Ahora descansa, es tarde para los bebitos como tú—
JeongIn sonrió suave también al escuchar aquello, y luego dejó que sus agotados ojitos se cerraran. No quería intentar ser un niño grande nunca más, amaba más que nada en el mundo ser el bebé de su papi, así que eso seguiría siendo.

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Holis ^^ por fin estoy de vacaciones, ya terminé mi primer semestre de universidad y estuvo fuerte jajsjs pero se logró 😼 para celebrar eso les traje este capitulito exprés 💖 espero les guste y muchisisisisisimas y enooooormes gracias por continuar leyendo, votando y comentando mi historia, atesoro todo lo que hacen 💕💕 les quieron un montón, cuidensen y otra vez gracias 🩷✨️

little stars || ˢᵗʳᵃʸ ᵏⁱᵈˢ ˡⁱᵗᵗˡᵉ ˢᵖᵃᶜᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora