"El inicio de esta gran historia se dio cuando Alison se fue a buscar a su hermana a Alemania, en el proceso se enamoró de un cantante famoso del momento. La vida nunca había sido una historia de amor para Ali hasta que Bill Kaulitz le hizo ver las...
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O4:5Oam. 📍 Leipzig, Alemania Alison.
Soy la única que esta despierta, el resto estan dormidos desde hace dos horas.
Pienso en si volver a Argentina y decir que nunca encontré a Lucila o quedarme y cuidar de que "mí familia" no de con ella.
Me levanto del piso y camino hacia la puerta trasera que da a un jardín bastante grande pero poco iluminado. Me siento en en el pasto para sacar mí celular que no paraba de vibrar.
Llamada entrante "Papá"..
— ¿Justo ahora? —. Pulso el botón verde para dar inicio a la llamada.
- Espero que tengas buenas noticias
- Lucila no está conmigo
-¿Entonces a qué fuiste a Berlín, a jugar a la casita? Te recuerdo que tenés una semana para traer de vuelta a tu hermana o si no..-.
- Si no, ¿Que? ¿Me vas a amenazar? Te recuerdo que yo no soy mamá para manejarme cómo se te den las pelotas, Ramiro. Y es por tu culpa que Lucila se fue, no mía.
- Bajame el tonito con el que me hablas, soy tu padre y me tenés que respetar
-Soy tu hija cuando te conviene, no seas hipócrita.
Sin recibir respuesta cuelgo de inmediato, no me importa lo que el dijera, a fin de cuentas solo le importa que la única hija que le queda vuelva a su infierno, y no hablo de mí.
Con mis dedos voy cortando el pasto que tengo a mí alcance mientras miro la noche/mañana mientras pienso.
« ¿En qué momento todo se fue al carajo? ¿Por qué siempre deben meterme en problemas en los que no soy responsable? ».
La última es fácil de responder, siempre me responsabilizan de cosas que no son mí culpa y yo tampoco hago nada para impedir eso, solamente lo ignoro y asumo culpas que no me pertenecen.
— Vas a enfermarte estando sin abrigo —. Siento que ponen algo en mis hombros frios, la chaqueta de cuero desprende un fuerte olor a fragancia de hombre.
Llevo mí vista hacía arriba y me encuentro con un Bill algo adormilado, vuelvo mí mirada hacia el pasto.
— ¿No estabas durmiendo? —. Pregunto sin mirarlo mientras sigo arrancando el pasto.
— Eso tendría que preguntarte a ti, te hará mal no dormir —. Levanto mis hombros restándole importancia.
— Me afecta el cambio de horario. —. Respondo cortante.
