05: Starbucks

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AU estudiantil?
-Ney: 21 años -Sau: 23 años

[...]

Neymar Da Silva estudiante de Gestión Empresarial,, actualmente preparando su proyecto final del sexto semestre en Mercadotecnia, el cual es crear una empresa virtual en su totalidad, ósea; precios, productos, servicios, empleados, concepto y lo que más lo estaba carcomiendo el cerebro; una pagina web.

No es que no haya puesto atención en las clases de este producto, tenia fácilmente 10 hojas repletas de texto e instrucciones de cómo realizarla, pero había un problema, el brasileño aborrece el diseñar.

Probablemente solo sea tomar una plantilla de internet, acomodar la información, cambiar el tamaño de letra, etc. En su mayoría si y eso es lo que odia, es un poco perfeccionista y paranoico en el tema de diseño, por ello no le gusta. Sin contar que es un impulsivo, así que si se le traba la aplicación o no queda como quiere, va a borrar todo y aventar la computadora por una ventana.

Aún tenía el plazo de dos semanas para entregar, decidió tomar una estrategia para no morir en el intento de llegar a fin de semestre. Hacer todos los trabajos finales de las demás materias en dos semanas para tener libre de hacer una empresa y no estresarse al tener más trabajos por finalizar.

Fue a un café cerca del departamento de la facultad para poder despejar su mente de cualquier distracción, puesto que vive junto con unos de sus amigos que todo el día se la pasan haciendo o riendo por una pendejada que ven en los reels de Instagram o por TikTok.

Llego al establecimiento y fue al segundo piso de este tomando la mesa en una terraza interna; la cual daba a la entrada del lugar.

Saco su computadora, una libreta, lápices, plumas, todo lo necesario básicamente. A los pocos minutos llego el mesero, con una pequeña libreta, pluma y el menú.

— ¿Le doy un momento para decidir? — dijo el empleado; un joven alto, cabello semi largo y ondulado, con un acento fuerte y marcado.

— No esta bien, me das un moka caramelo.

— ¿Algo más? — el brasileño negó —. Okey, un moka caramelo. enseguida se lo traigo.

Retrocedió y solo vio cómo se alejaba. Neymar encendió su computadora y comenzó a abrir el programa donde están los documentos los cuales ya tenía en una parte casi mayoritaria la información que necesita para la página web. Solo faltaba calcular costos de suministros para que con esa base saber cuánto debería de costar cada producto para que de su ganancia, sacar los sueldos y demás. Es relativamente poco, pero era extenso.

A los minutos llego el trabajador con su pedido, el estudiante le agradeció y el otro se alejó sin mas.

Tomo un sorbo para después intercalarlo con un avance del proyecto, estaba realmente relajado dejaba que fluyera su trabajo, a los minutos se colocó unos audífonos, en ese punto no podía estar mejor su entorno; un lugar calmado, una de sus bebidas favoritas, musica inundando sus oídos, haciendo lo que ama de su carrera.

Después de una hora ya tenia su vaso vacío, lo bueno es que volvió a visualizar al mesero rápidamente, al cual le hizo una seña con la mano y este se acercó.

— ¿Se le ofrece algo más? — el otro asintió.

— Un moka blanco, por favor.

— Claro — lo anotó y se retiró de nueva cuenta.

Nuevamente pasando a penas unos minutos, el joven le entregó su pedido. Siguió con su ritmo de trabajo y volvió a colocar sus audífonos que los había retirado cuando llamó al mesero.

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Llegó al lugar a las 4 p.m y más o menos dos horas después tenía completado su proyecto, menos la parte que lleva evitando por un mes, la mentada página web.

Decido ser feliz el resto del día, lo haría mañana, se dijo así mismo. Guardo sus cosas para después pedirle al trabajador la cuenta; la cual se la llevo en una pequeña bandeja y unos muffins para sus compañeros de cuarto, que los llevo en una bolsa de papel. Pago y agradeció al mesero, tomo sus cosas para después encaminarse a su departamento en su auto.

En el camino iba pensando si realmente debería dejar el resto del proyecto para mañana, sabía que era capaz de posponerlo al punto de hacerlo a las prisas una clase antes de la de entrega. Ya no se carcomería más las neuronas, mañana lo hará y hoy solo se relajará.

[...]

Hagan lo que pueden hacer ese mismo día no lo pospongan.

— Não posso ser mais filho da puta e, além disso, ter uma sorte de merda — azoto su cabeza en la mesa y tomando pequeños mechones de su propio cabello.

En efecto Neymar tenía razón, pospuso el proyecto y ahora tiene un día para hacer la página además de los productos, porque se le olvidó las especificaciones excesivas que hizo su profesora al explicar el trabajo final. Además de que ahora mágicamente nada le favorecía; hay una ola de calor que está haciendo llegar a los 40 grados, lo que le hace estar especialmente agresivo y sensible.

— O que há com você agora? — preguntó Vinicius; su compañero al ver la exasperación que emanaba.

— Eu sou um idiota procrastinador que eu sou.

— E porque em vez de avançar o trabalho, você fica aqui perdendo mais tempo? — preguntó nuevamente obvio.

—Primeiro lamento e depois salvo a matéria — eso le ayuda al parecer.

Su compañero se fue soltando un bufido, Ney a los minutos de levantó tan rápido que se mareó y comenzó a empacar sin orden alguno, su computadora, audífonos, teléfono, una libreta y unos bolígrafos. Tomo sus llaves y salió para dirigirse al establecimiento que según el, le ayuda a ser productivo.

Llego al lugar y repitió sus acciones de la vez pasada, subir y tomar la mesa que daba a la terraza interna.  Llego un mesero y le ofreció la carta, que rechazó pidió directamente un expresso doble, el empleado asintió y el otro agradeció. Su pedido llegó y comenzó su cometido.

Comenzó a hacer los diseños de los productos que terminaba de hacer en su totalidad y al momento de verlos juntos los desechaba por pequeños detalles o simplemente al final no le convencían en lo más mínimo. Y así durante una hora, se harto y decidió ir planteando cómo organizaría todo de acuerdo con las especificaciones que le dio su docente, sorprendente y nada inesperado, también se estreso y no sabía con qué ir avanzando.

Un montón de hojas arrugadas y arrancadas estaban en su mesa y mochila, trato de hacerlos primero en papel para según hacérselo más fácil, no funciono, solo gasto papel.

Sino fuera porque había aire acondicionado, juraría que su cerebro ya estaba quemado; para empezar por el calor tan de mierda que hacía y segundo por tanto pensar en cómo hacer el dichoso trabajo.

A lo lejos de hecho bajo el, estaba una bola de amigos al rededor de siete personas, que estaban hablando entre ellos y tres de estos con el uniforme del lugar, uno de ellos el que atendio a Ney la vez anterior, el que lo atendió esta vez y otro empleado distinto.

𝘊𝘢𝘯𝘦𝘺 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora