SEMPITERNO

CAPÍTULO 7

Había llegado justo a tiempo, estaba caminando por el puente y veía una silueta, tenía que ser el porqué no había absolutamente nadie más en aquella calle.

Finalmente me acerqué por completo, él estaba de espaldas, mirando el agua que había por debajo de aquél puente.

- Has venido - Dijo con su característico tono de voz, esta vez un poco más ronca de lo normal, pero eso le hacía ver más atractivo, todo en él me hacía querer estar cerca de el

- Claro que he venido, pensé que no querrías verme más después de lo del otro día - Dije para después tocarle el hombro, dándole a entender que quería que se girase, quería verlo

- Yo pensé que sería al revés, que no querrías verme más - se giró de una vez por todas, y me quedé desconcertada, su cara tenía rasguños, mejor dicho golpes, tenía el labio partido, y un corte en el pómulo derecho, tengo que admitir que se veía más que atractivo, pero... ¿Quién cojones le había hecho esa puta mierda?. Subí mi mano hasta su cara con la intención de tocar su rostro, pero él me cogió de la muñeca, sus dedos eran largos y su tacto en mi piel, no sé cómo explicarlo, era suave y agradable, para nada brusco, cada movimiento lo hacía con tanta delicadeza como si mi piel fuera de cristal, y se pudiera romper.

- ¿Quién te ha hecho eso? -. El me miró a los ojos, con solo esa mirada ya me había hecho el amor cinco veces, me miraba con una atención que me hacía sentir pequeña -¿ H-han sido ellos? -. Mi voz temblaba, mucho, el tenia control sobre mí, no sé qué le pasaba, estaba diferente

- No -. puso su mano en mi mejilla y empezó a tocarla, no estaba haciendo nada y ya me había mojado las bragas con tan solo ese puto tacto, estoy completamente a sus pies

- Ha sido tu padre, ¿verdad? -. Me preocupaba quién le hubiera hecho eso, pero con lo que estaba habiendo, mi mente no pensaba precisamente en las heridas que tenía en la cara

- Si - iba a decir algo más pero el puso su dedo en mis labios haciendo que me callara, se acercó a mi, lentamente, hasta quedar a escasos centímetros uno del otro -. No quiero hablar de eso ahora -. Miró mis labios y después subió la mirada a mis ojos

- K-kim, tenemos que ir a curarte esas heridas, tu labio está partido y- Puso su dedo nuevamente en mis labios y después sentí como en un movimiento rápido me ponía contra la barandilla del puente, sentí su mano rodear mi cintura

- ¿Sabes? Se me a ocurrido algo, lo que va a curar mi herida, va a ser tu saliva -. No me dio tiempo a reaccionar, pues él ya había estampado sus preciosos labios contra los míos.

Kim besa como los putos mismísimos ángeles, mis piernas temblaban y me estaba quedando sin aire, me preguntaba, ¿Cómo será el tacto de su lengua?, comprobémoslo.

Mordí ligeramente su labio en el lado donde no tenía la herida, y él emitió un jadeo, cuando abrió la boca yo aproveché e introduje mi lengua, él no tenía experiencia en esto así que yo le guiaba y el me seguía el ritmo. Cuando ya le pilló el truco el fue el que aumentó la velocidad del beso, su mano bajó de mi cintura hasta mi pierna, la levantó y la puso alrededor de su cintura.

Fui dejando besos por su mandíbula hasta llegar a su cuello, enterré mi nariz en su cuello y cuando olí el aroma de su piel, supe que me haría adicta. Dejé besos húmedos por su cuello y él se limitaba a cerrar los ojos e intentar no jadear.

- Sophia -. Susurró en un tono que pudiera oír, yo dejé de darle besos en el cuello y acerqué mi oreja a su boca para poder escuchar lo que quería decirme - Perdón por lo del otro día, soy un idiota -. bajó la mirada

- No te preocupes Kim, está todo bien - Le acaricié la cara

- No soy bueno para ti ¿lo sabes?, no soy como te piensas, estoy jodido - Me advirtió con la mirada

- Bien, pues si tu estás jodido, yo me jodo contigo - Taeyang sonrió y me dio un beso en la frente

El y yo no podíamos estar juntos ahora, eso estaba claro, pero buscaré la manera de poder estarlo, buscaré la manera de enamorarlo.

Lo llevé a mi apartamento para curar sus heridas, aunque él decía que estaba bien, yo estaba preocupada aún. Llegamos y le invité a pasar, fui a buscar el botiquín al lavabo mientras él estaba sentado en el sofá.

Cogí las cosas necesarias y me dirigí a donde Kim.