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Fue dificil. Extremadamente dificil pero habia logrado llegar a la capital justo cuando la noche llego, aunque eso no era lo que la aliviaba. En todo el camino no encontro el cuerpo de su madre, tampoco rastros de sangre. cuando por fin pudo llegar a la capital suspiro y un rayo de esperanza de que su madre posiblemente siguiera viva apareció en su corazon.

recorrio la capital en busca de algun rostro de los caballeros de obelia, pero no hayo ninguno. Escucho los cuchicheos de algunas personas diciendo que aquellos caballeros habían vuelto el mismo dia con una mujer de cabello anaranjado y ropas sucias. se hospedaron un dia en alguna posada, para despues partir de nuevo a Obelia, con la concubina profuga.

Escucho muchos insultos hacia su madre, sobre su aspecto, su relacion con el emperador, pero sobretodo por la razon por la que la buscaban realmente, queria golpear a todas esas personas pero eso solo le traeria problemas, calmo sus emociones, busco un lugar para comer y descansar un rato, al terminar empezo a preguntar o escuchar las conversaciones de los demas en busca de mas informacion.

Las horas pasaron hasta que los comerciantes y dueños de diferentes tiendas empezaron a cerrar y recoger su mercancia, hay fue conciente de la hora, busco por todos lados un lugar donde poder dormir y no correr peligro. Despues de unos minutos encontro una posada para hospedarse pero justo cuando iba a entrar ollo las voces de unos comerciantes.

— ¿Ya estas listo?, el viaje a obelia no es corto.

— Si, si, dame un segundo estoy buscando algo— Dijo mientras buscaba en unas maletas.

Helia se detuvo un segundo analizando la propuesta que su cerebro estaba generando, pero, ¿Que pasa si su madre no esta en Obelia? el viaje terminaria siendo para nada y solo habria perdido tiempo. Cerro los ojos con fuerza pensando que hacer, subir a aquel carruaje lleno de heno y telas tenia sus pros y sus contras.

— Ya podemos irnos— Ambos hombres subieron a la parte delantera de aquel transporte dandole la orden a los caballos de avanzar.

Helia voltio hacia el carruaje que empezaba a avanzar, sabia que tenia que elegir. Cuando se dio cuenta su cuerpo ya estaba intentando subir al carruaje en movimiento, se metio lo mas que pudo en la mercancia de esta, dejando solo un pequeño espacio para poder observar el exterior.

«Que esto haya sido buena idea»

El resto de la noche se la paso durmiendo, el cansancio la volvió a superar una vez mas.

A la mañana siguiente Helia desperto con un monto de heno en su cara saco la cabeza buscando poder respirar mejor y quitar todo lo que tuviera en su rostro, cuando por fin pudo abrir sus ojos estos solo captaron naturaleza por todos lados ya no habia rastros de la capital, ya no podia arrepentirse.

un sentimiento de miedo se instalo en su corazon, tenia que ser extremadamente cuidadosa si queria volver a ver a su madre. Analizo la situacion sabiendo que posiblemente llegaria en una semana (o ese fue el tiempo que se demoraron su madre y ella desde Obelia a su antiguo hogar), un dia antes su madre ya estaría hay.

Pero despues de eso ¿Que debia hacer?

¿Como sacaria a su madre del imperio? ¿Como escaparian de las garras de Claude?, cada vez esto se volvia mas complicado que antes. Suspiro resignada, entro nuevamentea su pequeña "cueva" de heno, puso la pequeña cobija que le dio su madre sobre ella para empezar a descansar, luego se le ocurriria algo.

 Suspiro resignada, entro nuevamentea su pequeña "cueva" de heno, puso la pequeña cobija que le dio su madre sobre ella para empezar a descansar, luego se le ocurriria algo

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El resto del camino fue realmente aburrido, los señores paraban en algunos pueblos para descansar o comer, paradas que la pequeña tambien aprovechaba. El camino termino siendo de semana y media, Helia realmente se encontraba desesperada pero prefirió ser paciente con el tiempo hasta que por fin llegaron a su destino, Obelia.

Helia miraba fascinada el lugar, realmente era muy hermoso. Un poco de heno callo en su cara cuando el carruaje paro, volvio a sacar su cabeza observando que se encontraban en otra posada, ambos dueños del carruaje entraron a esta en ese momento Helia empezo a salir de la pequeña "cueva" y se alejo de aquel lugar.

Las personas la miraban extrañadas y con cierto desagrado, no lo entendio hasta que callo en cuenta de que sus ropas, cabello y piel, se encontraba sucia y desgastada. empezo a caminar rapidamente ignorando todas esas miradas, por el camino observo por todos lados esperando encontrar la entrada hacia el palacio de Claude.

Nuevamente sus busquedas parecian inutiles, suspiro y fue a sentarse en una fuente limpiando su rostro observo su reflejo tenia algunos rasguños es su rostro y su cabello tenia ramas y tierra por todos lados, llevo sus manos a sus ojos notando que eran nuevamente de un color azul cielo, brillaban como nunca antes lo habían echo, se quito el anillo que su madre le dio, notando que este ya no tenia brillo como antes.

«seguramente su efecto no duraba mucho»

Coloco nuevamente el anillo en su mano, quito algunas ramas, hojas y heno de su cabello, lavo sus manos nuevamente, recogio su bolso y empezo a pararse de aquella fuente.

— ¿Escuchaste sobre la concubina que escapo hace 5 años?

— Oi que los caballeros la trajeron hace dos semanas, creo que la empezaron a buscar porque se robo algo muy importante para el emperador— Dos mujeres, con vestidos y peinados extravagantes se encontraban cerca de ella. Se sento nuevamente lista para escuchar cualquier dato que soltaran sobre su madre

— No, no. me refiero a lo que paso despues de que la trajeran.

— ¿A que te refieres?— la otra mujer sonrio burlona, y tapo su boca conteniendo una risa.

— Mi cuñada trabaja como sirvienta en el palacio— Empezo a decir, mientras movia su abanico buscando quitar el calor de su cuerpo— Me a contado que cuando trajeron a esa mujer, se encontraba en un estado deplorable y unos dias despues enfermo— miro a su amiga nuevamente y se acerco un poco mas a ella bajando el volumen de su voz— Ahora esta muerta.

— ¿Que?

«¿Que...?»

La respiracion de la niña empezo a ser irregular, podia oir los latidos de su corazon en su oido, su cuerpo empezo a sudar frio y su vista empezo a opacarse por las lagrimas. Sujeto fuertemente sus manos en su falda, bajo un poco su torso mientras las lagrimas empezaban a salir

— Si. Ella dijo que murio hace dos dia, al parecer tenia un tipo de enfermedad desde hace mucho tiempo, lo que termino matando la. Siendo sincera creo que se lo merecia, nadie puede robarle al emperador sin tener consecuencias.

— No lo puedo creer, crei que seria juzgada mañana.— la otra mujer observo asombrada todo lo que su contraria le estaba contando

— Era el plan del emperador pero como ha muerto, el teme quedo olvidado.— Contesto moviendo su mano de un lado a otro

— ¿Y el objeto robado?

— No lo tenia, mi cuñada cree que posiblemente lo vendio para vivir esos 5 años.

Ambas mujeres siguieron hablando un rato y despues se fueron. Helia no se movio en ningun momento de la posicion en la que se encontraba, incluso el sol ya estaba empezando a ocultarse ¿Su madre muerta? Realmente no podia creerlo ¿Que se supone que deba hacer ahora?. Su pequeño cuerpo empezó a temblar, cerro fuertemente sus ojos queriendo evitar que salieran más lágrimas.

— Niña, ¿necesitas ayuda?

— Niña, ¿necesitas ayuda?

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I AM [Who Made Me A Princess]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora